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La Voz de Guanacaste y Fischel distribuyen más de 3.000 libros en Guanacaste

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Leer siempre es bueno. Ayuda a combatir el aburrimiento, despierta la creatividad y la empatía en quienes deciden sumergirse entre las letras, por eso nadie se atrevería a cuestionar que para los niños siempre será bueno crecer leyendo.

Durante  el mes de septiembre del 2015, La Voz de Guanacaste y la cadena de farmacias Fischel promovieron la campaña: Crecer Leyendo en los más de 70 establecimientos de Fischel en todo el país, para llevar literatura infantil a comunidades que normalmente tienen dificultades para conseguirlos y así fomentar el hábito de la lectura.

La campaña logró la donación de más de 3.000 libros, muchos que ya llegaron a escuelas de Tilarán, Nicoya, Hojancha, Abangares, Cañas y Santa Cruz.

Era muy sencillo: en cada farmacia tenían a la venta ejemplares de la colección completa de los cuentos de mi tía Panchita. Los clientes podían comprar los que quisieran y dejarlos en el establecimiento y todos serían distribuidos  a escuelas públicas de Guanacaste gracias a la alianza con La Voz de Guanacaste.

 

A finales de enero, La Voz inició en sus redes sociales una campaña para que escuelas de toda la provincia escribieran y pudieran así obtener una donación de libros nuevos para crear rincones de lectura, o mejorar la oferta en sus bibliotecas.

Todas las que escribieron obtuvieron el derecho a un lote de libros proporcional al número de estudiantes matriculados en la institución, y gracias a esta dinámica en redes sociales ubicamos 500 de los más de 3000 libros recolectados.

Para el resto de los libros, se contactó a funcionarios de las cuatro direcciones regionales del Ministerio de Educación Pública (MEP) en Guanacaste para obtener el nombre y dirección de instituciones donde no tuvieran libros de literatura infantil, y fue así como en marzo el equipo de La Voz comenzó a recorrer la provincia para hacer entrega de colecciones completas de los cuentos de mi tía Panchita.

Ya hay muchas escuelas en las montañas de Nicoya, Hojancha y Santa Cruz, y en las llanuras de Abangares y Cañas, que disfrutan de las historias de la cucarachita mandinga y tío conejo.

Seguiremos visitando escuelas para llevar todos los libros que tantas personas ayudaron comprar.  Si usted conoce de una escuela que realmente necesite de historias infantiles, contáctenos a [email protected].

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