Después de exámenes y pruebas médicas en el 2023, Elizabeth Platero, vecina de Liberia, escuchó a los 41 años su diagnóstico: cáncer de tiroides. Con ello, vino la preocupación de cómo recibiría el tratamiento necesario.
El Hospital Enrique Baltodano de Liberia, a donde acude, no contaba con la especialidad de Endocrinología, que atiende el cáncer de Elizabeth y trata otros trastornos del sistema endocrino, como las glándulas y órganos que elaboran las hormonas. Por la urgencia de atender su cáncer, el caso lo asumió un cirujano general.
«Cáncer es cáncer, no podemos permitir que se pase por alto», recuerda Elizabeth las palabras del cirujano antes de asumir su tratamiento e iniciar una serie de intervenciones quirúrgicas a las que debía someterse.
Tras sobrevivir dos operaciones con el cirujano general y tener que asistir al Hospital México para seguir con el proceso de remoción del cáncer, su historia empezó a dar un giro desde febrero del 2024, cuando el Hospital de Liberia habilitó el servicio de Endocrinología.
Guanacaste era la única región del país cuyos hospitales no tenían la especialidad. En el pasado, las personas que residían en esta provincia y requerían atención en esta rama de la medicina, como en el caso de Elizabeth, tenían que viajar con frecuencia hasta San José. A Elizabeth, las enormes listas de espera la imposibilitaron de recibir la yodoterapia que requería de manera inmediata.
Las citas las dan a las 7 am y usted tiene que viajar desde el día anterior. El bus dura de cinco a seis horas. Además, gasto en hospedaje y en alimentación, se pueden gastar hasta 50.000 colones solo para ir a una cita”, cuenta Elizabeth.
Por primera vez desde su diagnóstico en mayo de 2023, su caso será liderado por un especialista en la rama, quien iniciará su tratamiento de radiación en el Hospital de Liberia.
“Vimos una necesidad importante. La única provincia sin la especialidad de Endocrinología es Guanacaste, acá lo que uno trata de hacer es ver puntos ciegos que tiene la institución”, explica el endocrinólogo José Miguel Pérez, a cargo del nuevo servicio en la región.
Según datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), 60.276 personas en el país recibieron atención en la especialidad de Endocrinología por medio de consulta externa en el 2023. El dato proporcionado por la institución no detalla cuántos pacientes eran de la provincia.
Otros hallazgos permiten identificar una necesidad de atención en la región. El año pasado, según datos facilitados por la Caja, 26.200 personas con diabetes [una enfermedad asociada a la especialidad de Endocrinología] en Guanacaste recibieron atención a través de consultas externas, mientras que otras 15.799 fueron atendidas con síndrome metabólico.
Para el Dr. Pérez, la diabetes, además de ser uno de los padecimientos más frecuentes en su consultorio, es uno de los más desatendidos en la provincia. “Ahora que estoy dando consulta en Guanacaste me he topado con un montón de diabéticos mal compensados, que no tienen idea de lo que deben comer o cómo inyectarse la insulina”.
El Ministerio de Salud determinó que alrededor de 20 personas por día fueron diagnosticadas con diabetes mellitus en el 2023, una enfermedad crónica que puede ocasionar diversas complicaciones, entre ellas, la insuficiencia renal.
Si bien es uno de los padecimientos más comunes, la obesidad, el síndrome metabólico y enfermedades tiroideas también son recurrentes y necesitan de atención especializada.
Mano a mano entre equipos
Por el momento, solo el Dr. Pérez atiende en la provincia, pero su objetivo es expandir la atención y capacitación por toda la Región Chorotega a través de servicios interdisciplinarios.
La idea es montar varias sesiones interdisciplinarias, una de las primeras que queremos montar es una clínica de tiroides, que ve patología oncológica, cáncer de tiroides”, pacientes como Elizabeth, quienes viven con este diagnóstico podrán obtener atención tanto endocrinológica como de cirugía oncológica.
Por otro lado, según el especialista, en unos meses trabajará en conjunto con el área de ginecología para atender embarazadas con diabetes gestacional, problemas tiroideos y otros padecimientos.
“Los pacientes, por ejemplo en mi caso de cáncer, tenemos un peso mental y un peso emocional porque un cáncer no es fácil. Para mi es grato saber que voy a estar cerca”, dice Elizabeth con un semblante de esperanza y gratitud frente a lo que vive.
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