Vida y salud

Tome suficiente agua pero sin excederse

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Falta o exceso de agua— ambas condiciones pueden ocasionar malestar y llegar a ser mortales. Alrededor del 65% del cuerpo está conformado por agua. Por esta razón, el agua es uno de los componentes vitales de nuestro organismo, haciendo que seamos muy sensibles a los cambios en el nivel de esta.

La cantidad de agua que debemos tomar depende de las pérdidas que tengamos. Algunas pérdidas son muy obvias, como a la hora de orinar, pero hay otras en las que generalmente no pensamos como al sudar, respirar o por vómitos o diarrea. Por ejemplo, una persona que pasa todo el día en la playa bajo el sol o en el agua, que trabaja en el campo o que hace mucho ejercicio deberá tomar más agua que alguien que está en su casa mirando televisión o que trabaja en una oficina todo el día.

La creencia popular es que se deben tomar ocho vasos de agua al día. Sin embargo, el clima caliente, la humedad en el ambiente y la actividad física pueden hacer que nuestros requerimientos de agua aumenten. Si por lo general no tiene sed y su orina es de color claro o transparente, usted se está hidratando correctamente. Si por el contrario, siempre tiene sed, orina muy poco y de color amarillo oscuro, es probable que deba hidratarse más.

Pero recuerde que nada en exceso es bueno. El ingerir demasiada agua, más de la que el cuerpo puede eliminar, puede llevar a una intoxicación (lo que se conoce como hiperhidratación), provocando dolor de cabeza, dolor abdominal, mareos, vómitos y desmayos. La cantidad de agua que usted puede eliminar dependerá principalmente de la función de su corazón, de los riñones y de la hipófisis (una glándula ubicada en la base del cerebro que se encarga de secretar hormonas que regulan el estado de equilibrio del cuerpo). A diferencia de la deshidratación, que puede ser muy común, esta condición es rara pero debe conocerse y evitarse, especialmente entre atletas de alto rendimiento.

Por su parte la deshidratación, que es la pérdida excesiva de agua y líquidos del cuerpo, provoca nauseas, dolor de cabeza, resequedad en la boca, orina escasa de color amarillo oscuro, agotamiento físico y mental y alteración del rendimiento normal en quien la sufre. Los niños y personas de la tercera edad tienen un más riesgo de deshidratarse ya que su cuerpo asimila el agua con mayor rapidez. Cuando la deshidratación es grave, puede llegar a ser mortal.

Al visitar o vivir en zonas tropicales y calientes como nuestras playas, recuerde que su necesidad de líquidos va a aumentar significativamente mientras su cuerpo se ajusta. Consuma abundante agua y asegúrese que esta sea potable. En caso de duda, hiérvala primero.

¿Por qué tomar agua y no gaseosas, hidratantes o jugos?

El agua es un compuesto puro, esencial para la vida, que brinda muchas ventajas. Primero, no contiene azúcar. Por el contrario, la mayoría de los jugos disponibles en el mercado tienen grandes cantidades de azúcar, ¡y las gaseosas pueden contener hasta siete cucharaditas de azúcar por lata! Además, el agua no posee calorías (hasta los hidratantes las poseen) ni ingredientes adicionales como aditivos, colorantes y preservantes, entre otros. Si va a tomar un jugo o fresco, trate que sea natural, extraído directamente de las frutas y preferiblemente sin o con poca azúcar.

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