Vida y salud

Científicos de Guanacaste estudian si una sola vacuna contra el papiloma puede prevenir infección del virus

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Un grupo de científicos de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas, que trabaja desde Liberia, estudiará si una sola dosis de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) es suficiente para evitar que las mujeres jóvenes lo contraigan cuando tengan relaciones sexuales.  

En este momento se aplican dos inyecciones para prevenir al 100% el contagio. Si los resultados del estudio arrojan que una sola dosis es suficiente, los costos y la logística de aplicarla a grandes poblaciones se reduciría a menos de la mitad, explicó la epidemióloga y directora de la Agencia, Paula González, a La Voz de Guanacaste.

“Permitiría ahorrar costos y facilitar la implementación. En los países más pobres, los sistemas de registro no son eficientes y volver a vacunar a una niña que se salió del sistema educativo es prácticamente imposible”, comentó González.

El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común del mundo. También es el principal desencadenante del cáncer de cérvix (o cuello uterino) que en el 2016 afectó 26 de cada 100.000 mujeres en Guanacaste y es el tercer tipo de tumor más frecuente entre las mujeres de la región.

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Costa Rica todavía no aplica la vacuna de manera gratuita, aunque el Ministerio de Salud está evaluando esta posibilidad. En el sistema privado, cada dosis cuesta entre ¢35.0000 y ¢45.000.

“El beneficio de ponerse la vacuna es más alto que el costo en que incurre la caja cuando se desarrolla el cáncer de cérvix. Si se detecta en un estado avanzado, le tienen que aplicar radio y quimioterapia y tiene que ir al Hospital México, no puede hacerlo en Guanacaste”, explicó la ginecóloga Keren Porat, del Hospital La Anexión de Nicoya.

“La mortalidad ha disminuido en un 38% a 40% en los últimos 20 años en el país gracias a todos los procesos y tratamientos. La vacunación vendrá a mejorar aún más esta estadística. Más gente se podría cuidar preventivamente”, opinó también el ginecólogo y oncólogo Daniel Medina.

¿Cómo se hace la prueba?

Los investigadores vacunarán a 20.000 adolescentes mujeres de varias regiones del país que estén entre los 12 y los 16 años y que cuenten con el aval de sus padres. Las elegibles firmarán un documento en el que se comprometen a hacerse un control cada seis meses durante cuatro años. Sus padres también deben firmar un documento autorizándolos a participar.

El grupo se dividirá en dos partes. A uno se le aplicarán dos dosis y a otro una sola dosis. Al cabo de ese periodo, se toman muestras en todas las mujeres y se observa el nivel de anticuerpos generados y si existe en ellas algún tipo de infección provocada por el virus, explicó González.

“El seguimiento inicial está programado para cuatro años porque va a haber un número suficiente de adolescentes que va a haber iniciado vida sexual”, dijo la epidemióloga.

“Si encontramos que funciona, las seguimos por seis años más. Si encontramos que no las protege igual de bien (que es poco probable porque hay bastante evidencia de que así será), se les pondría la segunda dosis”, agregó.

Estas lesiones solo se detectan por medio de los papanicolau, un examen que las mujeres deberían practicarse al menos cada dos años, dijo la ginecóloga Porat.

Una vacuna más accesible

El estudio se realizará en conjunto con la Universidad de Harvard para que sus especialistas en economía hagan las proyecciones de cuánto podría ahorrarse un país aplicando una sola dosis de la vacuna.

Los primeros resultados estarán listos en cuatro años y se le presentarán a entidades como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud de Costa Rica. Estas instituciones realizarán recomendaciones sobre cómo se debería aplicar la vacunación, basados en los resultados del estudio.

El proyecto cuenta con financiamiento de la fundación Bill y Melinda Gates y el Instituto de Cáncer de Estados Unidos.

¿Por qué en Guanacaste?

La agencia, llamada hasta el año pasado Proyecto Epidemiológico Guanacaste, comenzó sus investigaciones en la provincia en 1993. En el 2014, realizó un estudio que evaluó la eficacia de la vacuna contra algunas cepas o tipos del virus (en total son 13 tipos).

De hecho, el nuevo estudio surge de una inquietud que dejó una investigación pasada en la que se encontraron indicios de que una sola dosis de vacunación podría ser suficiente.

Desde entonces ha estudiado el cáncer del cuello uterino y su relación con el VPH con la ayuda de mujeres guanacastecas. En sus oficinas, ubicadas en Solarium, trabajan 55 colaboradores, en su mayoría guanacastecos, contó González.

El proyecto cambió de nombre el año pasado porque comenzará a abarcar una mayor población a partir de este año, con lo que triplicarán el personal contratado.

 

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