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Nuevo proyecto de Senara promete más agua para agricultura pero deja buen uso en manos de productores

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Un nuevo proyecto de $500 millones del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara) promete llevarle agua suficiente a 1.000 agricultores y ganaderos de Carrillo, Nicoya y Santa Cruz en el 2022, desde el embalse de Arenal.

 

¿Cómo garantizan su uso eficiente? En una provincia que se enfrentará a más sequías en el futuro y cuya agricultura hace un consumo ineficiente del recurso, la pregunta es necesaria. Sin embargo, la respuesta no es tan certera.

 

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Aunque el Proyecto Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del Río Tempisque y Comuniadades Costeras (Paacume) promete distribuir el agua de manera equitativa entre pequeños y grandes productores, no puede garantizar que los dueños de las tierras utilicen el agua de manera eficiente.

 

 

Cada productor decidirá el uso del líquido según el tipo de cultivo que siembre, su técnica de riego y su rentabilidad. Si alguien decide hacer riego por inundación (un sistema que el AyA ya ha calificado como ineficiente), puede hacerlo.

 

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Senara le apuesta a una posible alza en el precio del agua como un factor que podría persuadir a los productores de hacer un uso más eficiente, pero está en manos de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) la tarifa para este proyecto.

 

 

Actualmente, un productor paga únicamente ¢60.000 anuales por hectárea en el Distrito de Riego Arenal Tempisque (DRAT) que lo componen los cantones de Abangares, Cañas, Carrillo  Bagaces, Liberia y Carrillo, y que como Paacume, se abastece del embalse Arenal.

 

“Si un agricultor decide sembrar arroz, que es un alto consumidor de agua, pues entonces tendrá que pagar un costo más alto porque consume más agua en un área menor, su rentabilidad va a estar asociada a eso, nosotros le asignamos una cantidad máxima de agua al agricultor a base de un cobro volumétrico, explicó Coto.

 

Con él coincide el especialista en tecnología e innovación y cambio climático del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Jonathan Castro. Para él, el cobro según el volumen que consuma cada usuario puede llevar a que los productores guanacastecos se vean obligados a hacer un uso más eficiente del agua.

 

“Una tarifa volumétrica para riego agropecuario podría ser un primer incentivo o persuasión para llevar a la eficiencia por parte de los usuarios”, dijo Castro.

 

Además del agua para riego agropecuario, Paacume daría agua para consumo humano, generación eléctrica, y riego en zonas turísticas.

 

Productores responsables

 

El especialista del IICA, Jonathan Castro, explicó que para lograr la eficiencia en la producción y el manejo del agua el agricultor debe tomar la iniciativa y asociarse con otros productores e instituciones del gobierno.

 

“Pueden ser sociedades de usuarios, asociaciones, cooperativas, pero hacerlo de forma colectiva, no solo esperar a que el Gobierno llegue a decirme que hacer o a capacitarme”, explicó Castro.   

 

En esta fotografía se puede apreciar el sifón que actualmente se encuentra en el río Tenorio. Senara construiría uno similar que pasaría por debajo del río Tempisque y conectaría a la comunidad de Palmira en el cantón de Carrillo. 

 

La capacidad para adaptarse al cambio climático será una variable que determinará si el agricultor hace ese uso eficiente, dijo también el especialista del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia Tecnológica (INTA), Edwing Quirós.

 

“El uso eficiente del agua va relacionado según el cultivo, tipo de suelo, y clima. Eso determina cuánta agua se necesita y el tipo de sistema de riego a usar”, afirmó Quirós, quien es coordinador de la Estación Experimental Enrique Jiménez Nuñez, ubicada en Cañas.

 

Un productor que ha tenido que adaptarse a las consecuencias del cambio climático es Andrés Vázquez, de la Finca Ganadera Los Sukias, en Cañas, él es uno de los beneficiados del agua que proviene del DRAT pues su finca está cerca del área de los canales.

 

En las 133 hectáreas de su propiedad, Vázquez siembra arroz sin pesticidas, caña de azúcar orgánica y pasto de corta.

 

Él explica que su técnica de riego para el arroz es por medio de un sistema que él llama “mojes”, el cual consiste en mojar el suelo durante algunos días por algunas horas y así reducir el consumo de agua.

Con esta técnica he logrado reducir el agua en un 50%. Ahora solo uso 1.5 litros por segundo por hectárea de arroz”, afirmó el productor.

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