Durante el primer fin de semana de setiembre, una avalancha de gente asfixió la arribada de tortugas lora en la costa de Ostional. Las fotografías de la debacle reventaron Facebook y el reproche masivo en la red social no tardó en llegar.
No voy a decir que no comprendo el impulso hostil que generaron estas imágenes en tantas personas. Es natural, el estímulo visual opera de inmediato y la reacción es orgánica, casi instintiva. Sin embargo, quedarse con la foto es como quedarse con el titular. Así que, si el tema realmente le interesa, me permito agregar algunos elementos adicionales a la discusión.
1 La presencia de gente haciendo lindo o feo en Ostional mientras las tortugas desovan no es un suceso particularmente inusual. Es decir, acontece con relativa frecuencia y normalmente las autoridades pueden controlarlo. Sin embargo, este fin de semana la cantidad de gente fue descomunal y la situación se salió de control.
2 ¿Por qué llegaron tantas personas? En buena medida por la negligencia de quienes promocionaron viajes y visitas aprovechando la coincidencia entre la temporada alta de arribos y la sequía que azota Guanacaste (normalmente llegar a Ostional en invierno no es fácil).
3 La situación, tan pintoresca como caótica, agarró completamente desprevenidas a las autoridades (2 guardaparques y 3 oficiales de la fuerza Pública tuvieron que enfrentar ese desmadre). Es evidente que faltó previsión, planificación y control.
4 Ya se están tomando medidas para evitar que esto se repita. La administración del Refugio de Vida Silvestre Ostional coordinará con la Fuerza Pública, líderes comunales, guías turísticos y la Asociación de Desarrollo Integral de Ostional (entre otros) para fortalecer los controles del caso. El SITRAMINAE (que denunció los hechos) también ofreció su ayuda y de paso le jaló el aire al Sistema Nacional de Áreas de Conservación en amenas declaraciones a La Nación.
Ahora bien, además de los recién compartidos hay otros datos a tomar en cuenta cuando se habla de Ostional. Una discusión como la que se ha planteado esta semana, nos da la excusa perfecta para abordarlos.
Un punto fundamental que muchos parecen haber olvidado es que la comercialización de los huevos de tortuga provenientes de Ostional es legal desde 1987. Es la única playa de Costa Rica donde se permite dicha práctica, desarrollada además por miembros de la comunidad en el marco de un modelo integral y sostenible bajo el control y la supervisión de la UCR, el MINAE, el SENASA e INCOPESCA.
“¿¿Legal?? Pero, pero… ¿cómo es eso posible?”
En dos platos porque no hay playa para tanto huevo. Es tan descomunal la cantidad de tortugas que llega a Ostional que su principal “depredador” son ellas mismas. Se estima que las tortugas destruyen el 40% de los nidos creados previo a su llegada, pasándoles por encima y arrojando los huevos ajenos por los aires. Agreguen a eso el papel de zopilotes, larvas y otras especies y bueno… la cosa se pone cuesta arriba. Todo esto sin mencionar la erosión y las condiciones de la época seca, que básicamente hacen de los nidos cementerios. Como resultado la mortalidad por causas naturales de los huevos de tortuga en Ostional alcanza un 93%. Es decir, con o sin intervención del ser humano, la enorme mayoría de los huevos se pierden.
Entonces sí, la Asociación de Desarrollo Integral de Ostional está autorizada por ley para tratar de ganarle la vuelta a ese 93% y aprovechar huevos que de todos modos se perderían. ¿Qué porcentaje de huevos extrae la comunidad de Ostional de los que llegan a la playa? Alrededor del 1%.
Sin embargo, año con año vemos fotos de los vecinos de Ostional trabajando a derecho y procurándose el sustento de forma legal y año con año reciben metralla de muchísimas personas que ignoran esto y que encima los equiparan a los delincuentes que operan en el Atlántico, sin conocer la realidad de este pueblo, el contexto de su lucha y el espíritu sostenible del proyecto.
Esta imagen se ha usado cientas de veces para “denunciar” saqueos donde no los hay
Naturalmente distintos ambientalistas, biólogos y conservadores han debatido en torno al referido proyecto por mucho tiempo ya. La UCR (que lleva casi 45 años trabajando con la comunidad) defiende que el programa es sostenible e integral, que no pone en riesgo a la especie y que además permite el sustento de los locales. Por su lado, los detractores del proyecto sostienen que la práctica pone en peligro a la tortuga lora y perjudica a otras especies como la verde y la baula, a causa del mercado negro que se aprovecha del portillo legal de Ostional para “lavar” huevos ilegales y venderlos como si fueran de la zona.
También es importante tomar en cuenta que el programa da empleo a cerca del 40% de los vecinos. Además, contempla incentivos estudiantiles, de maternidad y hasta un sistema de pensiones. Como podrán imaginar para los cerca de 1000 habitantes de Ostional, este proyecto representa el pulmón de su progreso.
En fin, si el tema les interesa tanto como a mí los insto a ver el documental OSTIONAL: el refugio de una comunidad, dirido por Pedro Murillo y preparado por la UCR. No puedo subrayar lo suficiente la importancia y relevancia de este trabajo. Más allá del tema central de la obra, lo que señala sobre el caso de Jairo Mora es fundamental y sí que representa una vergüenza internacional para Costa Rica. Además, el final del video es una bofetada para todo nuestro ordenamiento jurídico, nuestra forma de legislar y nuestra forma de opinar.
Pa terminar
Entiendo que ver imágenes como la que ilustra este artículo puede resultar molesto, pero no perdamos de vista que a veces, cuando reaccionamos con furia automática, nos falta contexto y perspectiva, especialmente si opinamos a la distancia y con información limitada.
Además, ese malestar podría estar mejor encausado: sin ir muy lejos la sequía que afecta a Guanacaste actualmente es muchísimo más grave y preocupante que el incidente de las fotos… y no suele ser tema de debate en redes sociales.
Ostional es parte de Costa Rica y la mayoría de nosotros desconoce su realidad.
Sus habitantes están bajo amenaza constante de desalojo y el Estado tiene años pateando la bola, incapaz de resolver la situación de esta y muchas otras comunidades costeras cuya suerte se decidió con leyes firmadas desde San José, sin la debida atención a su contexto y realidad.
No cometamos el mismo error que nuestros legisladores… podemos preocuparnos por la conservación de nuestras tortugas, pero también podemos (y me atrevo a decir, debemos) preocuparnos por la conservación de nuestras comunidades y de nuestra gente.
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