Regional

Un sacerdote en la Asamblea: Ronal Vargas, Frente Amplio

This post is also available in: English

Ronal Guillermo Vargas Araya, de 46 años, nacido en Granja de Palmares, reside actualmente en el Barrio Condega de Liberia. Conocido como sacerdote Católico y luchador social a favor de los más pobres, es profesor de filosofía y sociología de la Universidad de Costa Rica en Liberia y de la Universidad Nacional sede Nicoya; además es investigador de asuntos ambientales en la UNA.

Vargas se desempeñó como sacerdote católico en diferentes comunidades guanacastecas, entre ellas La Mansión de Nicoya, en la iglesia colonial de Nicoya, en Nandayure y Abangares, en el cantón Cañas y luego estuvo en La Cruz cantón fronterizo.  En la Asamblea Provincial de Guanacaste, del Partido Frente Amplio, dijo que seguirá siendo “un sacerdote al servicio exclusivo de las luchas populares, sacerdote casado con la justicia y el derecho.”

Dentro de su visión para Guanacaste está la implementación de políticas que favorezcan el desarrollo social de la provincia a partir de una legislación que favorezca la explotación sostenida de los recursos y eliminar los privilegios a los extranjeros.

Para Vargas, Guanacaste no es una provincia pobre, sino empobrecida porque a pesar de la abundancia de recursos con que cuenta la provincia, estos recursos no están siendo explotados para beneficio de la comunidad en general; más bien son unos pocos los que realmente se están beneficiando de esos recursos, sostiene Vargas. Puso como ejemplo el recurso hídrico, que poseyendo Guanacaste una gran cantidad de cuencas hidrográficas, existen comunidades que tienen escases del líquido, mientras para las grandes industrias y proyectos macros sí hay agua en abundancia.

Vargas ha estado identificado con diferentes organizaciones sociales y ambientales de la comunidad guanacasteca, integró la Comisión de Implementación del Desarrollo de la Cuenca Arenal Tempisque y fue directivo de la Área de Conservación Guanacaste (ACG)

Vargas dice que ve la necesidad que las municipalidades se centren más en un desarrollo local y hagan valer la autonomía que les confiere la ley y dejen de depender y ser manipuladas por el gobierno central de la República. “Debemos fortalecer los gobiernos locales de modo que la autonomía municipal se cumpla y que cada municipalidad se responsabilice de la gestión de desarrollo local y no se conviertan en títeres de directrices del gobierno central”, dijo.

Comentarios