Cinco miembros de la Universidad de Costa Rica (UCR) vinieron a estudiar el estado de los arrecifes tanto en Sámara como en Carrillo. Al cargo de esta expedición estaba Juan José Alvarado Barrientos, profesor de la facultad de biología y especialista en ecología de arrecifes coralinos. La Voz de Guanacaste tuvo la oportunidad de entrevistarle sobre la importancia de nuestros arrecifes, su estado actual y las claves para su mantenimiento.
La conclusión después del estudio es que los arrecifes de coral están muy mal. Corales como nucura que son más grandes están sanos, pero esta especie es más resistente. Sin embargo, los ciriales que habían sido los más grandes de la zona, están en mal estado. Están muertos en su mayoría, recubiertos de algas, y quedan pocas colonias vivas de coral. El problema es que conforme se muere el cirial, todos los peces y organismos asociados se van, y esto a la larga va a afectar la pesca y el turismo.
Alvarado nos comentó que anteriormente no existían registros sobre los arrecifes y que gracias al financiamiento del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) este año han podido comenzar con el estudio en zonas del país como la nuestra. “Son estudios a largo plazo en el que podremos ir observando las variaciones en nuestras barreras así como conocer mejor las causas de su deterioro”, comentó. “Nuestro trabajo ahora mismo es ver que cobertura de arrecife hay, el tamaño de los peces, censo de invertebrados, etc. Tener este primer registro nos permitirá volver el año que viene y tener un referente para comparar. Así sabremos si vamos mejorando o empeorando, ya que anteriormente no teníamos registros.”
Alvarado explicó tres funciones de vital importancia de las barreras coralinas: “En primer lugar, nos dotan de protección de la erosión y los fuertes oleajes. En segundo lugar tiene una importancia comercial y dotan de recursos a la zona. En estos lugares es donde las especies como el pargo se desarrollan, y tienen aquí su etapa de crecimiento, protegiéndose de depredadores mayores; por lo tanto es vital para la actividad pesquera. En tercer lugar, tiene una importancia a nivel turístico. Cuanto más conservado esté, mayor será su belleza y mayor atracción turística tendrá”, explicó.
En términos absolutos, los arrecifes coralinos no alcanzan el uno por ciento de la zona costera. Sin embargo, son los ecosistemas de mayor biodiversidad, productividad e importancia ecológica, económica y social.
Los motivos fundamentales por los que se ha degradado el arrecife en estos momentos son las mareas rojas y las extracciones de coral por parte de los humanos. “Las mareas rojas son algo natural; lo que no es natural es la intensidad de estas tanto en el tiempo como en su duración”, notó. Cada año vemos como a nuestras playas llegan estas mareas que matan peces y en algunas instancias pueden ser toxicas para la población, si consumen moluscos bivalvos contaminados. La deforestación y el cambio de temperatura son las principales causas de este fenómeno. Pero tiene otro efecto y es que no se realiza la fotosíntesis necesaria para que el arrecife se pueda alimentar del plancton, por lo que muere, proliferando otros tipos de organismos.
Recuperar la riqueza natural no es sencilla, según Alvarado. La deforestación en las montañas es algo que se podría legislar mejor. Pero sobre todo habría que evitar y controlar de mejor manera la extracción de coral, como el llamado oro de mar que es coral negro, y que se encuentra en muchas tiendas de souvenirs, así como controlar la pesca de jóvenes vertebrados o invertebrados.
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