¿Cuál sería su reacción si se enterara que la gente en Nosara y Sámara paga entre cinco o seis veces más por impuestos a la propiedad en comparación con el resto de los habitantes del cantón? ¿Sabía que el 23% de los trabajadores en Nosara no cuentan con un seguro médico? ¿O que a pesar de todo el despliegue publicitario sobre la educación en Costa Rica, sólo el 24% de los adolescentes en Nosara terminan la secundaria? Estos son sólo algunos de los datos que revela un nuevo y detallado estudio hecho por el Centro por el Turismo Responsable (CREST, por sus siglas en inglés).
Durante los próximos meses, la Voz de Guanacaste publicará una serie de artículos basados en el nuevo estudio investigativo: “Un retrato de la realidad económica en Nosara y Sámara: Proporcionando las herramientas para el Desarrollo Sostenible”, el cual fue encargado por la Asociación Cívica de Nosara (NCA, por sus siglas en inglés) y financiado por la Fundación Johnson Short, del Fondo Harmony.
El reporte incluye información sobre impuestos, nivel educativo, pobreza, desempleo y otros indicadores sociales para ayudar a los líderes comunitarios a identificar las fortalezas y necesidades para el desarrollo regional. El estudio se encuentra disponible tanto en inglés como en español en la página web de la NCA, http://www.nosaracivicassociation.com, y el mismo será tema de discusión en la próxima reunión entre la Asociación de Desarrollo Integral de Nosara (ADIN) y la NCA.
Marcos Ávila, presidente del ADIN, comentó que el reporte presenta información valiosa que viene a respaldar el deseo de formar un Consejo Municipal de Distrito, y que además “es muy importante porque la misma comunidad se entera de lo que sucede en la municipalidad”.
La idea de formar un Consejo Municipal de Distrito se hizo más atractiva una vez que la Asamblea Legislativa aprobara en febrero la nueva acta de Reforma al Consejo de Distrito, la cual otorga a estos consejos una mayor autonomía administrativa. Actualmente hay 8 Consejos Municipales de Distrito en Costa Rica.
De igual manera, el presidente de la NCA, Alvin Rosenbaum, indicó que “el reporte provee la información necesaria para dirigir mejor el apoyo del sector privado a los servicios sociales, así como también evidencia que un Consejo Municipal de Distrito es necesario como una forma gubernamental para mantener la recolección de impuestos en Nosara”.
Rosenbaum admitió estar sorprendido por el desequilibrio que existe entre el los impuestos de bienes inmuebles que Nosara paga a la municipalidad y el número de proyectos recibidos en el distrito, lo que provoca una relación de 5 a 1, peor de que la esperaba. Los proyectos son aprobados por el Consejo Municipal.
Los datos presentes en el reporte no incluyen los impuestos que se recolectan en materia de permisos, multas o licencias, pues el sistema municipal de información no los agrupa por distrito. Y lo que es más, el cantón tampoco documenta la carencia en servicios como la recolección de basura.
“El alcalde de Nicoya, durante su cooperación en la elaboración del reporte, reconoció por primera vez la falta de servicios y proyectos en el distrito de Nosara, así como su aparente no oposición sobre el posible desarrollo de un Consejo Municipal de Distrito en Nosara”, concluyó Rosenbaum.
Retos y sorpresas en la creación del reporte CREST
Una entrevista con Janelle Wilkins
La Voz entrevistó a Janelle Wilkins, consultora para el CREST y quien fuera la líder en la recolección de datos para el estudio. Wilkins ha vivido en Monteverde los últimos seis años, en donde trabajó como la directora ejecutiva del Instituto de Monteverde. Ella, con apoyo y ayuda técnica de parte del CREST, también contribuyó a establecer el Fondo Comunitario de Monteverde, basado en el concepto del Altruismo del Viajero.
Para crear un estudio exhaustivo, que abarcara la situación en general e incluyera indicadores de pobreza, economía, crecimiento y desarrollo, Wilkins se reunió primero con miembros de la NCA y de la ADIN para poner en claro sus expectativas y necesidades, así como para descubrir la información disponible. “Una de las contribuciones más grandes de parte de la ADIN fue abrir las puertas de la Municipalidad de Nicoya. Ellos cementaron el camino a través de varias reuniones con el alcalde para que cuando yo llegara me recibieran con la puertas abiertas”, nos contó Wilkins.
Ella reconoció que Adrián Rojas Herrera, de la Oficina Municipal de Planificación, e Iraida Solórzano Obando y Carmen Sigdy Jiménez Juárez, de la Oficina de Controlaría Municipal, fueron de muchísima ayuda. “Ellos hicieron hasta lo imposible por conseguirme la información que necesitaba. El problema es que, en muchas oportunidades, la información no se recoge de una forma que tenga un acceso fácil”.
Uno de los mayores retos fue que la información sobre el distrito era limitada y difícil de encontrar. Por ejemplo, la municipalidad podía proveer información distrital sobre los impuestos durante el 2013, pero toda la información de años anteriores estaba amontonada en un mismo lugar. Afortunadamente, uno de los miembros de la NCA había solicitado información similar en el 2008, lo que hizo posible comparar ambos años, pero no otros.
También fue difícil recabar información sobre los desembolsos por distrito. “Pero aquí la oficina cantonal hizo lo posible por darme la información que pudiera”, dijo Wilkins. “Ellos imprimieron de sus propios registros toda la información sobre proyectos presupuestados e implementados o no, desde el 2009. Sin embargo, estos no estaban separados por distrito, así que otra oficina, la de los ingenieros, revisó cada año manualmente y escribió a qué distrito correspondía cada proyecto. Fue un esfuerzo valioso. Pasé muchas horas compilando y analizando estos datos, pues eran de gran interés para la NCA y la ADIN”.
Además, mucha de la información disponible está fundamentada en el censo del 2000, el cual no es muy reciente. Aunque existe información disponible en línea del más reciente censo en el 2011, la separación de estos datos y su análisis aún es limitada.
Entre las sorpresas que se descubrieron durante la investigación, Wilkins remarcó la desigualdad en el acceso al seguro social. Durante el 2012, en el distrito de Nicoya, el 12.5% de los trabajadores no estaban cubiertos por el Seguro Social, mientras que en Nosara el porcentaje ascendía a un 23%.
Wilkins también notó que muchos indicadores, como los niveles de pobreza y desempleo, muestran que el turismo no es la solución a todos los problemas de la región, pues muchos estudios muestran que Guanacaste tiene grandes necesidades a pesar de su alto nivel turístico.
La desigualdad que se observa al comparar los ingresos generados en Nosara y Samara versus el total de dinero reinvertido en estos distritos por la municipalidad también fue otro tema importante del estudio. “No fue sorpresivo. La gente en Nosara y probablemente en Sámara saben que están pagando más impuestos que la gente en otros lugares. Creo que sabían que no estaban recibiendo mucho en cuestión de proyectos y servicios. Sin embargo, creo que la gran diferencia que observamos en los datos sí fue mayor de lo que esperábamos”, admitió.
Normalmente, la suma total de lo pagado en impuestos a la propiedad difiere de un distrito a otro, pues las tierras agrícolas estaban gravadas de manera diferente a aquellas consideradas de lujo, lo que no es algo malo, según comentó Wilkins. Sin embargo, sí señaló que Costa Rica no cuenta con un sistema a nivel nacional de valoración y regulación del valor de las propiedades, y que el costo de muchos de estos impuestos se basa en auto-evaluaciones.
El número de proyectos aprobados y presupuestados por distrito versus el número de proyectos ejecutados, representa otra desigualdad alarmante. Wilkins notó que, debido a la forma en que se maneja la contaduría, que rebota o arrastra presupuestos año tras año, se tendría que llevar a cabo una auditoría exhaustiva antes de comprender completamente esta situación. Esto también ayudaría a determinar su los proyectos son presupuestados tomando en cuenta el ingreso municipal real versus el proyectado.
“Creo que gracias a todo el proceso de solicitudes y entrevistas a las personas involucradas, se alcanzó una mayor concientización sobre lo importante que es trabajar juntos para cambiar las cosas”, comentó Wilkins. Ella afirmó que la colaboración será esencial para afrontar los problemas que remarca el reporte.
Datos importantes y puntos de interés
POBREZA: hoy, entre un 22% y un 25% de costarricenses viven en condiciones de pobreza. En los distritos de Nosara y Sámara, se estima que un 25% o más de las familias viven en condiciones de pobreza.
POBREZA EXTREMA: el indicador “pobreza extrema”, el cual se basa en la habilidad de cubrir las necesidades alimenticias básicas, cayó de un 9% en el 2001 a apenas un poco más del 5% en el 2006 en el cantón de Nicoya, lo que representa una mejoría sobre los cantones adyacentes. El cantón de Santa Cruz muestra la mayor concentración de pobreza en la región, con un 11.5% de las familias en condiciones de pobreza extrema.
NECESIDADES BÁSICAS: las cuatro categorías básicas son: techo, un estilo de vida saludable, acceso al conocimiento y acceso a otros bienes esenciales y servicios. Durante el 2011, Nosara y Sámara registraron entre un 34% y un 48% de familias con al menos una carencia en una de estas categorías, y la comunidad de Belén de Nosarita reportó entre un 49% y un 63% de familias en la misma escala, según el informe del Estado de la Nación. Estos números representan una mejoría con respecto al 2001, pero se encuentran aún muy sobre el promedio nacional de 24.6%.
DESIGUALDAD: El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP, por sus siglas en inglés), colocó a Costa Rica en la posición número 100 entre los 126 países con mayor nivel de desigualdad en el Índice de Desigualdad de Ingreso, lo que representa una posición poco envidiable. En el 2010, los ingresos del 10% de las familias más ricas fueron 24 veces mayores que el del 10% de las familias más pobres, lo que marcaba el nivel de desigualdad más alto en los últimos 20 años.
SEGURO SOCIAL: En el 2012, el 12.5% de los trabajadores en el distrito de Nicoya no estaban cubiertos por el Seguro Social, mientras que en el distrito de Nosara ese porcentaje era del 23%.
EDUCACIÓN: En el 2011, sólo el 46.3% de los estudiantes entre los 17 y los 21 años se graduaron de secundaria a nivel nacional. El distrito de Nicoya se encuentra cerca del promedio con un porcentaje del 43.3% de estudiantes que terminan sus estudios secundarios, pero en las regiones rurales este porcentaje disminuye. En el distrito de Nosara, por ejemplo, sólo el 25.4% de los estudiantes completaron su secundaria.
IMPUESTOS A LA PROPIEDAD: Cada persona en Nosara y Sámara paga entre 5 o 6 veces más en impuestos sobre la propiedad que aquellos que viven en las regiones más densamente pobladas de Nicoya, y entre 7 o 9.5 veces más que aquellos que viven en los otro 4 distritos.
PROYECTOS POR DISTRITO: Entre el 2009 y el 2012, el distrito de Nicoya propuso 149 proyectos, San Antonio 146, Belén de Nosarita 112, y Nosara y Sámara propusieron 67 y 50, respectivamente. En Nosara, la mayoría de los 67 proyectos presupuestados tenían que ver con el mantenimiento de las carreteras o mejoras al servicio del drenaje.
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