Para muchos una naciente de agua es una simple fuente natural de este líquido; sin embargo, para los vecinos de Nambí de Nicoya las aguas que nacen en sus tierras tienen enormes propiedades sanativas.
En las faldas del cerro Los Santos, cerca de la plaza de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), se esconden unos salitrales– también llamados aguas salobres– en donde se evidencia las burbujas efervescentes de salida de agua.
Para la vecina de Nambí y miembro de la brigada de Bombero Forestales de Nicoya, Patricia Vázquez, las aguas de su barrio albergan propiedades curativas, además de relajantes.
“Estas aguas son increíbles. Cuando la uso para bañarme, me relajo un montón, pero cuando las tomo me da una energía impresionante. Yo tuve leucemia y siempre la tomaba cuando me daban los tratamientos y yo de viaje sentía lo que me ayudaba”, comenta Vázquez.
Vázquez también asegura que el agua funciona para el cutis, ya que ayuda a quitar la grasa y suciedad de la cara, además de que deja una textura más suave en la piel.
Por su parte, Juan José Torres, quien tiene dos salitrales en su propiedad, comenta que en muchas ocasiones utiliza el agua para curar cualquier tipo de herida en la piel.
Algunas propiedades
Aunque hasta el momento no existe ningún estudio científico ni técnico que revele las propiedades del agua, para Pedro Villalobos, de la Asociación Ambientalista el Tucán, los salitrales de Nambí tienen grandes proporciones de minerales.
“Esta agua tiene más peso. Además es un agua un poco más caliente del resto. Esa agua hay que monitorearla bien, pero hemos notado que tiene mucho cal, carbono y sodio”, explicó Villalobos.
Por ahora se desconoce la razón científica. Algunos vecinos rumoran que debajo del cerro Los Santos se esconden algunas venas volcánicas, que vienen del Rincón de la Vieja, mientras otros, con menos especulación, atribuyen el agua como una simple naciente térmica.
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