La Cruz de Guanacaste fue uno de los cantones que recibió las afectaciones más graves por el paso de la Tormenta Bonnie, que cruzó por la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. En el cantón cayeron unos 300 milímetros de agua en un día, informó el presidente de la República, Rodrigo Chaves, en la conferencia de prensa del mediodía. Esa es la cantidad de lluvia que puede caer en todo un mes.
Las lluvias provocaron el desbordamiento de los ríos Cuajiniquil, Mairena y Chombo que inundaron a la comunidad costera de Cuajiniquil, la más afectada por la tormenta.
Desde la tarde de ayer, el comité municipal de emergencias habilitó un albergue en esa comunidad donde en total alojaron a 380 personas. El albergue continúa abierto.
A pesar de los daños, vecinos del cantón dijeron a La Voz que pensaban que el impacto iba a ser peor. “Había cierta experiencia en el pueblo con la Tormenta Nate”, dijo el vecino de Barrio Cangrejal, en Cuajiniquil, Minor Lara.
“Eso fue clave para que se manejara en esta ocasión de buena forma”, agregó.
Lara contó que desde Nate y el Huracán Otto la comunidad es más consciente de desalojar a tiempo, de estar más preparados frente a fenómenos como este y de construir casas con altura, previendo inundaciones.
También agregó que las inundaciones como esta sí afectan económicamente a la comunidad, caracterizada por la pesca y las actividades turísticas en la costa. “Pero no hay vidas que lamentar, que es lo más importante”, dijo.
El presidente de la República precisó que el Ministerio de la Vivienda y el Instituto Mixto de Ayuda Social visitarán a las comunidades de todo el país afectadas por la tormenta.
[Tomarán] el inventario de las casas que necesitan reparación y dentro de esas casas cuáles son merecedoras, por su condición social, de la ayuda económica para construir sus casas”, indicó Chaves.
En total, el país refugió a 3.533 personas en 54 albergues.
Rutas, puentes y deslizamientos
El alcalde cruceño Alonso Alán dijo a La Voz que las afectaciones eran “de toda índole, sobre todo de infraestructura pública, tanto en caminos, como puentes y acueductos”.
El comité municipal de emergencias abrió tres albergues: el de Cuajiniquil (para 380 personas), uno en Barrio Irving (para 46 personas) y el más reciente en Santa Cecilia (para siete personas).
El cantón también sufrió daños en sus caminos y alcantarillas. Muchas comunidades como San Vicente de Santa Cecilia y Cuajiniquil quedaron sin luz y agua por más de 12 horas. Otras, como Tempate, San Fernando, Aguas Calientes y Bello Horizonte continúan incomunicadas.
Según el alcalde, el servicio eléctrico está completamente restablecido. En cuanto al agua, aún deben reparar los daños en la Asada de Cuajiniquil.
Mañana vamos a apoyarlos un poco más para restablecer el servicio, porque parece que los daños son graves”, comentó el jerarca.
En Santa Cecilia de La Cruz, el distrito fronterizo con Nicaragua, las ráfagas de viento botaron árboles y ramas que obstruyeron algunas rutas. “Pasó lloviendo toda la noche y el río sí estaba lleno”, contó una vecina de San Vicente de Santa Cecilia, llamada Ivette Guzmán.
Según el presidente del comité local de emergencias Steven Rodríguez la comunidad está muy acostumbrada a las lluvias, pero no así a los vientos. “Si bien Santa Cecilia tiene comunidades a las que las afecta el crecimiento de los ríos, lo que más nos lastima es el viento, porque los árboles no están acostumbrados”, contó.
La tarde de este sábado, habían detectado pasos de alcantarilla destruidos en la comunidad de Armenia, agrietamientos en la calzada en Caoba y puentes en Santa Elena con riesgo de caerse.
Durante el paso de la tormenta, el distrito no tuvo que habilitar un albergue, sin embargo, la tarde de hoy abrieron uno para dos familias afectadas por los deslizamientos.
Todavía nos estamos dando cuenta de caminos que están afectados. Y el recuento de lo que es agricultura lo veremos con los días”, dijo Rodríguez.
El comité trabajó con recursos de sus integrantes y con apoyo de la policía para movilizarse a evaluar los daños y a trasladar a las dos familias en riesgo por los deslizamientos.
En Santa Cecilia, comunidad fronteriza con Nicaragua, la tormenta dañó caminos, puentes y pasos de alcantarilla. Dos familias debieron albergarse ante el riesgo de deslizamientos. Foto: Steven Rodríguez
“Nos lo hemos jugado con vehículos de la Fuerza Pública y propios, a los que estamos echándole gasolina”, precisó el presidente del comité local.
El alcalde Alonso Alán dijo que durante todo el día estuvieron trabajando para habilitar caminos. “Logramos habilitar pasos provisionales, pero aún nos quedan incomunicadas algunas comunidades”, indicó.
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