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Investigan a Fuprovi por destruir restos indígenas en Nandayure

La Fiscalía Adjunta Agrario Ambiental de Santa Cruz investiga a la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi) por haber construido 44 casas en San Pablo de Nandayure donde habían restos arqueológicos como pedazos de cerámica, conchas marinas y un hueso de antiguos habitantes indígenas.

A mediados del mes de agosto, el Museo Nacional de Costa Rica recibió una denuncia sobre la aparición de restos en dos cuadrantes, uno al noreste y otro al suroeste de la iglesia católica de San Pablo de Nandayure, por lo que se envió al arqueólogo Felipe Solís para hacer una inspección.

Sobre la superficie de los terrenos, el arqueólogo encontró restos de productos que se cree que fueron trasladados por antiguos habitantes indígenas de la zona entre el año 900 y el 1350 d.C. 

 

Los dos terrenos se encuentran al costado noreste y suroeste de la iglesia de San Pablo de Nandayure. Foto: Museo Nacional.

 

A raíz de los hallazgos, el Museo Nacional interpuso la denuncia para que se investigue a Fuprovi por infracción a la ley 6703, denominada Ley sobre patrimonio nacional arqueológico, por lo que la Fiscalía abrió la causa 17-000047-611-PE que se encuentra en etapa de investigación.

De acuerdo con la ley, Fuprovi debió notificar los hallazgos de restos arqueológicos encontrados durante la construcción de las casas, porque el Museo Nacional no tenía registrada la evidencia patrimonial de esta zona.

El gerente general de Fuprovi, Minor Rodríguez, dijo que ellos nunca se percataron de los restos porque no hicieron movimientos de tierra, ya que el terreno estaba completamente plano. Agregó que el trabajo de Fuprovi fue solo construir las casas y que en ese proceso nunca se dieron cuenta de que habían piezas arqueológicas.

“Uno a veces ve algunos fragmentos de teja, pero se ven así, como una teja o como un ladrillo, porque normalmente los ingenieros no son expertos en el tema de arqueología. En este terreno nosotros no hicimos ningún tipo de movimiento de tierra, no hubo tractores ni maquinaria entonces no nos percatamos de algún tipo de hallazgo”, dijo el gerente de Fuprovi.

Según la jefa del Departamento de Arqueología e Historia del Museo Nacional, Myrna Rojas, no es tan común como sí lo era antes tener que denunciar la destrucción del patrimonio arqueológico, porque ahora se hacen todas las inspecciones previas de la Secretaría Técnica Ambiental (Setena).

Lo que sucedió en este caso, según lo detectó el Museo Nacional, es que Fuprovi al solicitar los permisos de construcción de forma individual para cada casa (de aproximadamente 50 metros cuadrados cada una) y no como una urbanización, no requirió de la inspección de Setena que se hace solo cuando las construcciones son mayores a 500 metros cuadrados.

La repercusión más lamentable es que se destruye el patrimonio, material que fue de pueblos indígenas y que ahora nos sirve para entender a esa población a través de su cultura material”, agregó la jefa del Departamento de Arqueología e Historia. 

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