Liberia

Puente Real cumple un año cerrado y alcalde todavía no sabe qué hacer con él

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Cada vez que Alicia Castro, vecina del barrio Santa Lucía de Liberia, viaja en taxi al centro del cantón, tiene que dar la vuelta por el puente La Victoria y pagarle ¢1.000 más que cuando viajaba por el Puente Real.

“En La Victoria se hace un caos vial terrible por no tener el otro acceso abierto”, contó Castro, quien también es presidenta de Asociación de Desarrollo de su barrio. Como ella, podrían haber unas 15.000 personas afectadas, de distintas comunidades del sur del cantón. 

El Puente Real de Liberia fue declarado patrimonio cultural en el 2011 y este 2019 cumple un año de estar cerrado para vehículos. Según el coordinador de la Unidad Técnica de Gestión Vial de la muni, Dorian Ulate, la superficie de ruedo estaba en mal estado.

 

El alcalde del cantón, Julio Viales, todavía no tiene claro si va a reabrir el paso o si lo mantendrá cerrado. Según él, no es seguro tenerlo abierto. Pero para el Centro de Patrimonio, es culpa de la municipalidad que el puente esté en mal estado porque ellos le entregaron un puente completamente renovado en el 2013.   

Más allá de los pleitos entre instituciones, a los vecinos les urge una solución. Ellos mismos llegaron a la muni con un plan para instalar puentes en otros puntos del cantón y mejorar la fluidez vial. 

Aún así, la incertidumbre sobre el futuro del puente no pareciera tener una solución en el corto plazo, pues el alcalde dice que no le ve futuro a la iniciativa de los vecinos, y que le preocupa que los usuarios estén en peligro como para reabrirlo. 

Hace poco fui y vi fisuras que no tengo idea hasta donde llegan”, le explicó Viales a este medio. “Algunos elementos han perdido material por el tema de corrosión y pueden tener grandes fallas dúctiles [por la presión de los vehículos]”, dijo.

La ingeniera del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), María Ramírez, tiene un criterio aún más tajante:

«El puente tiene una serie de deficiencias tanto para uso peatonal como vehicular”, explicó vía telefónica. La estructura fue construida hace muchos años y no cumple con diseño sísmico, ni con la capacidad de carga viva suficiente [cuánto peso aguanta el puente]”, comentó Ramírez.

Por eso, la Unidad Técnica decidió que contratará una auditoría para conocer el estado en que se encuentra el puente. Con los resultados, el alcalde decidirá si abrirlo o mantenerlo cerrado.

Mantenimiento insuficiente

El puente de más de cien años no es solo una vía de comunicación eficiente entre el sur y el norte del cantón, sino que también tiene un valor histórico para el país: por allí ingresó buena parte del desarrollo económico y político de la capital guanacasteca en la primera mitad del siglo XX. 

Por eso lo declararon patrimonio en el 2011, y en el 2013, el Ministerio de Cultura invirtió unos ¢100 millones en su reforzamiento estructural: fortaleció los bastiones, raspó el óxido de algunas partes, reemplazó partes dañadas y cambió la parte de rodamiento.

Según el director de patrimonio, Diego Meléndez, la infraestructura quedó en óptimas condiciones para su uso. Pero seis años después, al puente no le queda rastro de la inversión millonaria.

El único problema que tiene el puente es la falta de inversión por parte de la Municipalidad. [Con el debido mantenimiento] el puente es totalmente seguro, incluso para que lo atraviesen vehículos livianos y ambulancias”, opinó Meléndez.

De hecho, la Ley de Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica indica que el propietario del inmueble patrimonial [la municipalidad de Liberia en este caso] debe darle mantenimiento.

Sin embargo, el coordinador de la Unidad Técnica, Dorian Ulate, asegura que la municipalidad invirtió alrededor de ¢2.5 millones en mantenimiento entre el 2016 y el 2018.

“La municipalidad interviene este puente al menos una vez al año cambiando los tablones en mal estado y asegurando los pernos que se encuentran flojos”, indicó Ulate en un informe presentado a la muni el 13 de junio del 2019.

La rehabilitación del Puente Real podría tener un costo mayor a los ¢134 millones, según otro informe realizado en mayo del 2019 por la ingeniera del MOPT, María Ramírez.

Los vecinos buscan soluciones

Los habitantes de los barrios del sur de Liberia, junto a la Asociación de Desarrollo del barrio Santa Lucía, presentaron a la muni en junio de este año una propuesta que incluye tres opciones de puentes alternos al Real. 

Uno de los puentes alternos estaría situado contiguo al Real, los otros en la Calle 6 por la Plaza de Barrio Condega y en la Calle 1 a 50 metros este del bar El Búnker.

Alternativas Puente Real

Para Castro, de la asociación de desarrollo, tener un mejor acceso al centro de Liberia es fundamental porque ahí están la mayoría de los servicios esenciales: la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), el Hospital Enrique Baltodano, la muni y los tribunales de justicia.

Los vecinos consiguieron la colaboración del gestor de proyectos de inversión José Amilcar y el ingeniero en infraestructura vial Wesser Matarrita quienes elaboraron el documento. El objetivo es descongestionar el puente La Victoria y mejorar la movilidad de estos vecinos. 

Es hasta un tema de exclusión social. Eso pone en un desventaja [por el acceso a los servicios y al comercio] a estas comunidades que son un poco más de 15.000 personas”, comentó Amilcar.

Los puentes beneficiarían a los barrios San Miguel, Peloncito, Santa Lucía, La Arena, Los Camarenos, Residencial Ciudad Blanca, Urbanización Daniel Odubér, Urbanización Santa Luisa, La Cárcel, La Caraña y La Montañita.

El proyecto presentado por los vecinos estima que el precio de los puentes va desde los ¢800 millones hasta los ¢1.300 millones. El alcalde cree que el elevado costo de los puentes hace que las opciones sean poco viables. 

Sin embargo, Matarrita contradice al alcalde: “La construcción del puente se puede hacer por etapas o, por ejemplo, con préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)”.

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