Se daña un celular, un bombillo o hasta la lavadora de la casa y las mismas dudas se repiten. ¿Los metemos camuflados en la basura ordinaria? ¿Los vamos a tirar al lote baldío del barrio? ¿Los acumulamos en la bodega de la casa?
La respuesta a esas preguntas es un simple no, pero la realidad es distinta: la población costarricense no gestiona correctamente un 92% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), según datos del Ministerio de Salud con apoyo del Proyecto de Residuos Electrónicos para América Latina (PREAL).
El problema de que se desechen de forma incorrecta es que pueden impactar negativamente la salud humana y ambiental, pues están elaborados con metales (como arsénico, plomo o mercurio) y otros productos que pueden infiltrarse en los suelos, el agua y el aire.
Además, el desconocimiento sobre cómo desechar los aparatos le ha pasado al Costa Rica la factura, pues es el país de Centroamérica con mayor producción de RAEE por habitante (10 kilogramos por habitante en el 2019), según los datos más recientes publicados por investigadores de la Universidad de Naciones Unidas (UNU, por sus siglas en inglés) y el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (Unitar, por sus siglas en inglés).
A pesar del dato, según el mismo informe, Costa Rica es uno de los países de la región latinoamericana que da los mejores pasos hacia una gestión integral de los residuos electrónicos.
De hecho, en agosto de este año las y los diputados reformaron la Ley 8893 para la Gestión Integral de Residuos, a través del expediente legislativo 20565. Con el cambio los productores o importadores de aparatos eléctricos y electrónicos deben garantizar su recolección cuando estos llegan al final de su vida útil.
“Tenemos el gran reto de revertir esos números”, dijo el director de la Dirección de Protección Radiológica y Salud Ambiental de Salud, Eugenio Androvetto.
Hoy un 19% son depositados en conjunto con los residuos ordinarios y un 32% se encuentra invisible, tal vez disperso y abandonado en gavetas, cajas o bodegas de los domicilios de sus antiguos usuarios, el resto queda en manos del sector informal”.
Desde la reforma a la ley, algunos de los principales importadores, negocios vendedores y distribuidores se han convertido en puntos de recolección de RAEE.
También organizan campañas en conjunto con los gobiernos locales, por ejemplo, la Coopeguanacaste con la Municipalidad de Santa Cruz realizarán una campaña de recolección este viernes 29 de octubre.
“Estamos pensando en un convenio con una empresa para poder gestionar estos residuos permanentemente y no por campañas”, explicó la educadora ambiental del gobierno local, Katia Gómez.
¿Cuáles son los puntos autorizados para llevar residuos? El Ministerio de Salud y el PREAL realizaron un mapa para localizarlos. En Guanacaste hay cerca de 50 puntos en los 11 cantones.
Al dar clic en cada uno de los puntos, verás el tipo de residuos que reciben, el horario, teléfono y ubicación.
Si su empresa está interesada en ubicarse en el mapa y unirse a la iniciativa puede dar clic a este enlace. Para más información, puede comunicarse con Angélica Zamora, al (506) 8845-9665 correo [email protected] o a [email protected]
Para entender más
1. ¿Cuál es la diferencia entre aparato eléctrico y electrónico?
Los aparatos eléctricos aprovechan la energía de la corriente de forma sencilla, por ejemplo, una lámpara que transforma la energía de la corriente en luz a través de un bombillo. En cambio, los electrónicos tienen circuitos y hacen operaciones más complicadas, por ejemplo, una computadora o un celular.
2. ¿Cuáles son algunos ejemplos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos?
- Grandes y pequeños electrodomésticos, como lavadoras y hornos microondas.
- Equipos de telecomunicaciones, como computadoras.
- Aparatos electrónicos de consumo, como cámaras fotográficas.
- Aparatos de alumbrado, como bombillos y fluorescentes.
- Herramientas eléctricas, como un taladro.
- Equipo deportivo eléctrico, como una caminadora.
3. ¿Por qué les llamamos residuos y no desechos?
Se llaman residuos porque aún hay partes en ellos que pueden reutilizarse. En cambio, si los llamamos desechos significa que no sirven del todo, lo cual no es siempre correcto cuando hablamos de los aparatos eléctricos y electrónicos dañados.
4. ¿Cómo me deshago de ellos y qué pasa después?
- Cuando el aparato ya no funciona, almacenalo en un lugar seco para evitar que se mojen y se dañen partes que pueden valorizarse. También evitá lugares donde pueden haber hormigas o cucarachas que los dañen.
- Valorá si querés repararlo, donarlo o venderlo para repuestos.
- Si no querés ninguna de las opciones anteriores, podés entregarlo en uno de los puntos del mapa.
- Ahí valorarán si lo desarman, valorizan y exportan para reciclaje o disposición final.
Comentarios