Admito que desde hace días veo en páginas de cafeterías de San José fotos de reposterías, como sacadas de un cuento.
Así me entró la curiosidad por buscar algo parecido aquí en Guanacaste; un sitio donde se pueda ir con amigos, con la pareja o simplemente ir a sentarse y poner la mente a volar con un buen café.
Todo esto lo encontré en Café B612, que queda 200 metros al oeste del Banco de Costa Rica en Tilarán.
Al entrar, el color y la decoración son cautivadoras, las pinturas de arena en la pared (que se pueden comprar) son bastante interesantes: confieso que había una de Don quijote que “me hacía ojitos”.
En honor a su nombre (B612 es el nombre del planeta en el que vive el famoso personaje El Principito) una de las paredes está adornada con una frase del libro: “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día uno pueda encontrar la suya”.
El gusto por la lectura de quien dirige esta cafetería es evidente, pues en diciembre organizaron la primera feria del libro en el cantón.
El menú está anotado en una pizarra con el detalle de las bebidas que venden y en las vitrinas, los postres se lucen como a propósito.
Al final, me decidí por un “final feliz” que –no piensen mal– así se llama un café frío que trae una mezcla de crema irlandesa con helado y óreos, con un precio de ₡2.300. El postre que elegí fue un queque de banano, que cuesta ₡1.400.
Todavía me saboreo ese café.
Calificación:
Servicio. Es bueno pero la mesera debió sugerirnos algunos de los cafés, para saber escoger el mejor.
Estacionamiento. No tienen estacionamiento. El carro queda afuera de la cafetería pero se puede observar desde allí.
Precios. Bastante accesibles. Van desde los ₡800 hasta los ₡2.300.
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