El cacique Nambí quedará inmortalizado no solo en el pueblo nicoyano sino también en una nueva variedad mejorada de frijol que lleva su nombre, un nuevo aliado para la agricultura de Guanacaste por su resistencia a las altas temperaturas y la escasa agua que necesita para su cosecha.
La provincia, altamente vulnerable a la sequía, siembra un 10% del frijol que se cosecha en el país.
La variedad entró al país en el 2011 como parte de un experimento centroamericano realizado por investigadores de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) y productores de la zona norte y sur del país.
Luego de cinco años de pasar por diferentes pruebas, el Nambí ha demostrado ser uno de los granos básicos más resistentes al sol, dijo Néstor Chaves, coordinador del programa de leguminosas de la Estación Experimental Agrícola de la UCR.
Con él coincidió el gerente del Programa Nacional de Granos Básicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), José Valerín, quien agregó que esta variedad se puede adaptar a casi cualquier zona de Guanacaste porque no necesita una gran inversión ni un cuidado especial.
“Se adapta muy bien a las zonas de producción, principalmente en la zona sur, la zona de Los Chiles, Upala, La Cruz, Colas de Gallo y Juan Díaz en Nicoya”, dijo.
Primeras experiencias
Los agricultores y las instituciones coinciden en que los resultados, hasta el momento, son positivos.
El frijolero Aldrin Pizarro, de Sardinal de Carrillo, lo probó el año pasado y dijo que quedó satisfecho por su adaptación al terreno y al clima y el buen rendimiento que tuvo en su cosecha.
“Yo sembré un kilo de Nambí y un kilo de Guaymí (otra variedad mejorada) en setiembre del año pasado, el Guaymí me produjo 38 kilos y el Nambí me dio 46 kilos”, afirmó el agricultor.
“Este año voy a volver a sembrarlo. Creo que los agricultores de Guanacaste se van a inclinar por la Nambí”, afirmó.
Precios no varían
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los frijoleros del país es el costo en el que incurren al cultivar frijol, lo que encarece los precios en comparación con los importados de China o Nicaragua.
Aunque sí aumenta la eficiencia de la producción, el Nambí no se venderá más barato en el país. El precio del quintal de esta semilla es de ¢69 mil colones, igual que las variedades Guaymí, y el Matambú, de acuerdo con los precios oficiales del CNP.
Según Chaves, de la UCR, el Nambí rindió 750 kilos más en comparación con la variedad Matambú. Así lo comprobaron durante cinco años de pruebas realizadas en la zona sur del país.
¿Cómo mejoraron la semilla?
El especialista en tecnología e innovación y cambio climático del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Jonathan Castro, explicó que el frijol Nambí no es transgénico ni híbrido sino una variedad mejorada. (Ver recuadro métodos de mejoramiento genético).
“No es transgénico porque la transgénesis requiere una parte biotecnológica donde hay movilización de genes entre especies. No es un híbrido, porque el híbrido no da una segunda o tercera cosecha, la Nambí ya es una variedad estable”, detalló el especialista.
También explicó que el riesgo de polinización cruzada, que podría modificar las variedades de frijol criollo es casi nula.
Métodos de mejoramiento genético a través de técnicas moleculares
- Variedad mejorada: Luego de cientos de cruzamientos entre plantas, generalmente entre un padre y madre se selecciona una variedad con las características deseadas, la cual es estable y se puede reproducir.
- Híbrido: El cruce es similar a la variedad mejorada, la diferencia es que en el híbrido la semilla no es estable por lo que no se puede reproducir una misma variedad en cosechas posteriores.
- Transgénico: Son organismos genéticamente modificados, a los que se les han incorporado genes de otros individuos por técnicas moleculares. No es cruzamiento natural.
Comentarios