A principios de febrero, la Iglesia Católica de Nosara fue demolida debido a los daños causados por el terremoto del 5 de septiembre. Ya que la estructura estaba tan debilitada, les tomó solamente una hora demoler el edificio completamente, según el padre Juan Carlos Galindo Chávez.
Galindo dijo que el perito que evaluó el edificio después del terremoto llegó a la conclusión de que el edificio tenía que ser demolido debido a los daños de los cimientos y la estructura interna, por lo que ocho días después del terremoto, el municipio dio la orden de cerrar la iglesia.
En menos de dos semanas, los feligreses se reunieron y mientras uno donaba el zinc para el techo, otro traía vigas de madera y otro daba abanicos, en tanto que otros colaboraban con la mano de obra para construir un rancho provisional al aire libre para poder seguir celebrando la misa hasta que se pueda construir una nueva iglesia.
Eso no va a ser en un corto plazo, porque Galindo aseguró que la iglesia no tiene fondos para construir. Se estima que se necesitan por lo menos 300 millones de colones para construir una iglesia con una capacidad de alrededor de 1000 personas para dar cabida a los cerca de 800 feligreses y así la feligresía pueda crecer.
Para comenzar a recaudar los fondos, se organizó el 2 de marzo un evento familiar de la fe y Galindo dijo que también visitará otras parroquias para buscar donaciones. “Nosotros como buenos católicos creemos que también es una obra de Dios”, dijo.
Cualquier persona que desee colaborar puede depositar sus donaciones en una cuenta establecida con el Banco de Costa Rica (BCR), número de cuenta 001-0303830-0, Cuenta Cliente 15201001030383001.
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