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El baile de la yegüita: una danza que calma pleitos por Centroamérica

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Dos hermanos que se pelean a muerte con machetes. Familias que luchan por adueñarse de un pozo de agua. Un grupo de indígenas batallando con los colonizadores españoles. En cada uno de estos conflictos apareció una yegüita salvadora que aún sobrevive como leyenda en varios pueblos de Centroamérica.

El Baile de la Yegüita es una tradición muy importante para la comunidad de Nicoya, pero también para distintos pueblos de la región.

¿Qué tienen en común y qué diferencias hay en las distintas versiones de esta danza?

La danza nicoyana

Primero, hagamos un breve repaso por la historia del Baile de la Yegüita de Nicoya. 

La tradición oral cuenta que cerca del cerro de La Cruz, hacia Curime, dos hermanos indígenas comenzaron a pelear con machetes. Cuando las personas que regresaban de la misa en Nicoya vieron la pelea, pidieron a la Virgen de Guadalupe que interviniera para que detuviera el enfrentamiento. Entonces apareció de pronto una yegua que, a patadas y mordiscos, obligó a los hermanos a separarse y desapareció.

El pueblo nicoyano le atribuyó ese milagro a la virgen y por eso el 11 y 12 de diciembre conmemoran con una danza lo ocurrido aquel día. Una persona se viste en representación de la yegüita con una estructura que tiene una cabeza de madera, una estructura de bejuco, una tela que lo rodea y una cola de cabuya. 

Otra carga una muñeca de madera y ambos bailan con música de tambor y ocarina frente a la Virgen de Guadalupe en una procesión que recorre las calles del centro de Nicoya.

Decenas de personas reunidas en la plazoleta frente a la Iglesia Colonial de Nicoya fotografiaban y tomaban videos del baile de la yeguita en las celebraciones del 12 de diciembre de 2019.Foto: Mari Arango

Si cruzamos el río San Juan, que separa a Costa Rica de Nicaragua, nos podemos topar con varias comunidades que también tienen una yegüita pacifista en sus celebraciones. 

Las yegüitas de Nicaragua

A unos 100 kilómetros de la frontera, el pueblo de San Juan de Oriente, en el departamento de Masaya celebra La Yegüita o La Demanda.

Es una fiesta patronal en honor a San Juan Bautista cada 24 de junio, en la que el pueblo pide por la sanación de una enfermedad o paga por un favor recibido por la imagen de este santo.

Según explica el Catálogo de Danzas Tradicionales del Pacífico de Nicaragua, el origen de esta danza gira en torno a una yegua que se extravió o había sido robada, pero que reaparece después de un enfrentamiento entre personas.

Actualmente hay un personaje principal que lleva una armazón muy similar a la de Nicoya. La yegüita interfiere cuando las personas están golpeándose con astillas o “espadas” construidas con bejuco y, a pesar de lastimarse, afirman que el santo les cuida de cualquier herida. 

Los golpes acaban cuando la yegüita, que es considerada la máxima autoridad, interfiere en el duelo. 

Al igual que en la yegüita de Nicoya, la tradición se musicaliza con un instrumento de viento, en esta caso el tatil (pito de caña largo) y el tancún (tambor pequeño). Actualmente durante esta danza también tocan bandas que ejecutan los “sones de toro”, similares a las parranderas o cimarronas.

Un poco más al sur, la comunidad de Diría en el departamento de Granada tiene una tradición muy prácticamente igual pero en honor a San Pedro que celebran el 29 y 30 de junio.

Desde la época colonial, las personas devotas le piden que llueva para obtener buenas cosechas y para que no se desaten desastres.

Durante la fiesta preparan gastronomía indígena y reparten gratuitamente a todas las personas presentes. Antes de iniciar la fiesta, los patronos y mayordomos levantan enramadas con techos de palma adornadas con arcos cargados de frutas.

En Diriá, las personas que participan también se azotan el cuerpo a “astillazos”. La batalla solo termina cuando aparece la yegüita, el personaje principal de la danza, y separa a las parejas quienes obedecen y respetan su decisión.

Quienes han asistido a las celebraciones nicoyanas quizá encuentren estas prácticas nicaragüenses muy violentas, pero hace algunas décadas no eran tan distintas entre sí.

La ensartada

Hasta principios de siglo las personas en Nicoya tenían la costumbre de resolver sus diferencias durante las Fiestas de la Virgen de Guadalupe. Cualquier molestia que hubiera existido durante el año entre dos personas se solucionaba a latigazos entre las partes involucradas. Esta práctica se llamaba “la ensartada”.

Así lo reseña la arqueóloga estadounidenses Doris Stone en su artículo “Apuntes sobre la Fiesta de la Virgen de Guadalupe” del año 1954.

“Quizás la función más importante de la yegüita es cuando toma parte como una especie de juez del pueblo”, describió.

La tradición oral cuenta que esos látigos estaban hechos de cuero de danta y la frase “pa’ la Lupe nos vemos” era una frase que sentenciaba un eventual enfrentamiento durante las fiestas de la Virgen.

Stone explica que eso terminó cuando el gobierno de Costa Rica obligó al pueblo a desistir de esa tradición a finales del siglo XIX, porque las personas terminaban heridas y “para hacer valer las leyes nacionales”.

La solución propuesta por el sacerdote José María Velazco en 1914 fue sustituir este enfrentamiento por la imagen de una figura llamada “La Niña”, popularmente conocida con el nombre de “La Muñeca”. Esta figura representa la comunidad indígena que rezó para que sucediera el milagro.

Según el investigador nicoyano Mario Rojas, en el año 2014 el pueblo de Nicoya celebró los 100 años de la tradición de “La muñeca”.

La Niña o La Muñeca es una representación en miniatura de la comunidad indígena que fue construida en 1914 y es la misma que se sigue bailando hasta hoy.Foto: César Arroyo

Las yegüitas salvadoreñas

En los municipios salvadoreños al oriente del país está presente esta danza vinculada a los pueblos indígenas lencas.

En el pueblo de Chilanga, el origen de esta tradición nace de una disputa por agua entre dos familias que se abastecían del mismo pozo. Con el transcurso de los años, los miembros de cada familia fueron aumentando hasta convertirse en dos tribus muy poderosas y, con ellas, también fue creciendo la idea de adueñarse del pozo.

Hasta que un día los dos caciques deciden enfrentarse, cada uno con dos garrotes. En medio de la pelea aparece un caballero español y les tira el caballo para separarlos. Los caciques le explicaron la razón de la pelea y el caballero opinó que no era necesario llegar a esta situación, sino que racionaran el agua y que les dieran el uso adecuado para que no les faltara.

En la danza que rememora aquella situación, bailan cuatro indígenas con garrotes en la mano alrededor de la yegüita y termina en un teatralización de la pelea hasta que la yegüita interviene.

Igual que en Nicoya y Nicaragua, el pito (u ocarina) y el tambor armonizan la tradición. La yegüita también se baila en ocasiones como algún nacimiento, una boda, un homenaje a los santos de su devoción, siembra, o para atraer las lluvias y cosechas.

En otro pueblo llamado de Guatajiagua, nace en una de tantas batallas de resistencia de los pueblos indígenas contra los españoles. Cuando los conquistadores huyeron del enfrentamiento dejaron una yegua abandonada. Los indígenas la tomaron como una especie de trofeo de victoria y crearon una danza en torno a ella.

La Mulita y los Chinegros

Aunque estas dos tradiciones no están nombradas como “Baile de la yegüita”, mantienen varias similitudes con la danza nicoyana.

Dentro del territorio indígena de Boruca en la zona sur conservan una tradición en la cual también interviene una figura similar a la yegüita durante una danza. Este baile conocido como “Fiesta de los Negritos” o de “La Mulita”, se celebra el 8 de diciembre, día de la Concepción de María, patrona de Boruca.

Según el libro Nuestra música y danzas tradicionales, que habla sobre las distintas expresiones culturales centroamericanas, el origen de esta tradición data de la colonia. Cuando se dio el contacto entre los indígenas y los colonizadores.

El personaje principal lleva a “La Mulita” que es muy similar a la yeguita de Nicoya y la acompañan los músicos, quienes interpretan el pito, la flauta dulce o el acordeón, y un tambor. Mientras tanto las personas bailan con la cara tiznada o embetunada de negro. 

El grupo sale de la casa del portador de la mulita y recorre las calles del pueblo, bailando y cantando. 

En Nicaragua hay una tradición muy similar a la Mulita: Los Chinegros de Nindirí en Masaya.

Esta tradición la celebran el 26 de julio en honor a Santa Ana. Generalmente lo integran diez personas: El Capitán, seis negros (representados por personas con las caras pintadas), el Caballerizo, que es quien interpreta la “yegüita”, y los músicos.

Al igual que en los otros bailes de la yegüita, los Chinegros se golpean con unas reglas de madera llamadas “rajas” y la pelea se detiene cuando la yegüita se interpone frente a ellos. 

El libro que compila las danzas nicaragüenses explica que, “sobre el origen y significado de estas danzas, solo existen suposiciones y conjeturas”, pero asegura que están relacionadas con las celebraciones del patrono de España: Santiago Apóstol.

Un posible origen

La leyenda que convirtió a Santiago en una parte muy importante de la identidad nacional española nace durante un combate conocido como “la batalla de Clavijo” en el año 844, en plena conquista del territorio español por parte de los musulmanes.

Un día antes de ir al campo de batalla, Santiago Apóstol se apareció en sueños al Rey Ramiro I y le dijo que lo invocara durante el enfrentamiento.

Justo cuando los “moros” estaban a punto de vencer a los cristianos, apareció Santiago sobre un caballo blanco y con su espada mató a miles de moros y ganó la batalla.

La raíz de todas las leyendas es la misma: alguien pide por una intervención divina para poner fin a un enfrentamiento, de pronto aparece un personaje sobre un equino (un caballo o una yegüita) y le da una resolución.

En sus apuntes de 1954 sobre la tradición de Nicoya, la arqueóloga Doris Stone hace un vínculo entre todas estas tradiciones y España.

“No queda duda de que la idea de la yegüita vino de los españoles. Todavía en la Madre Patria la idea del caballito forma parte de las celebraciones en fiestas religiosas. El pueblo americano, sin embargo, ya no tiene reconocimiento de la asociación del caballito con España, y la apariencia de éste hoy es un asunto de interpretación local”.

La historiadora costarricense Soledad Hernández considera que hace falta investigar más sobre esta tradición de una manera más regional.

No existe un documento, un análisis comparativo en perspectiva transregional para el baile de la yegüita. Eso es una tarea pendiente”, asegura.

Nota de la editora: Este texto fue editado posterior a su publicación. Inicialmente indicaba que «La Muñeca» es una imagen diminuta de la virgen. Lo correcto es que representa al pueblo indígena. También, la «Fiesta de los Negritos o de «La Mulita» se celebra en el territorio de Boruca y no en Térraba, como inicialmente indicamos.

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