Regional, Cultura

Carretas de Sarchí, higuerones y otras “metidas de pata” en el 25 de Julio

This post is also available in: English

Las celebraciones de los 199 años de la Anexión del Partido de Nicoya están a la vuelta de la esquina. Como no queremos llegar al bicentenario repitiendo errores que vemos año tras año, en La Voz de Guanacaste hicimos una lista de cinco cosas que tenés que evitar cueste lo que cueste en estas fiestas del 25 de julio.

1. Confundir al higuerón con el árbol de guanacaste

El árbol de guanacaste y el higuerón comparten similitudes, sobre todo en su copa con forma de sombrilla. Por eso no es raro encontrar en internet decenas de imágenes compartidas por instituciones gubernamentales y medios de comunicación en las que los confunden. 

¿Qué los diferencia? El árbol de guanacaste tiene sus ramas separadas entre sí, las hojas muy pequeñas y alargadas, sus semillas son ovaladas con un aro color café claro y su fruto es una vaina con forma de oreja. Mientras que el higuerón tiene un tronco compuesto de raíces de color grisáceo y sus hojas son más grandes y redondeadas.

El escritor y profesor de la Universidad Nacional en Nicoya, Daniel Matul, explica que este tipo de confusiones sobre la región generan una idea errónea de lo que la provincia es y de su riqueza cultural.

“Es interesante cómo los símbolos nacionales no logran sintonizar con la provincia, no se comunican con la gente y, además, esos símbolos confunden a la población”, explica Matul.

La palabra Guanacaste proviene del náhuatl “quauhnacaztli”, que significa “árbol de orejas”, pues su vainas se asemejan a las orejas humanas.Foto: César Arroyo Castro

2. Hacer artes con carretas de Sarchí

Según explica el programa Vivamos la Guanacastequidad, a diferencia de la carreta típica costarricense, la de Guanacaste es más rústica y exhibe el color y la textura original de la madera. Muchas de ellas no tienen “paredes” pues no se utilizaban para transportar granos, sino madera en forma de troncos.

A pesar de sus grandes diferencias, muchas imágenes alusivas al Día de la Anexión tienen diseños característicos de las carretas de Sarchí. La agenda de la gira presidencial por Guanacaste el año anterior, por solo citar un ejemplo, estaba diseñada con patrones de esas carretas.

La profesora santacruceña de historia del arte, Yolanda Briceño, opina que estos diseños deberían crearlos equipos interdisciplinarios para no cometer errores como ese.

“Los dibujos de la carreta de Sarchí son vistosos, son lindos, son preciosos, pero no son nuestros”, explica Briceño.

3. Ponerte un chonete

Así como el Valle Central tiene su campesino “labriego sencillo” con su chonete, en Guanacaste tenemos al sabanero y su sombrero grueso de ala ancha. Aunque existen algunas pequeñas diferencias en su elaboración en los cantones de la provincia, por lo general los caracteriza que tienen un mecate alrededor y están decorados con crin de caballo.

Cientos de personas llenan la zona baja del tablado de Santa Cruz minutos antes de que inicie la monta de las 2 p. m., la primera del día.Foto: César Arroyo Castro

4. Usar el pañuelo en el cuello

Esta también es una característica del traje del campesino del Valle Central. Según Briceño, el sabanero suele representarse con el pañuelo en la bolsa trasera del pantalón. 

Para galantear el domingo, tal vez [se usaba] una cintita o una banda en la cintura, que eso es herencia colonial, pero no el pañuelo en el cuello”, afirma Briceño.

5. Bailar con trajes fosforescentes

La ganadora del Premio Nacional de Cultura Popular, Lía Bonilla, dedicó su vida a investigar los bailes y la vestimenta del folclor de la provincia. Nunca se mordió la lengua cuando tuvo que criticar las libertades que las personas se han tomado a la hora de confeccionar trajes típicos guanacastecos. 

Se ha hecho una fantasía sobre el traje típico que da risa, por no decir ganas de llorar”, le dijo Bonilla una vez a La Nación.

Briceño explica que debido al intercambio comercial que la provincia mantuvo con Granada y León en Nicaragua, el algodón era el principal textil utilizado en la provincia, en vestimentas muy sencillas. 

Le ponen [a los trajes] unos colores fosforescentes inventados, que no existieron entonces. Y se ven bonitos y todo, pero no es bueno. No reneguemos de nuestro pasado sencillo”, opina Briceño.

Guanacaste multicultural y multiétnica

El investigador, Daniel Matul, explica que cuando se utilizan símbolos inexactos para representar a la provincia suceden estas disonancias identitarias y generan todo lo contrario, un desapego y una baja de la autoestima porque se borra una parte de lo que es nuestro.

Pero asegura que esto no es del todo negativo, ya que podría ser el síntoma de una demanda social por el reconocimiento, la diferenciación y el reclamo para lograr una valoración de la región.

Briceño, por su parte, opina que es hora de derribar esa necesidad de homogeneizar nuestra identidad, que nació con la independencia para diferenciarnos del resto de países de la región. 

“Hoy por hoy se habla de que somos un país multiétnico, multicultural. Hay que buscar equipos interdisciplinarios: el artista, el antropólogo, el historiador, los viejos y trabajar juntos para ir armando ese rompecabezas”, subraya.

Comentarios