Liberia

¿Qué sabemos del caracol gigante detectado en Curubandé desde el 2019?

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Prácticamente cada semana, el Servicio Fitosanitario del Estado (FSE) carga un congelador con caracoles gigantes desde Liberia hasta Peñas Blancas, donde los queman en un incinerador en la sede fronteriza. Los recolecta el personal de la institución o los mismos vecinos que lo detectan. 

El caracol gigante africano habita en el distrito de Curubandé de Liberia desde octubre del 2019. Sin embargo, hasta abril de este año el SFE reportó su presencia

Con el anuncio de su existencia en el país, el gobierno decretó emergencia nacional y solicitó al Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) -que integran los países desde México hasta Panamá y República Dominicana- declarar alerta regional. 

Un informe del 2020 de Oirsa, aseguraba que en Costa Rica no habían reportes de su existencia. Según Olger Borbón, funcionario del SFE, el país lo comunicó al organismo hasta finales de ese año.  

Con la declaratoria de emergencia, la institución busca obtener más recursos para lograr su eliminación dentro de un año, con acciones como la adquisición de productos y la contratación de personal. “Se dice que se erradica cuando después de hacer todas las labores hayan pasado seis meses y no se detecta”, precisó Borbón.

Esta es una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según un listado de la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN). Tiene una gran capacidad de reproducción, por ser hermafrodita, y de adaptación al entorno. Además, transporta bacterias altamente dañinas para cultivos y la salud animal, ambiental y humana. 

A través de la baba, puede causar enfermedades en el sistema nervioso, como inflamación en la membrana que cubre el cerebro (meningoencefalitis eosinofílica), trombosis en los vasos que irrigan los intestinos y otros órganos digestivos (colitis eosinofílica), lo cual puede generar apendicitis e inflamación.

En el continente, República Dominicana y países del sur, como Colombia, Argentina y Brasil han reportado tenerlos.

¿Cómo llegó al país y por qué comunican su existencia hasta ahora?, ¿está controlada la plaga? Conversamos con el Dr. Olger Borbón, coordinador nacional para la plaga del caracol y funcionario del Programa de Operaciones Regionales del SFE para responder a estas y otras preguntas. La entrevista está levemente editada por extensión y precisión.

¿Cuándo y cómo llegó al país? 

Sospechamos que un habitante de Curubandé lo trajo en maletas de manera escondida. Así es como comúnmente llegan este tipo de plagas a los países. La persona tenía los caracoles gigantes en la casa y se le escaparon, desgraciadamente. 

¿Y esta persona enfrenta responsabilidades por haberlo traído? 

Bueno, ya la persona murió. Y sí, claro que sí, siempre hay responsabilidades, pero bueno, nosotros lo detectamos en octubre del 2019 y a partir de ahí se desarrolla todo el plan de contención de plagas cuarentenarias con el objetivo principal de buscar la erradicación, es decir, eliminarlo. 

Si el caracol se identificó desde el 2019, ¿por qué hasta ahora se comunica su presencia? 

Es por razones de cumplimiento de procesos internos. En ese entonces, nosotros activamos todos los procesos como SFE, encargado de las plagas de cultivos. ¿Por qué lo estamos informando y declarando emergencia nacional? Estamos declarando la emergencia para alertar a los ciudadanos del riesgo que puede haber: el daño económico en los cultivos, el problema que puede causar al ambiente, al ser humano y animales por transmitir enfermedades. 

¿Pero entonces en abril, cuando se comunicó, sucedió algo distinto que los hizo anunciarlo o por qué específicamente hasta ese momento? 

Siempre hay un proceso. Primero hay una etapa en la que nosotros actuamos y, aún a medida que vamos actuando y que tenemos un eficiente control sobre la plaga, le avisamos a los productores de la zona. ¿Por qué no avisamos antes? Porque si no llegan los curiosos a buscar el caracol y desgraciadamente se nos hubiera podido escapar para otras regiones. 

¿Cuántos han identificado desde el 2019?, ¿ha variado la cantidad de caracoles detectados periódicamente?

A groso modo, le puedo decir que desde el 2019 hemos recolectado unos 500 individuos. La última recolección que hicimos, del 24 al 28 de mayo, encontramos 14 individuos adultos y 24 caparazones. Cuando hablamos de caparazones es que ya el molusco está muerto [por la aplicación del pesticida metaldehído]. 

Y sí, ha venido en disminución. Las poblaciones en este momento son muy bajas, de 0,01 caracol por hectárea (10.000 metros cuadrados), por toda la labor que está realizando el personal de la región Chorotega. Nosotros tenemos [una oficina] regional que está compuesta por seis miembros y esas personas se van turnando todos los días para hacer un control manual, que es el más efectivo.

 ¿Cómo sabemos que está contenido en Curubandé y que no ha salido? 

Nosotros hicimos dos anillos de contingencia en la zona de Curubandé. El primero es un anillo de contingencia de un kilómetro de diámetro, que cubre más o menos 78 hectáreas. Y el segundo es del doble, es decir, tiene dos kilómetros de diámetro. 

En el primer anillo, de 78 hectáreas, solo lo hemos encontrado en un área de 21 a 30 hectáreas. O sea, después del año 2019, él sigue estando en el mismo anillo. No se ha salido al segundo anillo de contención.

¿Y qué acciones desarrollan para controlar la plaga?

Cuando tuvimos la certeza de que el caracol estaba ahí, nos reunimos con la comunidad y les dimos capacitaciones. Capacitamos inclusive a la Hacienda Guachipelín, que no está muy largo, porque como viene gente de otros lugares [es importante que tengan información porque el caracol puede adherirse incluso a llantas de carros]. A las personas de la comunidad les hemos dado información y les hemos enseñado a identificarlo. Ha sido una relación muy amistosa y las personas han estado anuentes a colaborar.

¿Cómo trabajan en el área dónde han aparecido?

Son diez fincas, generalmente potreros, las que están en el área donde apareció, pueden haber unas 60 personas viviendo en el lugar.

Nosotros hacemos prospecciones masivas [exploración de terrenos] donde traemos personal de las diferentes regiones del país y durante una semana todos vamos recorriendo el área donde está el caracol a ir encontrando casi metro por metro para ir eliminándolo. La última prospección se hizo del 24 al 28 de mayo.

Hacemos muestreos continuos a las fincas donde apareció el caracol. Dentro de esos muestreos aplicamos varias técnicas: la recolección manual de los caracoles [que después incineran], la aplicación de productos para el control del caracol, que han sido muy eficientes,  aplicación de herbicidas para eliminar hospederos [como plátano y guineo], porque hay fincas que están semi abandonadas. También recolectamos escombros [porque también se hospedan en ellos].

¿Han detectado afectaciones a cultivos? 

No. Curubandé es una zona principalmente productora de ganado. Los productores han tenido que sacrificar ciertos terrenos porque los hemos quemado con herbicidas. Entonces les hemos dado alimentos, nutrientes, sales y pacas a cambio. Eso lo hicimos a finales del año 2020.

El caracol en breve:

¿Cómo lo identifico? 

El caracol gigante africano puede llegar a medir hasta 25 centímetros de largo, pero es probable que usted no llegue a ver uno de ese tamaño en la zona. Generalmente miden 5 centímetros de largo (el tamaño de una batería o una llave maya).

El cuerpo es café oscuro y es pegajoso. Tiene una concha en forma de cono con líneas de color café, beige y amarillas. Tiene cuatro “antenitas” en la cabeza. 

¿Qué hacer si lo veo? 

  1. No lo toque con la mano desnuda. Utilice guantes o una bolsa. 
  2. Revise si hay otro(s) cerca.
  3. Utilice guantes o una bolsa e intente capturarlo(s) en un recipiente cerrado o una bolsa sellada. 
  4. Si por alguna razón lo(s) mata, igualmente captúrelo(s) con protección y guárdelo(s). 
  5. Llame de inmediato a los funcionarios del SFE para que lo(s) recojan y lo(s) destruyan. Teléfonos: 2549-3635, 2549-3636, 2549-3400
  6. Además, revise su vehículo al salir Curubandé. Asegúrese de que no hay caracoles adheridos en las llantas para no llevar la plaga a otras zonas del país.

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