La capacidad de despertar cada día motivado, olvidar los problemas y vivir una vida con inspiración, saliendo de la rutina y obstáculos cotidianos que dificultan nuestro camino, como emprendedores, no siempre resulta fácil. Pues, como seres humanos, estamos bajo niveles de estrés y en más de una ocasión deseamos rendirnos en los momentos más arduos.
Cada vez que sentís que estás a punto de rendirte, pensá que existen muchas razones por las cuales vale la pena volver a levantarse una y otra vez, y que debemos continuar haciendo de nuestros sueños una realidad.
Por eso, te mostraré nueve sugerencias para que podás mantener un espíritu emprendedor, aún en los momentos más difíciles, para vos o para tus proyectos.
1. Pasión.
Cuando la pasión es el motor que impulsa todas tus acciones y tus negocios, nunca podrás sentirte sin motivación. No importan las dificultades que enfrentés, o las fallas que puedan presentarse, este ingrediente siempre te ayudará a mantenerte de pie para alcanzar tus objetivos.
La mayoría de los países afrontan situaciones difíciles, tanto a nivel social como económico, y esto podría afectar tu proyecto. No obstante, esto no representa el fin de tus sueños, debés continuar para cuando la situación pase, tu negocio haya superado el peor momento y se encuentre en una posición consolidada.
Recordá constantemente la frase de Henry Ford, fundador de Motor Company: “Cuando todo parezca ir en tu contra, recuerda que el avión despega contra el viento”.
2. Visión al futuro.
Recordá la inspiradora frase del escritor Mark Twain: “dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros, atrapa los vientos favorables en tus velas. Explora. Sueña”. Pues, lo más importante siempre serán tus sueños.
Previo a dar el primer paso para emprender, debés saber hacia dónde vas y qué deseás alcanzar. Una vez que hayás visualizado esto podés programar tu mente para que trabaje en función de ello.
Es recomendable que elaborés una especie de tablero visionario, ya que esto es una herramienta poderosa que te permitirá mantenerte enfocado en lo que anhelas.
Especialmente, recordá siempre mantener claras tus metas. Si tu plan incluye el emprendimiento en una provincia o país con una situación económicamente difícil, esto te proporcionará la fuerza para iniciar y mantenerte, sin importar las adversidades.
3. Mantené tus metas siempre presentes.
Luego de haber creado tu visión, debés darle forma convirtiéndola en una meta para hacerla realidad. Recordá que un emprendedor no puede andar sin metas claras, ya que esto lo llevaría a la deriva, ya que, aun teniendo la capacidad para llegar tan lejos como quisiera, no podría saber con exactitud hacia dónde se dirige.
Tus metas deben permanecer claras y definidas en tiempo y espacio. Una vez que tengás un camino claro por el cual transitar, será mucho más sencillo mantenerte en él, pese a las dificultades.
Tal como sostuvo Scott Blesky, confundador de Behance: “no es sobre las ideas. Sino hacer que éstas se vuelvan realidad”.
4. Aprendé de las historias de otros emprendedores exitosos.
En una ocasión, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, afirmó: “observa, escucha y aprende. No puedes saberlo todo. Todo el que piensa que lo sabe todo está destinado a la mediocridad”. (Aceptemos que el señor conoce de negocios).
Y la verdad, es que esta es una de las formas más seguras para mantener la motivación y darle realidad a todos nuestros proyectos. Es aconsejable que encontrés otros emprendedores que ya han conseguido el éxito en sus proyectos, dentro de la misma industria en la cual querés emprender, para que conozcás a qué se enfrentaron y cómo lograron superar los obstáculos.
5. Leé mucho e informate.
Tenés muchos medios para esto, podés leer libros que te ayuden con el emprendimiento o indagar las vivencias de otros emprendedores que podés conseguir en Internet. Verás que son muchas las historias.
Recordá que adquirir información es sinónimo de cultura, y esto puede ayudarte a hacer más fácil tu camino hacia el punto final.
“Estoy convencido que la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que han fracasado es la perseverancia”, dijo Steve Jobs, cofundador de Apple.
6. Ejercicio de la piedra de la gratitud.
“No importa qué tan lento vayas mientras no te detengas”, Confucio.
Te recomiendo practicar el ejercicio de la piedra de la gratitud, pues es sumamente fácil y además es poderoso. Para eso tenés que buscar una piedra y cada mañana llevarla en tu bolsillo, mientras le das las gracias por todo lo que tenés. En la noche la sacás del bolsillo y le volvés a dar gracias.
Este enérgico ejercicio permitirá que tus niveles de motivación se mantengan, ya que te ayudará a percatarte de todo lo que has logrado en tan poco tiempo.
7. Debés ser consciente
Los emprendedores están en el mundo por la gran razón de lograr grandes cambios e innovar, y no existe una mejor manera de despertar cada día adquiriendo consciencia de que estás trabajando por algo que es importante, no sólo para vos sino además para el mundo entero.
Tal como sostiene el proverbio japonés: “si alguien puede hacerlo significa que tú también puedes, y si nadie lo ha hecho tú puedes ser el primero”.
8. Que tu equipo de trabajo sea positivo.
Tal vez algunas veces sentís poca motivación y por eso es importante que contés a tu lado con un equipo de personas impulsadas por la pasión, hacia el mismo proyecto que vos, ya que de esa manera pueden ayudarte a levantarte el ánimo cada vez que sentís que estás a punto de caer.
Es vital que te mantengás positivo, especialmente si tu negocio se ve afectado por algún declive económico general. Debés mantener las fuerzas sin rendirte.
“Puedes decirle cualquier cosa a la gente, pero la forma en la que lo dices determinará cómo reaccionarán”, dijo John Rampton, emprendedor e inversionista.
9. La muerte.
Esto podrá parecerte muy extraño, pero es una manera interesante para que recordés que este es el momento para emprender tus proyectos, sin esperar un minuto más, pues mañana podría ser muy tarde.
“No tengo miedo de morir, tengo miedo de no intentarlo”, contó una vez el músico Jay Z.
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