Un día, tomando café con uno de mis vecinos cuando vivía en Liberia, me comentó sobre su pasatiempo de rapear y participar en “batallas”. Yo no tenía idea de lo que me estaba hablando, pero él muy entusiasmado me dio una pequeña pincelada.
Se trata de un estilo musical urbano llamado freestyle. Grupos de jóvenes se reúnen para hacer una especie de duelos verbales y rítmicos, a los que llaman batallas. La diferencia con el hip hop es que estas batallas son completamente improvisadas.
Mi vecino me contó que en diferentes cantones de nuestra provincia ya existen grupos que organizan esos duelos. ¿Cómo es que nadie ha retratado esto en la provincia?, pensé. Así que decidí hacerlo yo mismo.
Lo primero que hizo mi vecino fue ponerme en contacto con la persona a quien le atribuyen el génesis del freestyle en Guanacaste: Kevin Drew Wenrich Conejo.
El génesis
En el 2012, Kevin también conocido como Nivek Werd, tenía un grupo de Hip Hop en Tamarindo llamado 506 MeloMania, con un par de amigos conocidos como THC FLOW y D’lacera. Juntos ideaban piezas musicales y tenían un estudio de grabación que usan para su música y la de otros artistas.
Él siempre quiso hacer batallas, pero aquí en Guanacaste no existían ligas o grupos organizados. Entonces pensó que debía iniciarlas él mismo.
En el 2015, Nivek fue agrupando a jóvenes interesados en este estilo, pero iniciaron con un freestyle escrito. Organizaban enfrentamientos y cada joven escribía las rimas con las que enfrentaría a su rival. Eso sí, después debían aprendérselas de memoria para la batalla. No todo salía siempre como querían: en ocasiones olvidaban lo que escribían y empezaban a improvisar. Y ¡boom! Fue así como pasaron de hacer batallas escritas a hacer freestyle. La diferencia es que, entonces, debían idearlas sin posibilidad de escribir sus letras previamente.
En el 2017, Nivek formó una alianza con uno de los grupos más grandes del freestyle en Costa Rica, llamado Rapquicia. Una vez aliado con ellos, él mismo creó en Guanacaste el grupo King of Battle Rap (KOBR).
Desde entonces, la disciplina se ha ido expandiendo poco a poco por todo Guanacaste y ahora existen ligas de freestyle en varios cantones de la provincia y de todo el país.
Según Poeta, un freestylero de Alajuela que me contó sobre la evolución del freestyle, el género como lo conocemos hoy surgió en Costa Rica aproximadamente en el 2008. Empezaron a improvisar en las calles porque en ese año ya se transmitían los combates de Red Bull España por internet.
A partir del 2011, las primeras batallas del país ocurrieron en el barrio josefino llamado Aranjuez. Después, en el 2017 nace Rapquicia, que fue el grupo Nivek contactó ese mismo año por ser el protagonista de las mejores batallas del país en el parque Morazán.
Desde el 2017, los medios empezaron a documentar grupos de freestyleros a lo largo y ancho del país. Hoy, incluso, Red Bull organiza también una de las principales competencias de freestyle en el país. El ganador compite frente a los ganadores de Hispanoamérica.
En otros países de la región, ya hay incluso ligas femeninas de freestyle.
¡A la batalla!
Con la historia del origen del freestyle en la provincia, quise presenciar yo mismo esas batallas. Aproveché un par que se avecinaban.
La primera ocurrió el 21 de mayo en el quiosco del parque de Nicoya. Participaron 16 competidores, la gran mayoría hombres. Cada uno de los participantes paga una cuota que se divide para pagar el jurado de las batallas y para financiar los viáticos de quienes clasifican a otras competencias regionales y nacionales.
¿Sí lo escucharon? estuvo bien con todas sus rimas
“pana”… mejoraste que ni te imaginas
es un desfile pero el “pana” no desfila
obviamente soy desfile con mis rimas de lira
Ahora yo sí te voy a matar
el chasquido y el polvo serían tu amar
porque te quedaste sin tu media mitad
Sus rimas a veces son muy fuertes y directas. Dicen frases que pueden enojar a alguien, pero con ellos no sucede así. Tienen un ingenio muy particular para responder sus líricas improvisadas y siempre terminan cada batalla con un abrazo.
La cosa es que si vas a “mentarle” a alguien, que sea inteligente, que sea buena rima, que concuerde con la batalla, porque si usted nada más llega puteando a alguien, pa, pa, pa, pa, pa… Nosotros tal vez nos vamos a reír, pero vamos a calificar mejor al otro”, me explicó Nivek.
“Hay una manera de putear a alguien, pero hay otra manera de rimar y decir algo que sea gracioso o ingenioso”, agregó.
Una semana después, el 28 de mayo, hubo una batalla con un mayor nivel de creatividad y agilidad para el rapeo improvisado.
Ese día en Santa Cruz participaban por un cupo para competir en uno de los tres certámenes de freestyle más grande a nivel nacional, llamado Supremacía.
En esta batalla pude ver la actuación de una chica liberiana conocida como Miranda. Ella sobresale entre un gran grupo de hombres. No solo por ser la única mujer, sino por su constante movimiento, su proyección de la voz y su carácter durante la batalla.
Miranda practica el freestyle desde hace 4 años. Al principio me contó que se dedicaba principalmente a estudiar la estructura de las rimas porque le daba miedo lanzarse a batallar con otros practicantes más experimentados.
Yo nunca he estudiado música ni nunca me han explicado sobre eso. Entonces sale esa canción llamada ‘Así es mi Barrio’ [una canción de hip hop conocida], y yo la escribo y la escribo como para ver cómo era la estructura, cómo funcionaba lo de las terminaciones y eso. Después de eso seguí y seguí y me la pasé como tres años investigando”, contó Miranda.
Después, su hermano la alentó a inscribirse en las batallas, y ahora es una de las pocas y principales representantes femeninas del freestyle en Guanacaste.
Calle y búsqueda de espacios
Muchos de los jóvenes que participan en este arte urbano coinciden en que necesitan tener espacios más adecuados para hacer sus eventos: que tengan enchufes para conectar parlantes y micrófono, como mínimo. También buscan hacer sus duelos en lugares cerrados, pues la lluvia puede jugarles en contra.
También reconocen que el no tener estos espacios les ha brindado cierta ventaja al darse a conocer.
Cuando organizan batallas en parques o espacios públicos, como ocurre la mayoría de las veces, logran captar la atención de personas que no conocen el género. Ese día en Santa Cruz, la gente que pasaba cerca de estos jóvenes se detenía y miraba por un rato las batallas.
Así fue como el músico y gestor cultural de la Municipalidad de Bagaces, Nicolás Guevara, conoció este movimiento urbano. Un día, dirigiéndose al trabajo, vio a un grupo de muchachos haciendo freestyle en el parque.
Yo como músico me identifiqué mucho con ellos por el hecho de tomar un espacio público para hacer arte, y que sean jóvenes los que se organicen para hacerlo, me pareció curioso”, me contó Nicolás.
Poco a poco se acercó a estos artistas y les ofreció la biblioteca de Bagaces para organizar una batalla ahí.
La municipalidad le ha ayudado a este grupo de jóvenes con el equipo de sonido y con búsqueda de apoyo en diferentes asociaciones de desarrollo para el uso de salones donde puedan practicar. Incluso empresas privadas dedicadas al turismo les han donado premios para los ganadores de sus batallas, como noches de hospedaje y disfrute de sus instalaciones.
Según el gestor bagaceño, quieren tener un espacio físico para que los jóvenes puedan desarrollar su talento y que las nuevas generaciones sepan dónde acercarse para unirse a este estilo de música. También quieren desarrollar este arte como un atractivo turístico: que las personas que visitan el cantón tengan una opción turística más relacionada al arte urbano. Pero esta iniciativa aún está en pañales.
«Es aquí donde nace la idea de hacer un festival de arte urbano que una la parte cultural, la parte de identidad, la parte social y la parte turística, con un festival que gire alrededor de todos los distritos del cantón en general”, relató Nicolás.
En Nicoya sucede lo mismo con los espacios públicos, según cuenta Keroba Rapper, quien coordina la liga Colonial Rap Battles en Nicoya y Nosara. Al grupo le gustaría tener un espacio para sus eventos, pero coincide que la calle les da exposición al público.
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