Regional, Medio Ambiente

La hormiga loca devora animales y amenaza los cultivos de Guanacaste

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“Prácticamente la hormiga [está] comiéndose el animal vivo, si los vemos deambulando parecen zombis”. Así están matando las hormigas locas (Nylanderia Fulva) a la fauna de Guanacaste, según una descripción del director de la Reserva Forestal Taboga, Juan de Dios Astorga. “Van como carritos chocones sin ojos chocando contra piedras, contra troncos. Terminan muriendo de deshidratación, de desnutrición porque si no pueden ver, no pueden obtener los recursos para poder sobrevivir”.

La hormiga loca es una especie invasora nativa de sudamérica que el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) detectó en cañales en Grecia en el 2017. En el 2020 el SFE la declaró como plaga y hasta el año pasado detectaron su presencia en Guanacaste.

Aunque no está claro cómo llegó la hormiga a la provincia, las autoridades sospechan que fue a través de semilla de caña de azúcar trasladada desde Grecia hasta Cañas.

Desde su llegada al cantón cañero, la plaga empezó a expandirse desde la zonas agrícolas hasta la Reserva Forestal Taboga, la primera Área Silvestre Protegida (ASP) del país en sufrir el impacto de la hormiga loca. Esto ha generado el escenario de terror que comenta Astorga en su video: tortugas, pizotes, culebras y toda clase de insectos devorados vivos.

Voraz como un incendio

Comen de todo, se dispersan muy fácilmente, no compiten entre ellas y no tienen un enemigo natural en el país que las pueda frenar. Las características anteriores forman la tormenta perfecta para la propagación de una plaga como la hormiga loca. 

Según el ingeniero agrónomo e inspector del SFE en la Región Chorotega, Fabián Herrera, estas hormigas rojas y pequeñas caminan de forma errática. No lo hacen en fila como las otras especies de hormiga, de ahí proviene su nombre.

Tienen altas densidades de población, son muy dominantes y bastante agresivas. Lo que provoca la eliminación de otras especies y el empobrecimiento a largo plazo de la biodiversidad.

Puede ser bastante riesgoso que empiece a pasarse a otras zonas de protección y empiecen a haber caídas en aves, reptiles, pequeños anfibios, otros insectos. Incluso se indica que puede cambiar el paisaje de una zona”, asegura Herrera con preocupación.

La misma inquietud la comparte el director del Área de Conservación Arenal Tempisque (ACAT) (a la que pertenece la reserva), Alexander León, quien explica que en áreas de humedales de otros países ha desaparecido cerca del 74% de las especies y, en algunos otros microclimas, ha llegado a afectar hasta el 90% de las especies.

“La hormiga, por lo que hemos visto, va en una especie de avance como si fuera un fuego. Llega un momento donde si nosotros no hacemos nada pues prácticamente va a consumir gran cantidad de especies”, asegura León.

La plaga ataca otros insectos como las abejas meliponas. Las autoridades explican que donde hay presencia de hormigas locas no hay ningún tipo de artrópodo (animales invertebrados como insectos, arácnidos y crustáceos) que sobreviva.Foto: ACAT

Alrededor del 15% o 20% de las casi 300 hectáreas de la reserva forestal ya tiene presencia de esta plaga y ya han contabilizado más de 21 especies de animales afectados, según León. Dentro de la reserva ha consumido colonias enteras de abejas como las meliponas, prácticamente donde hay presencia de hormigas locas no hay ningún tipo de artrópodo (animales invertebrados como insectos, arácnidos y crustáceos) que haya quedado vivo.

La hormiga loca también se alimenta de los tejidos blandos y secreciones de las especies de vertebrados más grandes, por lo que atacan los ojos, naríz y oídos de animales como tortugas, culebras, iguanas y pizotes.

En algunos casos, los animales mueren por asfixia debido a que la hormiga se interna en la vía respiratoria, o por la ceguera temporal o permanente que les ocasionan, debido a que les impide alimentarse o hidratarse. Otro impacto de esta plaga está relacionado con la influencia que pueda tener en el comportamiento de otras especies.

Imagínense ustedes lo que es que una tropa de cierta cantidad de animales no pueda ni tan siquiera ir a descansar porque las hormigas no lo dejan”, explica León.

La hormiga loca ha afectado otros países como Colombia. El funcionario del ACAT comenta que allá desarrollaron un mecanismo para detectar la gravedad de la plaga en un área determinada.

Consiste en ubicar una taza plástica que generalmente se utiliza para llevar comida y le colocan un cebo de jamón o salchicha y la dejan por 20 minutos. Luego recogen el envase, lo meten en una bolsa, lo llevan a la nevera para que las hormigas mueran por el frío y finalmente hacen un conteo. En Colombia saltaron las alarmas porque ubicaron más de 100 hormigas en esas trampas, lo que está considerado como una densidad muy alta.

“Y para traerlo aquí al caso de la Reserva Forestal Taboga, se hizo exactamente el mismo ensayo y en la trampa que menos hormigas había se encontraron 485 y de ahí fueron subiendo las otras trampas. Algunas con 800, 900 hasta llegar a una trampa donde se encontraron casi 1.600 hormigas”, alerta León.

La hormiga loca tiene altas densidades de población, son muy dominantes y bastante agresivas frente a otros insectos. Además puede generar afectaciones en las viviendas al ingresar en los tomacorrientes, aires acondicionados puede provocar cortocircuitos y fallas en equipos eléctricos.Foto: ACAT

El remedio y la enfermedad

Este mismo año, países como Colombia y Argentina prohibieron el uso e importación del plaguicida llamado fipronil, debido a que representan “un riesgo para las abejas silvestres y melíferas, aun cuando se aplicasen las medidas adecuadas de mitigación”, manifestó el gobierno argentino.

Mientras tanto, en Costa Rica el Tribunal Contencioso Administrativo suspendió el Decreto Ejecutivo que prohibía el uso doméstico e industrial de este mismo producto, por una demanda de la empresa ECO Company S.A.

Ahora este plaguicida responsable de la muerte de millones de abejas en Costa Rica y en todo el mundo será la principal arma para combatir a la hormiga loca.

Una resolución del SFE, anunciada el pasado 23 de agosto, establece que el uso del fipronil se realizará de manera coordinada con los técnicos de la Liga Agrícola Industrial de la Caña (Laica).

Según admite Herrera del SFE, deben continuar buscando opciones con menor impacto ambiental pero de momento este plaguicida ha sido el más efectivo a la hora de bajar poblaciones de la plaga a través del uso de cebos. Es decir, una materia sólida impregnada con un elemento que elimine el insecto. Por ejemplo, una mezcla de harina de pescado con fipronil. Estos cebos que se aplican en el campo están orientados principalmente a cultivos.

Añade que el uso de ese cebo debe ser muy localizado para contener aquellos lugares donde haya más poblaciones y no una fumigación general. El permiso ampliado para utilizar este producto en caña de azúcar está vigente hasta el 31 de diciembre de este año. Herrera explica que si detectan alguna aplicación inadecuada puede ser revocada esa ampliación de uso.

“Yo creo que mientras ellos lo utilicen como la técnica lo indica no va a haber ningún inconveniente”, dice el inspector, que a la vez confirma que el recurso personal del SFE es muy limitado en la región Chorotega: solamente son cinco funcionarios y es imposible atender la situación de manera personalizada.

La ceguera temporal o permanente provocada por el ataque de la hormiga loca puede causar la muerte de algunos animales debido a que les impide alimentarse o hidratarse.Foto: ACAT

La forma en la que se aplica este plaguicida es algo que preocupa mucho al presidente de la Cámara Nacional de Apicultura, Juan Bautista Alvarado.

“Si bien es cierto, el Ministerio de Agricultura (MAG) ha indicado que el producto se utilizará en cebos, ni el servicio sanitario ni el MAG tienen la capacidad para fiscalizar o controlar que las personas en cañeras no lo usen fumigado”, resalta.

Alvarado asegura que si este producto continúa usándose como hasta ahora, de aquí al 2035 algunas zonas del país se quedarán sin abejas, ya que el 98% de los resultados del laboratorio de Senasa, indican que la causa de muerte de las abejas es el fipronil. 

En Guanacaste se han producido intoxicaciones en la zona de Papagayo, en Liberia, en Abangares, y todas estas intoxicaciones que se han dado son causadas precisamente por el fipronil”, enfatiza.

El Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional recomienda la cancelación de todos los registros de productos que contienen fipronil y la prohibición de la importación, formulación, transporte, exportación y uso a nivel nacional, tanto para uso profesional, como veterinario y agrícola.

Según Alexander León de ACAT, están realizando esfuerzos para buscar controladores biológicos: microorganismos como hongos que funcionen como una alternativa al uso de plaguicidas. Sin embargo, explica que es necesaria una investigación y asesoramiento riguroso para que la solución no se convierta en un segundo problema, porque en el pasado han habido situaciones con hongos que han afectado anfibios.

Sobre el uso del fipronil dentro de ASP, enfatiza que es un debate y un reto que tienen por delante.

“Pensamos que tal vez en algún momento se tendrían que tomar medidas. Quizás si fuera aplicando este producto de una forma muy, muy, muy controlada. Porque si no, el ecosistema en general es el que va a sufrir más”, agrega.

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