Un hotel de lujo está siendo construído en Playa Carrillo, lo cual estimularía el turismo de esa zona. El hotel, que aun no tiene nombre definido, tendrá una estructura de 5.000 m² y albergará unas 50 habitaciones equipadas, con estándares cinco estrellas. Además, contará con sala de masajes, piscina y restaurante, y está ubicado detrás del estero a escasos 100 metros de la playa, permitiendo que las habitaciones tengan vista al mar.
La obra es iniciativa del empresario puntarenense Arnoldo Beeche y representa una inversión superior a los ¢2.600 millones. Beeche también es el propietario del hotel “El Establo” ubicado en Monte Verde, Puntarenas.
El proyecto generaría unos 60 empleos directos, en su mayoría de la zona. Entre los puestos que se estarían solicitando están servicio al cliente, jardineros, recepcionistas, misceláneas, chef, entre otros.
Beeche explicó que el objetivo es dar una contribución al desarrollo del turismo en Playa Carrillo.
“Esta playa tiene un gran potencial pero aun no se ha podido desarrollar. La idea con este proyecto es poder contribuir con ese desarrollo”, comentó el empresario.
Las obras para la construcción del complejo arrancaron a principios de enero y se prevé que el hotel se estaría inaugurando en el mes de noviembre.
De acuerdo con el alcalde hojancheño, Eduardo Pineda, el hotel cuenta con todos los permisos de construcción.
“Esta obra se sometió a todos los procesos de legalidad y al final logró cumplir con todos los requisitos que exige el Instituto de Turismo, Ministerio de Ambiente, Salud y la ley de Zona Marítimo Terrestre. Es un proyecto con todas las de la ley”, aseveró el alcalde.
Además, según el síndico de Playa Carrillo, Jacinto Cortés, la construcción del hotel se somete a la modalidad de concesión, por tanto debe cumplir con las regulaciones establecidas en la ley de zona marítimo terrestre ZMT Nº 6043.
Pineda también señaló que un proyecto de esta magnitud es un impulso a la actividad turística que ha quedado un poco rezagada en el cantón.
“Este proyecto viene a ser un golpe de timón para un turismo que estaba deprimido en esta zona de Carrillo, a pesar de ser una playa muy bonita, carece de empresarios e inversionistas decididos a invertir aquí”, comentó Pineda.
Robert Gordon, dueño de la propiedad vecina del futuro hotel desde el año 1995, piensa que es una gran oportunidad para el pueblo. “Va a mantener el pueblo vivo, después de siete años de una crisis que mató el turismo aquí”, agregó.
Por su parte, Carmen Díaz, quien trabaja vendiendo granizados en la playa, opina que el hotel será una solución de empleo para la comunidad.
“No me molesta la construcción porque antes ahí había un hotel. Me parece que sí está bueno porque es una fuente de trabajo. Recientemente la empresa Panamerican hizo recorte de peones y botó un montón que están sin trabajo”, dijo Díaz.
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