El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) están investigando las condiciones relacionadas con el ahogamiento de dos niños de apellidos Torres Pérez en Río Sonzapote en Quebrada Honda de Nicoya.
Un día de celebración se convirtió en un día de tragedia el miércoles 11 de diciembre. Omar Chavarría, jefe de la policía de Nicoya relató que la familia se preparaba para celebrar la graduación de los niños y estos querían ir al río con sus primos. Primero, el niño de 6 años de edad, comenzó a ahogarse en una piscina profunda conocida como El Chorrón. Fue entonces cuando el de 10 años de edad, trató de salvar al más joven, pero también terminó ahogándose. Para cuando alguien más se percató, ya era demasiado tarde. Chavarría informó que los niños no sabían nadar y que el PANI estaba investigando el asunto supuestamente porque el pariente que estaba supervisando a los niños tiene una discapacidad mental.
El equipo psicosocial de la oficina local de Nicoya se encuetra “valorando elementos de riesgo con otras personas menores de edad de existir dentro del núcleo familiar; para así darles a los adultos encargados el debido apercibimiento”, de acuerdo con Rebeca Francis Ruiz, coordinadora de la oficina de PANI en Nicoya.
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