A las 7 a. m., cuando las juntas receptoras de votos del plebiscito de Nicoya debieron abrir sus puertas, ocurrió el primer inconveniente de la jornada: dos encargados del material electoral no llegaron a abrir su mesa en la Escuela Leonidas Briceño, en el centro de Nicoya. Debido a su ausencia, tampoco llegó el material electoral.
Uno apareció a las 7:30 a. m. y el otro hasta las 9 a. m. Eso puso a sudar a los miembros de la comisión coordinadora del plebiscito, pero a las 10 a. m., oficialmente, las 86 juntas receptoras estaban abiertas.
“La ley prevé estas cosas y dice que la junta puede abrirse tarde siempre y cuando no sobrepase el medio día”, explicó luego el director del Registro Electoral del TSE, Héctor Fernández.
A las 12 p. m., las tendencias empezaron a sudar lo que para ellas era un inconveniente mayor: la ausencia de gente en las urnas.
“El gran rival es el abstencionismo y aún más la desinformación”, decía Carlos Martínez, del movimiento del Sí, afuera de la Escuela Leonidas Briceño.
Y lo mismo, a escasos 25 metros, pensaba uno de los principales líderes del No, Edwin Castillo, quien calificó de “frío” el proceso electoral y dijo que el alto grado de desinformación era el causante de ello.
Lo decía mientras estaba pendiente de unas hojas, en las que los del No apuntaba datos que les llegaban por mensajes o por llamadas. Y Edwin los repetía: que en Nosara hay un 80% de participación, pero en el resto de los lugares solo alcanza el 30%.
Y luego de decir eso, buscaba esperanzas en la resolución que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tiene pendiente de emitir, en la que se podrían revocar los resultados.
“Es una opción de segunda mano para lograr que esto (el Concejo Municipal de Distrito de Nosara) no pase”, decía.
En este centro educativo, figuras políticas como el ex-precandidato presidencial por Liberación Nacional, Sigifredo Aiza y Marta Araúz se asomaron a emitir su voto.
Mientras Araúz dijo que no iba a revelar si su voto fue a favor o en contra del CMD de Nosara, Aiza fue contundente. Se sentó en la entrada de la escuela y a cada persona que saludaba, le decía: “apoyanos con el no”.
“Si el Sí gana, pierde Nosara y pierde Nicoya”, consideraba Aiza. Y lo justificaba diciendo que lo que él califica como mala administración municipal no puede ser la causa de que un distrito se venda a los extranjeros.
Al mismo medio día, en Nosara, el director del Registro Electoral del TSE, Héctor Fernández decía percibir un mayor movimiento en el distrito que busca administrarse.
“En la Leonidas Briceño estuvimos hasta las 10 a. m. y la afluencia de electores era escasa. En Nosara sí hay bastante movimiento. Hay tres juntas receptoras de votos y cuando llegamos había fila en las tres juntas”, le contó el jerarca a La Voz de Guanacaste.
Y así también lo percibía la gente del distrito costero. “Súper movido, Nosara se siente hermoso”, dijo Ethel Araya, una de las voluntarias del Sí en Nosara.
Al caer de la tarde, el ambiente calentó en el centro de Nicoya. Unos pensaban que fue porque, como buenos ticos, todo lo dejamos para el último momento, y otros porque las actividades religiosas de la mañana y el partido de la Selección acapararon la atención de los votantes en la mañana.
Pese a ello, la incertidumbre continúa entre ambas tendencias y el abstencionismo, dicen los líderes, sigue siendo el mayor enemigo del plebiscito.
Comentarios