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¿Cómo identifico las corrientes de resaca y qué hago si me arrastra una?

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Entre las aguas cristalinas y las olas del mar, ocurre un fenómeno tan fascinante como peligroso: las corrientes de retorno, también conocidas como corrientes de resaca.

Después de los fallecimientos por accidentes de tránsito y por intoxicación, las muertes por ahogamiento en Costa Rica representaban la tercera causa de muerte accidental en el país en el año 2020, según los datos más recientes en el sitio web del Poder Judicial.

Las corrientes de retorno son una de las principales causantes de los accidentes en las playas, ya que puede llevar a las personas mar adentro rápidamente, de acuerdo con el investigador y exdirector del Instituto Internacional del Océano (IOI) de la Universidad Nacional (UNA), Alejandro Gutiérrez.

«Este tipo de corriente ocurre en la gran mayoría de las playas del país y son producto del oleaje. Tienen que ver también con las características del fondo oceánico de cada playa, por eso son especialmente comunes en playas con fondos marinos irregulares”, explica.

Cuando las olas llegan a una playa con una inclinación leve en el fondo de la costa, se crea el escenario perfecto para la formación de las corrientes de retorno, explica Gutiérrez.

Eso hace que el agua se acumule de manera especial. En cierto momento, una parte de este acumulamiento se desliza a lo largo de la playa, lo que llamamos corriente de deriva. Otra parte vuelve hacia el mar, creando la corriente de retorno”, detalló.

Las corrientes en Costa Rica han alcanzado velocidades de hasta 2,7 metros por segundo. “Eso supera la velocidad de nado del icónico nadador olímpico Michael Phelps”, pone en perspectiva el investigador.

Estos flujos de agua son inclementes. En Costa Rica, con apenas 1.300 kilómetros de extensión litoral, entre el 2011 y el 2021 ocurrieron un promedio de 47 muertes al año, de acuerdo a datos de la sección de estadísticas del Poder Judicial.

En Australia, que tiene 26.000 km de costa, en el mismo periodo se registraron un promedio de 280 muertes anuales.  

¿Cómo reconocer las corrientes de retorno?

Aunque pueden parecer difíciles de identificar, podés lograrlo con atención y conocimiento. Aquí hay algunas señales claves brindadas por Gutiérrez:

  • Lengüeta blanca: Observá si aparece una especie de lengüeta blanca en el agua. Se mira como una espuma larga y angosta. 

  • Olas que no rompen: A menudo, las corrientes de retorno se forman en sectores donde las olas no rompen. No te dejés engañar por estas «piscinitas», ya que son precisamente donde debés evitar nadar.

  • Lengüetas café: Si hay zonas con aguas de un tono más oscuro, podrían ser sedimentos arrastrados por las corrientes. 

  • Sensación de menos resistencia al nadar: Si sentís que el mar te arrastra y te cuesta mantener tu posición, podrías estar enfrentando una corriente de retorno.

¿Qué hago si estoy atrapado en una corriente? 

Aunque seguir estas sugerencias puede salvarte la vida, las corrientes de retorno son diferentes en cada sitio y situación, así que no existe un manual que te garantice la supervivencia.

Conservá la calma: Lo más difícil, pero crucial. El pánico sólo aumenta el riesgo.

No nadés en contra de la corriente: La reacción natural ante una corriente de retorno puede ser nadar con todas tus fuerzas hacia la costa. Sin embargo, esto puede agotarte rápidamente y empeorar la situación.

Nadá en paralelo a la costa: Esta opción funciona si la corriente te está llevando mar adentro. En lugar de intentar nadar directamente hacia la orilla, tratá de nadar en paralelo a la costa. Las corrientes de retorno suelen ser más fuertes en el centro y más débiles en los bordes. Nadar en paralelo te permitirá salir gradualmente de la corriente y encontrar un punto donde podrás regresar a tierra o esperar auxilio.

Nadá diagonalmente hacia la costa: Si podés, intentá nadar en dirección a la costa, pero con cierto ángulo. No intentés ir directamente hacia la orilla. Nadar diagonalmente te ayudará a aprovechar la fuerza de la corriente para moverte hacia un lugar más seguro.

Buscá ayuda y esperá: Si la corriente te lleva mar adentro, una vez fuera de su alcance, esperá a que las olas te devuelvan a la playa o la ayuda de un guardavida.

Antes de aventurarte en las olas:

Considerá estos puntos esenciales para garantizar tu seguridad y disfrutar al máximo de tu tiempo en el mar:

Evitá la soledad: Procurá ingresar al mar donde haya otras personas que puedan también estar atentas a lo que te ocurre.

Horarios seguros: No te arriesgués nadando de noche y evitá las horas en que el oleaje puede ser más fuerte.

Consejo de expertos: Los cuerpos de guardavidas y surfistas locales son tus aliados en el mar. Preguntá sobre las áreas propensas a corrientes de retorno.

¿Sos un nadador novato?: Si no sos un o una nadadora experimentada, mantenete en aguas poco profundas, donde el agua no suba de tus rodillas.

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