El 26 de agosto, el Ministerio de Salud emitió una orden de clausura para el botadero a cielo abierto de Nosara. La orden fue enviada a Alvin Rosenbaum, presidente de la Asociación Cívica de Nosara (NCA por sus siglas en inglés) y da 90 días para que se haga efectivo su cierre.
La razón según Salud es por el mal manejo de los desechos en el vertedero nosareño, generando un daño a la salud y al medioambiente.
Sin embargo, la NCA le contestó a la orden de cierre de Salud con dos recursos legales, el primero fue una revocatoria dirigido a la propia Área Rectora de Salud de Nicoya para dejar sin efecto la orden de clausura, y el segundo un recurso de amparo ante la Sala Constitucional para que se anule dicha orden
El fundamento legal, según la NCA es que la orden emitida por Salud no tiene validez por no existir una realidad de fondo y por alejarse de la verdad real de los hechos, al ordenar un cierre técnico del botadero sin tomar en cuenta las necesidades y problemática de los habitantes de Nosara en el tema de manejo de residuos.
La NCA argumentó que un eventual cierre del botadero representaría un daño mayor al medio ambiente y a la salud de los nosareños.
Así lo explicó Álvaro Quesada, abogado contratado por la NCA y encargado de tramitar el caso.
“Reconocemos que actualmente con el botadero hay un riesgo ambiental pero este es un riesgo controlado, sin embargo, con el cierre del botadero se generaría un riesgo ambiental descontrolado pues todos los vecinos de Nosara dejarían la basura en cualquier parte”, explicó Quesada.
Además, de este argumento Quesada explicó que en el 2013 la NCA ofreció donar el terreno donde se encuentra el botadero a la Municipalidad de Nicoya para que esta se hiciera cargo del mismo y realizara obras de mejora en la infraestructura, y propuso usar un camión que transporta material de una ferretería y que viaja a diario a Nosara, el cual en el viaje de regreso a Nicoya va vacío y podría encargarse de los Residuos.
No obstante, a la fecha no ha habido una respuesta formal de la alcaldía a ambos ofrecimientos.
Con estos dos documentos de defensa presentados por la NCA, el cierre técnico del botadero queda temporalmente suspendido hasta tener una respuesta por parte de la Sala Constitucional que le dé la razón a Salud o anule la orden de clausura.
El botadero de Nosara abrió sus puertas en 1992 en el terreno que en un principio estuvo a nombre de Amigos de Nosara y que en 1998 pasó a manos de la NCA. Desde su apertura ha sido administrado por Microempresa para el Saneamiento Ambiental (MICROSAN) y esta es la segunda vez que recibe una notificación de cierre por parte del Ministerio de Salud, la primera fue en el 2011 y fue por el mismo motivo. En esa oportunidad, vecinos y empresarios de la zona donaron fondos para mejorar las condiciones del botadero.
También, en Octubre del 2013, el Tribunal Ambiental ordenó el cierre del botadero pero la alcaldía apeló la orden.
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