Medio Ambiente, Ciencia

¿Qué tan grave es el estado del golfo de Nicoya? Te damos 7 claves para entenderlo

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Traductora: Arianna Hernández

“El golfo de Nicoya es uno de los espectáculos más hermosos de la naturaleza meridional que es posible imaginar. Suprímansele al golfo de Nápoles las obras que corresponden a la actividad artística del hombre, es decir, toda la ciudad de Nápoles y sus alrededores, y yo apuesto que todo viajero adjudicará la palma al golfo de Nicoya”. -Wilhelm Adolph Marr, viajero alemán, febrero de 1853.

Esta frase acompaña la foto de un atardecer anaranjado que contrasta con el azul de las montañas y el oleaje del golfo de Nicoya.

Así inicia el “Atlas marino-costero del golfo de Nicoya”, un diagnóstico multidisciplinario de más de 300 páginas que elaboró la fundación Marviva. En él reúne los datos existentes sobre el golfo y aporta también nuevos análisis.

“Existe una gran cantidad de información sobre el golfo de Nicoya, dispersa en diagnósticos socioeconómicos y ambientales, investigaciones científicas, reportajes históricos y periódicos”, explica el director de la fundación, Jorge Jiménez. 

Cualquier lector que quisiera tener una visión integral del golfo debía hacer un esfuerzo muy grande por recabar toda esa información.

Sus hallazgos son preocupantes: el golfo es un gran receptor de los desechos plásticos de la meseta central, y las aguas marinas y los peces de la zona están contaminados por pesticidas y plásticos. El informe también da un vistazo a los intentos y obstáculos con que han topado las áreas protegidas para conservar mejor la región.

La Voz de Guanacaste conversó con el director de Marviva, Jorge Arturo Jiménez, sobre siete puntos claves del documento

1. Una majestuosa puerta de entrada al país

El atlas tiene un capítulo dedicado a la importancia histórica del golfo. Lo considera la puerta de entrada a Costa Rica, su colonización y fundación como república.

Los navegantes europeos vieron la riqueza paisajística del golfo y, a pesar de esto, todavía Costa Rica no explota sus bellezas en la mayor parte de las áreas”, lamenta Jiménez.

Esa riqueza no es como la que podemos ver actualmente en un tour. Además de peces comestibles, en esa zona habitaron tiburones y ballenas en el siglo XVIII. “Ahora a todos nos parece normal que no existan, y tiene mucho que ver con la sobrepesca y la contaminación”, agrega.

Las crónicas antiguas también describen que los potreros en la línea costera eran bosques.

A pesar de esas pérdidas, el golfo sigue siendo uno de los ecosistemas más productivos de la costa, y tiene un rol socioeconómico que mantiene a miles de pobladores costeros en turismo, pesca y acuicultura. La pregunta es, ¿por cuánto tiempo más?

Golfo de Nicoya

Golfo de Nicoya Foto: César Arroyo CastroFoto: César Arroyo

2. Un golfo contaminado

El golfo dejó de ser la principal área de pesca artesanal del país por la reducción de las poblaciones de peces, así lo explica Jiménez. Aclara que este problema ambiental no tiene que ver únicamente con la sobreexplotación, sino también con la contaminación de las aguas del río Tempisque.

Además de pesticidas y contaminantes orgánicos, recientemente detectaron que el golfo se está convirtiendo en un gran receptor de los desechos plásticos de la meseta central. 

El atlas advierte que en las desembocaduras de los ríos Tárcoles y Tempisque la calidad del agua ni siquiera es apta para usos agrícolas y que algunas playas turísticas cercanas al golfo tienen niveles de contaminación fecal demasiado altos.

Otro de los hallazgos importantes es que no solo hay microplásticos en las aguas, sino también dentro de los peces. Es decir, la zona está produciendo productos pesqueros contaminados.   

3. El reto del cambio climático

El documento advierte que las aguas del golfo son cada vez más calientes, los oleajes más agresivos y el nivel del agua está aumentando. Esto pone en serios problemas la infraestructura urbana y portuaria de la región.

Playa Blanca Puntarenas Costa,Rica.

Playa Blanca, Puntarenas. Foto: José Arroyo / ShutterstockFoto: José Arroyo / Shutterstock

Jiménez insiste en la necesidad de hacer una planificación del espacio marino y sus litorales, tomando en cuenta los cambios de las próximas décadas, como el aumento del nivel del mar, tormentas más frecuentes y una mayor sequedad y calidez en la atmósfera.

Debemos de tomar cartas en el asunto, planificar muy bien esta región, inclusive hacer reubicación de infraestructuras, asentamientos y prepararnos para los cambios que vienen”, recomienda.

4. A cultivar nuestro golfo

Una de las propuestas del atlas es que los gobiernos promuevan el desarrollo de alternativas productivas para los pescadores, especialmente la maricultura.

“La productividad del golfo, aún recuperándose en los niveles históricos, no sería capaz de mantener el esfuerzo pesquero existente actualmente”, sentencia Jiménez.

En esta zona ya existen criaderos de peces, de ostras y de camarones. Pero Jiménez critica que es un sector productivo abandonado por el Estado, lo que vuelve la situación más compleja debido a que la demanda de producto pesquero va en aumento. 

“Tenemos la tecnología y el conocimiento, lo que no tenemos son normativas, tramitología y capacitación de las técnicas. Es una actividad que no se puede dar sin inversiones en infraestructura y capacitación a muchos de los pobladores”, apunta. 

5. Un turismo de las comunidades

Según el informe, una de las alternativas para quienes viven en el golfo es apostar por un turismo comunitario en lugar del modelo de gran infraestructura común en otras zonas del litoral. El atlas recomienda un modelo impulsado por asociaciones de pescadores y comunitarias.

Jiménez explica que para lograrlo hace falta establecer circuitos turísticos y encadenamientos productivos para tener alojamientos, restaurantes, tours y capacitación para atraer a ese mercado turístico. También considera que es necesario algún mecanismo que permita dar seguridad jurídica a las inversiones turísticas en la zona.

Ya que la extracción pesquera se ha reducido a la mitad y probablemente haya reducciones todavía mayores en dos o tres décadas”, agrega.

6. A unificar esfuerzos 

El atlas resalta las deficiencias en el manejo de la región. La ausencia de procesos de planificación provoca problemas en el manejo de los recursos. Debido a que no se ha desarrollado una coordinación entre las regiones de planificación socioeconómica y aquellas de planificación ambiental.

En el golfo intervienen diferentes instituciones con esfuerzos aislados y descoordinados. Según Jiménez esto genera una serie de problemas de manejo que está causando deterioro y una crisis socioeconómica muy importante.

San Lucas Island National

Isla San Lucas. Foto: ShutterstockFoto: Shutterstock

Marviva espera que decisores políticos, agencias estatales, académicos, investigadores y líderes comunitarios utilicen el atlas para tener a mano una síntesis detallada sobre diferentes aspectos relacionados al golfo.

7. Un golfo de peces y corales  

El golfo tiene una capacidad impresionante de recuperación y niveles de productividad muy altos, explica Jiménez. Por eso confía en que, con un buen manejo en las próximas décadas, el golfo y sus islas recuperen poblaciones de peces y cetáceos, manglares y arrecifes de coral. 

“Las poblaciones se reproducen y crecen rápidamente, de forma que si quitamos contaminación, la presión pesquera y manejamos adecuadamente los espacios podríamos tener en cuestión de cinco o siete décadas una región otra vez productiva”, concluye.

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