Marco Chaves, Ronald Ramírez y Alonso Hurtado son tres jóvenes a quienes les preocupa el mal manejo de la basura en Guanacaste, por lo que idearon la construcción de una planta procesadora de desechos para la provincia.
Para potenciar su idea, estos estudiantes de Ingeniería Química en la Universidad de Costa Rica (UCR) participan en el concurso Reto País, que premia proyectos que contribuyan a solucionar problemas de acceso a la cultura y a la recreación, igualdad de género en la educación, accidentes de tránsito y separación y recolección de residuos.
Según Chaves, como parte de una investigación para uno de sus cursos de la universidad, se dieron cuenta de que las municipalidades de Guanacaste estaban enviando basura hasta Miramar de Puntarenas, entre otras prácticas que les parecían poco beneficiosas.
“Se practica mucho la quema (como solución al problema de basura) y hay rellenos, como el de Santa Cruz, que ya les queda pocos años de vida útil”, dijo Marco Chaves.
Agregó que al revisar información publicada por La Voz de Guanacaste, se dieron cuenta de que las municipalidades no recogen la basura de 122.000 personas en la provincia y que esto los motivó a plantear como proyecto universitario la construcción de una planta procesadora de desechos.
La planta separaría la basura y recuperaría materiales valiosos, usualmente desechados, para crear biofertilizantes y energía eléctrica a través de un proceso mecanizado, que además sería independiente del suministro energético externo porque la misma planta produciría el biogás que la haría funcionar.
Impulso y reto
Para desarrollar el proyecto, estos jóvenes esperan ganar el Reto País que elegirá 16 finalistas entre quienes inscriban su idea antes del domingo 13 de agosto a la media noche.
En la primera edición de Reto País, que se realizó el año anterior, hubo 25 postulaciones de guanacastecos. Para este año solo hay dos participantes de la provincia, pero la organización del evento espera que aumenten las postulaciones antes de que finalice el plazo. Aquí puede llenar el formulario.
El concurso premiará a cinco participantes que serán apoyados para impulsar sus proyectos a través de un crédito de $1000, cursos, mentorías y asesoría legal.
Si bien para Chaves, Ramírez y Hurtado ganar alguno de estos premios no significa que podrán iniciar la construcción de la planta, sí sería un aporte para optimizar el planteamiento de su proyecto a través de las asesorías o para generar alianzas que les ayude a desarrollarlo a largo plazo.
Lo innovador de esta iniciativa, según explica Marco Chaves, es que el tratamiento de materiales plásticos y desechos peligrosos evita la generación de emisiones tóxicas, algo que no logran otras tecnologías que se emplean a nivel mundial como la incineración y la pirólisis.
Según los jóvenes, la planta trataría 65.000 toneladas de desechos guanacastecos por año y supone reducir hasta en 21 veces el impacto generado en el ambiente, en comparación con un relleno sanitario que es la forma más común en que se tratan los desechos en el país.
Aunque la idea está apenas planteada, Chaves, Ramírez y Hurtado ya identificaron y estudiaron un terreno en Belén de Carrillo donde se podría construir la planta. Saben que el proyecto es costoso pero confían en que la propuesta sea atractiva para algún inversionista.
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