General, Salud

¿A mi hijo le pegaron… qué hago?

La anterior pregunta la escuchamos en variadas ocasiones, ya sea expresada por un amigo, un familiar o un conocido. Ante tales actos por lo general la persona reacciona de tres formas:

  1. Indiferente

  2. Con rabia o enojo pero no hace nada

  3. Con rabia o enojo y hace algo violento

Las personas al reaccionar indiferentemente lo que significa es que aunque ven y saben sobre la violencia, su reacción no es ni positiva ni negativa y más aún: se limitan únicamente a observar la violencia.

Por su parte cuando se reacciona con rabia y/o enojo pero no se hace nada al respecto, vale la pena preguntarse ¿a qué se debe esto? ya que casi la mayor parte de las veces la persona sí sabe acerca de lo sucedido y bien podría brindar su opinión. En la mayoría de los casos, ésta persona es quien tiene más información sobre lo acontecido y la forma en cómo intervenir, de hecho éste tipo de reacciones en las cuales no se hace nada se presentan en la comunidad, en el trabajo, en la escuela, etc.

Al final nos quedan las personas que reaccionan violentamente o responden agresivamente. Esto sucede porque han encontrado en la violencia una forma de acabar con el dolor/humillación o enojo que les afecta al momento de ser agredidos(as).

Ahora bien, hay que señalar que la persona que reacciona violentamente es porque a veces ya ha pasado un tiempo sufriendo de violencia, en éste caso se llamaría violencia retroactiva, la cual por lo general se presenta cuando la persona se encuentra continuamente bajo un nivel de estrés tan profundo que termina por responder con actos de violencia iguales o en algunos casos más agresivos.

Lo anterior desemboca en dos cuestiones primordiales: primero entendemos que las personas reaccionan diferente, dependiendo de cómo asimilan la situación de violencia  a la cual están siendo sometidas o afectadas, también comprendimos que hay una reacción de parte de la persona violentada y dicha reacción puede ser indiferente o agresiva, con o sin consecuencia negativa (violencia retroactiva).

Segundo: nos queda la interrogante ¿será que el ser humano puede responder y generar una consecuencia más positiva al momento de defender sus derechos ante un acto de violencia? La respuesta es: sí, hay una opción más positiva y en la cual todos ganan y es a partir de decir y ejecutar acciones con el objetivo de acabar con la violencia.

Algunos se preguntarán: ¿cómo hacerlo? Un primer paso y el más elemental, es no dejar ni permitir que un tipo de violencia quede sin que usted o yo expresemos nuestra opinión para que deje de ser ejecutada. Nunca, nunca se debe permitir que los demás ejerzan la violencia sin que hagamos algo al respecto,

Ahora bien, es elemental no hacer o pretender ayudar mediante la violencia ya que la violencia no tiene justificación, es decir no es posible enmendar un acto de violencia con otro igual o peor de violento, se debe ser respetuoso y utilizar los medios correctos para defender o defenderse ante la violencia: buscar ayuda, hablar de lo sucedido, hay entidades y personas preparadas y a la espera de ayudarle, inclusive para que pueda expresar su enojo de la forma correcta.

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