Cultura

Santa Cruz sueña con un bosque para producir marimbas

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“¿Qué gana el país con declarar la marimba símbolo nacional o con levantar un monumento a la entrada del cantón de Santa Cruz si dejamos que desaparezca el instrumento?”, nos dice Randy Juárez con el ceño fruncido.

Es profesor de música hace más de 30 años y constructor de marimbas hace 17. Nos cuenta que las maderas más recomendadas para la fabricación del “piano de América” tienen protección del Estado con una veda que impide su explotación comercial porque están bajo algún grado de amenaza.

Hablamos del Cedro (en veda) para la construcción de la caja de resonancia de la marimba;  del Cristóbal o Cachimbo (en veda) para el teclado, del Guaitil (sin veda) para el bolillo y el árbol de hule (sin veda) para la cabeza del bolillo.

“Los constructores de marimba somos delincuentes”, continúa diciendo Juarez alzando un poco más la voz y haciendo referencia a cómo tienen que “jugársela” para conseguir la madera que preserve la tradición y el folclor guanacasteco.

Entonces, como sin madera no hay marimba, nació el proyecto “Bosque de la Marimba”, de la autoría de Randy y bajo el apoyo del Liceo de Santa Cruz, el Climaco A. Pérez.

Se trata de nueve hectáreas y media de terreno donde se siembran y se preservan los árboles que se necesitan para la construcción del instrumento de percusión.

Allí crearon un espacio de reforestación que les permitirá preservar las maderas.

“Si sembramos los árboles tenemos derecho a explotarlos pese a la veda. Entonces eso nos da total libertad. Cortamos dos árboles, sembramos cinco. La idea es explotarlo responsablemente”, dic José Arturo Alfaro, director de la institución.

Los terrenos del bosque son propiedad del ministerio de Educación pero administrados por el Liceo. Si usted va camino a Santa Cruz, los puede ubicar a unos 200 metros de la Coopeguanacaste, a ambos lados de la carretera.

Todo a su tiempo

El Bosque de la Marimba tiene tres años de haber arrancado y será hasta dentro de unos 20 – 25 años que los árboles crezcan al punto de poder iniciar con la producción de los instrumentos.

Estamos sembrando para el futuro”, dice Randy.

Llegar a ese punto conlleva un proceso. El Liceo permitió que en sus terrenos se levantara un vivero para resguardar a los árboles en su etapa inicial.

Una vez las especies dejan de ser una semilla, y adquieren un buen tamaño, son trasladados al bosque.

El vivero también se aprovecha para la siembra de árboles frutales, que también serán plantados posteriormente en el bosque.

Mantener el vivero y el bosque requiere de presupuesto. Que en estos momentos, según cuentan los ejecutores del proyecto, es escaso.

Si bien la Junta Administrativa del Liceo apoya financieramente, Randy ha salido a promocionar el proyecto para lograr más recursos: como la beca obtenida a través del ministerio de Cultura por la suma de unos ¢4 millones.

El proyecto recibe, además, donaciones de tiempo, a través de voluntariado, donaciones económicas de la comunidad y otras instituciones. Así como donaciones de la materia prima: los árboles.

Más que un bosque

Mientras los árboles llegan a su madurez, el “Bosque de la  Marimba” está pensado para más. La idea también contempla la creación de un área con senderos que sirvan de esparcimiento y educación a los centros educativos y guías turísticos que se interesen en conocer la historia y los tipos de madera necesarios para construir el instrumento.

Queremos un laboratorio de investigación y un lugar de visita turística. Queremos un complejo folclórico. Santa Cruz es una ciudad folclórica, la gente viene buscando cultura y aquí no tenemos ese espacio”, asegura Alfaro.

Randy y Jorge Arturo nos comentaron que también están detrás de la promulgación de un decreto por parte del MEP que garantice la continuidad del proyecto sin importar qué director o junta administrativa estén al frente de la institución.

Lejos del bosque, el director y el docente también sueñan con el día en que la profesionalización de la enseñanza de la marimba se convierta en realidad, y que docentes y alumnos conozcan desde la historia hasta cómo producir el instrumento

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