Medio Ambiente

AyA sobre cortes de agua en Guanacaste: “Si fuera tan sencillo como hacer un pozo, lo hacemos, pero hay un tema de oferta hídrica”

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Vecinos de varias comunidades de Guanacaste se han acercado a La Voz de Guanacaste para preguntar por qué han aumentado los cortes de agua, con mucha más frecuencia desde hace dos semanas.

Según el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, hay al menos 25 comunidades con casi 5.000 personas que están recibiendo agua en camiones cisterna.

El AyA le atribuye la mayor parte de la culpa al intenso fenómeno del Niño que provocó la sequía en la provincia: el caudal de los ríos disminuyó y con ellos también los mantos acuíferos; pero ¿podía la institución estar mejor preparada para enfrentarse a la sequía?

 

 

La Voz de Guanacaste conversó sobre esta y otras dudas con el director de producción y distribución del AyA de la región Chorotega, Alejandro Contreras. Este es un extracto de la entrevista:

¿Podrían las lluvias de los últimos días en Guanacaste tener impactos positivos en en el tema de abastecimiento y cortes?

Eso va a depender de la intensidad de la lluvia y de cada acuífero. Algunos acuíferos, principalmente los costeros, tienen una capacidad de recuperación rápida: empieza a llover y se ven los efectos en las aguas subterráneas, pero hay otros más lentos.

¿Eso quiere decir que los cortes de agua se van a extender durante más tiempo porque las lluvias no tienen ese efecto inmediato que se requiere?

Es correcto. Para el caso de Nicoya, por experiencia y por lo que tengo de conocer el sistema, sí sé que si en abril y mayo empieza a llover bien (por lo menos frecuencias de una vez cada dos días), recuperamos rápidamente los ríos y consecuentemente los pozos.

Todo va a depender de cómo se comporte el clima. Estamos en medio del problema, si fuera tan sencillo como hacer un pozo y sacar cierta cantidad de agua, lo hacemos, pero hay un tema de oferta hídrica”.

¿Cuántas comunidades están afectadas en la provincia?

Nosotros tenemos una matriz donde vemos los sistemas que están teniendo problemas y los que podrían llegar a tener. Casos muy marcados de desabastecimiento tenemos en Nicoya centro, comunidad de Maquenco (Nicoya), Tamarindo (Santa Cruz), La Cruz, Quebrada Grande de Liberia, Cañas y Colorado de Abangares.

¿Cuáles son las razones de ese desabastecimiento? Sabemos que el fenómeno del Niño es una de ellas pero, ¿tiene algo que ver la infraestructura del AyA?

No. No es un tema de infraestructura. Se pueden presentar algunos problemas operativos por una cuestión energética [porque] casi el 100% de los acueductos dependen del servicio eléctrico y una cosa lleva a la otra. Pero lo demás es un problema de producción. Es decir, que las fuentes (ríos) han ido bajando su potencial.

“En el caso de Nicoya, el río Potrero —que es del cual extraemos agua para potabilizarla a través de la planta— bajó drásticamente su caudal. Al extremo que tiene partes del cauce que están cortadas (casi secas) y eso hace que a la planta de tratamiento no llegue el caudal requerido”.

Nosotros ocupamos que a la planta le lleguen más de 40 litros por segundo y no están llegando ni 15”.

¿Es la primera vez que el río se seca tanto que no lo pueden aprovechar? ¿Cómo han ido minimizando el riesgo frente a las sequías?

La planta de Nicoya [que toma agua de este río] tiene más de 30 años de existir. Cuando se construyó, el aprovechamiento del río alcanzaba para el 100% de la ciudad. Conforme la población fue creciendo, la demanda aumentó y también las sequías nos han obligado a aprovechar aguas subterráneas, y el recurso subterráneo también es limitado.

“No es que no se han tomado las previsiones del caso. Hace tres años empezaron a operar dos pozos nuevos y empezaron a operar con un caudal de 25 litros entre los dos, pero ahora están en 15 entre los dos. No hay problema de infraestructura con los pozos, es la parte subterránea que está teniendo problemas.

“Nosotros hemos pasado de tener la planta de tratamiento y un pozo a tener la planta y siete pozos operando desde la construcción de la planta. Los ríos son una especie de monitor de lo que está pasando abajo”.

¿Se quedó corta la proyección del impacto del fenómeno del niño este año?

En parte se tiene previsto lo que pueda suceder, pero el fenómeno del Niño cuando se anuncia que viene, no podemos determinar que va a llover tanto porcentaje menos. Las condiciones climáticas no las podemos prever, pueden ser tan agresivas que dan al traste con cualquier dato.

¿Entonces la conclusión es que el AyA no tiene materia prima (agua) para trabajar?

Exactamente, no hay materia prima (agua). En estos momentos ocupamos un bombeo de 110 litros por segundo para Nicoya y no estamos llegando ni a 90 litros. Nos están faltando alrededor de 20 -25 litros por segundo.

¿Es Nicoya la zona más afectada de Guanacaste?

Está dentro de las zonas más afectadas, pero la costa de Santa Cruz, como Tamarindo está muy afectada también. El efecto puede estarse sintiendo más en Nicoya porque es una ciudad muy poblada.

Yamileth Astorga —presidenta ejecutiva del AyA—dijo hace unos meses atrás que Nicoya tenía problemas serios en cuanto a la cantidad de agua disponible, ¿está Nicoya enfrentado a un riesgo más a largo plazo?

Sí, a como va evolucionando el tema climático y los déficits de lluvia, podríamos tener el riesgo de un problema más serio, pero la institución está haciendo un esfuerzo para ver de qué manera se migra hacia otras zonas para poder tener un abastecimiento seguro.

¿Qué puede hacer entonces el AyA para no solo reducir el impacto ahora sino los riesgos de desabastecimiento a futuro?

Uno es a través de las inversiones que se están haciendo a nivel local (pozos, por ejemplo) y poder tener una extracción de agua que nos permite sostener el sistema. A largo plazo estamos tratando de gestar proyectos que podría ser traer agua de 20-25 kilómetros de distancia. Suena descabellado pero no va a haber de otra.

Eso significa echarle mano a otros acuíferos y tener una relación estrecha con las comunidades”.

Hay muchas ideas sobre el problema de la sobreexplotación del recurso hídrico. Algunos creen que los hoteles se está llevando el agua, que la agricultura, que los pozos ilegales… ¿Qué es lo que está generando más presión?

Yo le puedo dar el dato de cuánta agua le sacamos al acuífero de Potrero – Caimital por ejemplo, pero yo no le puedo decir cuánta agua está extrayendo el sector productivo o inclusive los pozos ilegales, eso no lo sabemos.

“Los acuíferos son como una gran olla que está debajo del suelo y su sostenibilidad depende de la cantidad de agua que le llegue y la cantidad que se le saque. Por eso es importante tener un control sobre los pozos ilegales o extracciones ilegales”

¿Cuáles son las recomendaciones específicas que ustedes le dan a la población en época de sequía para el buen uso del recurso público?

Olvidémonos de regar las matas, de lavar el carro y empezar a hacer un uso racional del agua. En promedio le puedo decir que el consumo de agua de la población en Nicoya anda de 15 a 18 metros cúbicos por mes, eso son 18.000 litros de agua en un mes, es un montón de agua. Podríamos vivir con menos y eso ayudaría mucho para que el recurso nos dure un poco más.

 

Para esta entrevista colaboró la periodista María Fernanda Cruz

 

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