Manuela Soltermann es suiza y además es mamá. Cuando nació su hijo su vida cambió y vio cómo era necesario crear una guardería en Sámara que se encargara de los niños mientras los padres están en el trabajo. También notó que no todos podían pagar por ese servicio.
Así llegó la idea de la Asociación alas para niños de Sámara a la cabeza de Soltermann, que abrirá sus puertas en noviembre.
“Para muchas familias pagar una guardería es un lujo y eso implica que muchas mujeres no puedan salir a trabajar”, dijo la suiza.
Los niños de la Asociación Alas para Niños de Sámara tendrán de 0 a 5 años de edad.
El proyecto buscará a empresas e inversionistas que quieran donar dinero para becar a niños de 0 a 5 años que necesiten cuido. Además, ofrecerá una opción de guardería para aquellas familias que sí tengan posibilidades económicas de pagar una mensualidad.
Según cálculos de Soltermann, trabajadores como los saloneros de Sámara no podrían pagar por un lugar en el que cuiden a sus hijos.
“Un salonero en Sámara gana aproximadamente ¢1.400 por hora, que es equivalentes a unos $2.60 por hora y un salario mensual de $450. Un apartamento sencillo con dos cuartos cuesta al menos $350 y las compras para alimentos para una semana, artículos de higiene y necesidades infantiles, como pañales suman fácilmente $90, es decir, no alcanzaría para el pago de una guardería”.
La asociación también le dará prioridad a las madres solteras. De acuerdo con un análisis de La Voz de Guanacaste con datos del Inec, Guanacaste es la provincia con la tercera tasa más alta de embarazos de mujeres menores de 18 años.
Por ahora, el proyecto comenzará en noviembre en las instalaciones de la Guardería Amapola, cerca del supermercado el Delfín en el centro de Sámara. Para el próximo año la suiza pretende tener su propio espacio, en donde se puedan abrir clubs de natación y de surf.
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