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La violencia sexual nos aterroriza en Guanacaste

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En La Voz de Guanacaste creamos una nueva edición para alzar la voz en el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En esta ocasión centramos nuestros esfuerzos en visibilizar y combatir la violencia sexual. 

Miles de mujeres son violentadas sexualmente dentro y fuera de sus casas todos los días. 

Jodie fue violada por su esposo, un hombre que prometió amarla y respetarla. A Cristel un hombre desconocido le tocó la entrepierna cuando viajaba en bus. A Eva la violó un conocido, la hizo sentir culpable ante la posibilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS). 

Todas ellas son mujeres guanacastecas cuyas historias contamos en los reportajes de este 25N. Sus relatos de supervivencia nos recuerdan que ningún espacio es 100% seguro ni en Guanacaste ni en el mundo. 

Incluso el hogar es un lugar que nos infunde terror. Ahí, muchas mujeres enfrentan violencia sexual, física y psicológica por parte de sus parejas.

Las calles son terrenos minados: están llenas de hombres que arrojan miradas, palabras obscenas, tocamientos y exhibición de sus genitales… hombres que persiguen, que infunden terror, que buscan expulsarnos del espacio público. 

Desde hace ya varios años, las redes sociales e internet han demostrado que la violencia de género se extiende a todas las áreas de la vida y que los hombres continúan ejerciendo el poder sobre nuestros cuerpos, cueste lo que cueste, sea donde sea. 

De eso hablamos en nuestra edición del 25N en este 2021, pero sabemos que quedan tareas pendientes por abordar. 

Este año, una turista nacional denunció públicamente a un hombre con intenciones de cometer delitos de explotación sexual en Playas del Coco, cantón de Carrillo. Decenas de niñas viven con sus abusadores. 

Mientras mujeres de todas las edades toman el sol en las playas de nuestra provincia, hay hombres que caminan usando sus teléfonos y otros dispositivos para tomar imágenes de sus cuerpos, sin su consentimiento. 

Es justamente en esa práctica, la del consentimiento, en la que debemos sumergirnos. Es reaprender a convivir a la luz del consentimiento, educar a los niños y a las niñas a la luz del consentimiento.  

Nuestra tarea no termina y seguiremos haciendo periodismo con perspectiva de género: no solo al dar luz a historias como estas, sino también al visibilizar cómo los retos de la provincia y en el país afectan de forma particular a las mujeres. 

Como parte de nuestro especial informativo también dimos pasos extra: 

  • Diseñamos una pulsera edición limitada para conmemorar que las mujeres somos Imparables. Adquirila aquí para vos o para regalar a una mujer imparable con una contribución de ¢10.000. Esta es la última semana para encargarla. 
  • Lanzamos un taller sobre nuevas masculinidades para que hombres y mujeres reflexionemos sobre los roles de género con los que hemos crecido. Será el próximo martes 30 de noviembre y podés anotarte aquí. Con tu inscripción de ¢14.000 donaremos a alguien más un cupo. 

¡Gracias por apoyarnos en esta nueva edición especial! No nos detendremos hasta que el “ni una menos” se haga realidad. 

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