Regional, Nosara

Estudio de Guiones y Pelada muestra 20 años más de agua

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El pasado 20 de diciembre, los miembros de la junta del agua de Playas de Nosara, también conocida como la ASADA del “proyecto americano”, se reunió para discutir los resultados de un reporte de ingeniería, solicitado por la compañía de Acueductos y Alcantarillados (AyA), como parte de los requerimientos para aprobar un aumento en las tarifas locales del agua.

Una vez que el reporte sea analizado por el AyA, se enviará entonces a la ARESEP (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos), quién finalmente decidirá si se aprueba el aumento. Dado que la ASADA actualmente no dispone de suficiente dinero para cubrir una eventualidad (por ejemplo, un tanque dañado), los resultados del estudio eran necesarios.

Freddy Humberto Zúñiga, uno de los dos ingenieros hidráulicos aprobados por el AyA en el país, realizó el reporte, el cual analiza la infraestructura, las cañerías y el alcantarillado con base en un modelo a 20 años. Los resultados fueron alentadores: las cañerías cumplen con las regulaciones del AyA, las cuales la ASADA debe cumplir. El siguiente punto analizado por Zúñiga fue los pozos de agua locales: cuánta agua se produce, el equipo necesario, cómo se distribuye y cuánto es el consumo eléctrico de las bombas de agua. Al igual que los resultados anteriores, el estudio reveló que los nueve pozos en Nosara cumplen con las regulaciones del AyA y tienen aún 20 años de vida útil, antes de que tengan que ser reemplazados.

Sin embargo, tomando en cuenta la delicada situación fiscal de la ASADA, las nuevas órdenes del Ministerio de Salud sobre cómo cuidar los pozos, los tanques y el alcantarillado (órdenes que significan mayor costo) y la necesidad por aumentar el abastecimiento y distribución del agua para satisfacer la demanda local, la administración sostiene que no es posible llevar a cabo todos sus planes sin un incremento en la tarifa.

Por último, Zúñiga evaluó el sistema local del agua, tomando en cuenta el inventario, el costo y las inversiones a futuro. Por ejemplo, las cañerías que se encuentran en propiedad privada deben moverse a lugares con acceso público para su reparación, y cualquier construcción nuevadebe estar al menos a 3 metros de un pozo. Como la ASADA apenas si puede darle tratamiento al agua una vez al mes, la administración afirma que estas nuevas medidas de salud y seguridad son imposibles de cubrir con la tarifa actual.

En sus análisis, Zúñiga desglosó los costos reales del sistema de agua en Nosara y creó el documento financiero que AyA requiere para aprobar una nueva tarifa. Según sus cálculos, proveer de agua a la región durante el próximo año costará 188 millones de colones (376.000 dólares). Para el 2013, el costo sobrepasó los 150 millones de colones (300.000 dólares). Como la opinión y la experiencia de Zúñiga es muy respetada en el AyA, la ASADA considera que tienen la suficiente evidencia fiscal para comprobarle a la comunidad que el aumento en la tarifa es necesario.

Las nuevas tarifas representan un aumento del 1000%. Las nuevas tarifas serían graduales: es decir, castigarían a los mayores consumidores y prevendrían el gasto innecesario de agua. La administración considera que esta es la mejor estrategia.

A la hora de los votos, las 30 personas que asistieron a la reunión estuvieron de acuerdo con el aumento y no hubo objeciones. Ahora que el estudio debe someterse al escrutinio de la ARESEP, más reuniones comunales podrían ser necesarias para comprobar que la mayoría aprueba el incremento en la tarifa. Luego, la ARESEP decide si aprueba o no la nueva tarifa. Aunque no hay un tiempo estimado para saber cuánto durará este nuevo proceso, la ASADA está preparada para una larga espera.

Actualmente el 80% de los consumidores locales pagan una tarifa voluntaria a la ASADA para mantener activa la distribución local de agua.

Según las proyecciones hechas por el tesorero de la ASADA, John Ermantinger, si todos los vecinos pagaran la tarifa voluntaria, la administración se embolsaría unos 25 millones de colones (50.000 dólares) más por año. Por lo tanto, al aumentar la tarifa, la ASADA sería capaz de generar un superavit para cubrir inversiones y mejoras en el servicio en el futuro, así como también para estar preparados ante cualquier eventualidad. Si tomamos en cuenta que algunas de las cañerías han estado instaladas por 40 años y que los temblores son frecuentes, Ermantinger estimó que sería buena idea contar con una buena reserva de dinero en el banco. 

 

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