En China, las fiestas del Año Nuevo Chino son intensas y ruidosas, pero aquí en Nicoya el ambiente es mucho más tranquilo. El viernes 8 de febrero, me reuní con aproximadamente 70 personas para la celebración del Año Nuevo Chino en el restaurante El Presidente, que estaba cerrado al público. Mi curiosidad crecía conforme los meseros traían un plato tras otro, ocho en total, cada uno de ellos era una nueva mezcla de aromas y sabores. Según el calendario lunar chino, el año nuevo comenzó el domingo 10 de febrero.
Vestida con un vestido oriental blanco con flores rosadas y negras, Tatiana Yockchan, secretaria de la Asociación China de Nicoya, explicó que este año, llamado el año de la serpiente, es un año de posibles cambios dramáticos y desestabilizantes.
La cena es uno de los dos eventos sociales principales organizados anualmente por la Asociación China de Nicoya, la cual es una de las dos asociaciones chinas registradas en la zona de Nicoya. La otra es la Asociación China de la Península de Nicoya. Los presidentes de las dos asociaciones son primos hermanos.
De hecho, la mayoría de los chinos que se establecieron en Nicoya están relacionados de alguna forma. En general, provienen de la provincia de Cantón, ubicada en la parte sur central de China continental. Los miembros de las asociaciones chinas estiman que hay de 30 a 50 inmigrantes chinos de primera generación que aún viven en la zona de Nicoya, y que junto a sus descendientes, forman una comunidad de 300 a 400 chinos ticos.
Influencia china en Costa Rica
El presidente de la Asociación China de Nicoya es Juan Edwin “Pino” Yockchan Sanchún, de 72 años quien se considera “orgullosamente costarricense por la democracia y orgulloso de tener origen chino.”
El hijo de Pino, Juan Edwin Yockchan Mora, relató que tanto su padre como él nacieron aquí en Costa Rica. Fue su abuelo (el padre de Pino), Luis Antonio Yockchan Chacón, quien emigró en 1910 para trabajar en las minas de Abangares debido a la extrema pobreza que existía en China en el momento. Él ya tenía un tío viviendo aquí. Con el tiempo, su abuelo se casó con una mujer nacida en Costa Rica pero de padres chinos e iniciaron una familia. Explicó que todos sus tíos se casaron con mujeres ticas.
Pino solo habla español. Sin embargo su padre, quién dice fue la primera persona china que se asentó en Nicoya, le inculcó valores chinos, como la importancia de obtener una educación superior. Aunque el mismo ha trabajado en distintos negocios como una tienda de zapatos, una distribuidora de motocicletas y actualmente posee un hotel, señaló que la mayoría de la tercera generación de chinos ticos poseen una educación universitaria y que están dejando huella en la sociedad costarricense como médicos, abogados, ortodoncistas y políticos. Uno de ellos, Franklin Ramón Chang Díaz, quién nació en San José, es ahora un astronauta.
En enero, Pino recibió una invitación como invitado especial a la inauguración del Barrio Chino en San José. Aunque dice que el reconocimiento a la cultura china es bonito, realmente no lo considera un verdadero barrio chino ya que solamente es una zona en la que muchos chinos invirtieron. Idealmente, dice, para crear un verdadero barrio chino, se debe encontrar una zona sin desarrollar y el barrio debe construirse con auténtica arquitectura china.
Mientras que la Asociación China de Nicoya promueve los lazos sociales y culturales entre la comunidad china de la ciudad de Nicoya, la Asociación China de la Península de Nicoya (ACHIPEN) ha trabajado para unir a los chinos a lo largo de la península con un sentido de obligación moral y activismo. Un tema importante para ellos es el mantenimiento del puente donado por Taiwán, el Puente de la Amistad, para crear una ruta directa entre la Península de Nicoya y San José. El puente tuvo un costo de $27,000,000, se inauguró el 10 de abril de 2003 y, según Ligia Quirós Sanchún, presidente de ACHIPEN, desde entonces no ha recibido mantenimiento. Afirma que cuando el puente fue inaugurado, Taiwán les dijo que el mantenimiento de las columnas sumergidas debía realizarse cada dos años y que la parte aérea del puente pintarse anualmente. En consecuencia, en el 2009 ACHIPEN denunció el deterioro y se reunió con representantes de las municipalidades de Nicoya y Cañas para pedir la intervención del gobierno.
ACHIPEN también ha trabajado con el diputado Francisco Sanchún Morán para declarar oficialmente el primer lunes de octubre como el Día de la Cultura China, con el fin de reconocer los aportes chinos a Costa Rica. Esta es la otra fiesta china celebrada cada año por las asociaciones chinas, junto con el Año Nuevo Chino. Ligia dijo que en octubre se le entrega a las escuelas información acerca de la cultura china, además de realizar charlas en la radio acerca de las tradiciones chinas. También proyectan películas que promueven los valores chinos como el respeto hacia las personas mayores y comparten comidas típicas de China. Las historias de muchas familias chinas que llaman a Costa Rica “hogar” se originan en una época de agitación política, desastres naturales y subsecuente pobreza: motivos más que suficientes para viajar al otro lado del mundo para adaptarse a una tierra y cultura nueva, creando vínculos que influyen en el país en general.(ver historia “Viniendo a America desde China: la historia de una familia”)
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