Con el fin de la primera ronda de las elecciones presidenciales, Costa Rica se encuentra en un momento crucial de su historia. En el extremo más violento, Ucrania está experimentando la misma decisión histórica: ¿los ciudadanos quieren instituciones transparentes, derechos seguros de propiedad y la aplicación imparcial de la ley? ¿O será el dinero y el poder los parámetros para medir el éxito del gobierno?
El sorpresivo ascenso de Luis Guillermo Solís como posible líder del gobierno, promete reformar muchas de las anomalías que la comunidad de expatriados vive aquí en Guanacaste. La sabiduría convencional sugiere que aquellos que votaron contra el PLN el pasado domingo 2 de febrero, votará en contra del PLN el 6 de abril. ¿Por qué es importante para la comunidad de expatriados?
En síntesis, porque la cuestión importante es la profesionalidad que debe tener el gobierno para ofrecer una administración y cumplimiento de la ley de manera imparcial y desapasionada.
Por ejemplo, fijémonos en los resultados del índice altamente respetado Environmental Performance Index (Índice de Desempeño Ambiental) de 132 países. La clasificación para América Central en el 2012 tiene a Costa Rica entre aquellos países que se desempeñan «más fuerte» (#5), a Nicaragua como «fuerte» (#35) junto con los Estados Unidos, (#49).
Ahora, dos años más tarde, Costa Rica ha caído del 5 º lugar en el mundo al puesto 54, reflejando el descenso de Nicaragua del puesto 35 al 90 mientras que Estados Unidos mejoró su posición del puesto 49 al 33.
Para este índice, los peores delitos de Costa Rica han sido en áreas donde están los conocimientos más importantes y la inversión mas inteligente: el agua (AyA), como también decayó en sus prácticas de producción de energía (ICE). La marca costarricense conocida por su cuidado del medio ambiente y que una vez fue la envidia del mundo, ha sido dañada y tendrá un impacto negativo en el turismo, la inmigración y la balanza comercial.
Como Kiev, San José debe reconocer sus problemas y conseguir la voluntad y la experiencia para volver a alcanzar un nivel de prácticas razonable. Para Kiev, es una elección entre Europa y Rusia. Para Costa Rica, es una elección entre ser cada vez más como sus vecinos centroamericanos o más como la Unión Europea y América del Norte. Con los costarricenses eligiendo sabiamente, Nosara puede cosechar los beneficios del estado de derecho.
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