Opinión

Opinión: El futuro tecnológico de Guanacaste

¿Qué piensa usted cuando escucha o lee la palabra tecnología?

Confieso que, en algún momento de mi vida, la palabra tecnología me hacía pensar en aparatos con botones y cables de colores que resolvían cosas como por arte de magia…¡Ok, lo acepto, yo pensaba en robotcitos!

Por suerte los años pasaron, y hoy veo a la tecnología como una herramienta. Y como herramienta que es, me doy cuenta de que la tecnología se puede usar desde requetebién hasta terriblemente mal.

Por ejemplo: un martillo. Uno lo puede usar para meter y sacar clavos de manera magistral, a como también lo puede usar para, sin querer queriendo, majarse un dedo.

 

Todo esto nos lleva a pensar que necesitamos que quien utilice la tecnología debe tener el conocimiento y habilidades necesarias para hacerla funcionar y/o aprovecharla de la mejor manera.

Justamente por eso, a mí la tecnología me alegra y a la vez me da un poquitín de miedo. ¿A usted no le pasa?

Claramente veo en la tecnología una oportunidad, pero también veo mucho riesgo de, por decirlo así, majarnos un dedo…¡y bien duro!

Hay una película animada que me hizo pensar mucho al respecto (no menciono el nombre de la película para no echarla a perder en caso de que usted no la haya visto todavía).

La película muestra cómo el ser humano es asistido por muchísima tecnología. Esto provoca que los seres humanos de la película se vuelvan sumamente dependientes y, luego, sumamente inútiles.

Al principio pensé que era una exageración y que estábamos muy lejos de eso. Luego noté que yo mismo me he vuelto dependiente y hasta cierto punto inútil en muchos casos relacionados con el uso de tecnología.

Por ejemplo, cuando uso la aplicación de navegación Waze (esa que lo ayuda a uno a saber cuál es la mejor ruta para manejar de un lugar a otro). Resulta que ahora no presto tanta atención para aprenderme una ruta. Y antes de Waze sí lo hacía. Me volví vago porque me atengo a la tecnología.

Por otro lado, también es claro que nuestra relación con la tecnología no es reciente. Desde que inició la revolución industrial, la tecnología aceleró muchos procesos y nos facilitó muchas actividades. La llegada del tractor, por ejemplo, hizo que arar un terreno para sembrarlo sea más fácil y rápido que sin tecnología.

Pero mucho ojo: aunque la revolución tecnológica que tenemos en frente se parece en algo a otras revoluciones que ya hemos tenido, como la revolución industrial, también las separa grandes diferencias.

Por eso y muchas cosas más, en los siguientes artículos voy a intentar tres cosas clave. Primero, voy a buscar comprender bien eso que llamamos tecnología y su relación con nosotros. Segundo, es necesario comprender ¿cuáles son las inquietudes de lectores como usted? Y tercero, me propongo a dar en el clavo sobre ¿cuál es verdaderamente el futuro tecnológico de la segunda provincia más grande de Costa Rica, nuestra Guanacaste?

Foto con fines ilustrativos. Erwan Hesry.Foto: Erwan Hesry

Con este artículo me estreno como colaborador de La Voz de Guanacaste, y además inicio una serie de artículos de opinión sobre tecnología, innovación y afines. Le invito a que me acompañe y participe de manera activa para que, juntos, podamos sacarle el mejor provecho a este espacio.

Uno de los siguientes pasos es entrevistar a personas, empresas y organizaciones clave que nos ayuden a entender ¿cuál es el futuro tecnológico de Guanacaste?

Por supuesto que voy a conversar con los encargados de Ad Astra Rocket, la empresa de don Franklin Chang en Liberia. Pero adicionalmente quiero explorar otros rumbos. Estoy segurísimo de que debe haber mucha tecnología en la provincia, y que simplemente no es tan evidente verla y conocerla.

Cuénteme ¿a quién le gustaría que entrevistara? ¿qué le gustaría saber o entender mejor sobre el futuro tecnológico de Guanacaste?

De momento le invito a combinar conocimiento y habilidades con tecnología, este es el combo ganador.

 

Roy Prendas Álvarez es costarricense guanacasteco, ha hecho proyectos para organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza a nivel Centroamérica (WWF-CA), el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Bremen (Alemania), y la compañía Ad Astra Rocket (del Dr. Franklin Chang Díaz), entre otros. Ha entrevistado a muchos profesionales de ciencia y tecnología, incluso hizo podcasts sobre ciencia y tecnología antes de que existieran los podcasts como tal. Cuenta con una maestría en Comunicación de la Ciencia, y algunos de sus trabajos han recibido reconocimiento internacional.

 


Estos artículos son opinión del autor y no necesariamente reflejan la posición editorial de este medio. Si desea escribir un artículo de opinión, puede escribir al correo [email protected]

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