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Guanacaste fue la puerta de entrada de las personas negras a Costa Rica

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Las teclas de una marimba zumban en el aire acompañadas por el eco de un quijongo. Una mujer de piel achocolatada, de caderas anchas y pelo rizado zapatea y levanta polvo del suelo de su provincia, la de sus papás y sus abuelos.

Cualquier persona que haya bailado con una parrandera en las calles de su pueblo puede familiarizarse con esa estampa tan guanacasteca. Esa escena que no existiría sin las personas negras que llegaron esclavizadas a estas tierras hace cinco siglos.

Guanacaste fue la primera tierra que las personas afro pisaron en Costa Rica, años antes de que llegaran a Limón. Sin embargo, este es un episodio poco contado en medio de todo el entretejido de la historia de la provincia.

¿Cómo llegó esta población a la provincia y qué sabemos sobre ella? La Voz reunió las explicaciones que la profesora e investigadora Elizeth Payne, el genealogista Mauricio Meléndez y la investigadora y catedrática universitaria Rina Cáceres habían dado a este medio para entenderlo. 

Una raíz de cinco siglos

El Golfo de Nicoya fue la puerta de entrada para los conquistadores españoles en 1524, pero también para las personas negras esclavizadas que los acompañaban.

La profesora de la Escuela de Historia e investigadora del Centro de Investigaciones Históricas de América Central, Elizeth Payne, explica que llegaron en pocas cantidades como ayudantes de los españoles.

“La zona de Nicoya y Guanacaste se conquista muy tempranamente a diferencia del Caribe. No vamos a tener ninguna población ahí [en el Caribe] hasta 1632, ya muy tardío. Sin duda estos primeros esclavizados negros llegan al Pacífico”, asegura.

No hay claridad de cuántas personas negras llegaron con los españoles, ni cuál es su proveniencia. La investigadora Rina Cáceres considera que la mayoría pudo haber llegado desde lo que hoy conocemos como Congo y Angola. Debido a que muchas palabras que utilizamos en Guanacaste contienen “mb” o “ng”, una influencia bantú, que son un conjunto de lenguas habladas en África, como por ejemplo: mondongo, marimba o panga.

La principal razón de que hoy no tengamos información sobre estas primeras migraciones se debe a dos incendios que destruyeron los documentos más antiguos de Nicoya. Uno de ellos ocurrió en la Gobernación de Nicoya en el año 1767, y provocó que se perdieran todos los documentos de la alcaldía.

El otro, en 1783 en la casa cural o parroquia de Nicoya, destruyó todos los documentos sacramentales como partidas de bautismo y de matrimonio.

“Imagínese que Nicoya empezó a funcionar para la corona española en 1524, y en 1767 se quemó todo lo que había. Entonces quedamos cortos de poder explicar con detalle todo lo que pasó en Nicoya durante más de 200 años”, señala el genealogista Mauricio Meléndez.

Meléndez es además el presidente de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas y trabajó en la publicación de una revista de la academia llamada El origen de los guanacastecos: la familia Viales y los firmantes del acta de anexión, que explica quiénes fueron nuestros antepasados.

La publicación evidencia que las raíces afro en Guanacaste son mucho más amplias de lo que muchos imaginan.

Los afromestizos más antiguos posiblemente vienen del siglo XVI. No creo que haya sido una población alta, pero fue lo suficientemente grande para impactar la descendencia durante varios siglos”, añade Meléndez.

Alma de Iberia y valor chorotega… ¿y la herencia negra?

La investigación de Meléndez revisó 2.792 bautizos en Nicoya desde 1783 hasta 1804 y determinó que un 73,5% de las personas bautizadas eran mulatas. Aunque los mulatos son personas de ascendencia blanca y negra, en este caso usaron esta palabra para referirse a los zambos: mezcla de una persona indígena con una persona negra. Meléndez comparó documentos de personas que en algunas ocasiones eran categorizadas como zambas pero después los citaban como mulatos.

El porcentaje restante corresponde a 20% indígenas, 1,8% zambos, 1,1% españoles, 0,3% mestizos (español e indígena) y 3,7% no tenía categoría, es decir, no recibió una categorización socio racial por el sacerdote.

“Ahí se viene abajo el mito. No hay tal (evidencia) que la mayoría de la población era india. En el caso guanacasteco, siempre es el énfasis de que son chorotegas, lo cual es innegable, pero siempre se olvida sistemáticamente de la raíz afromestizas”, señala Meléndez.

Historia Afro Guanacaste

Mujer de Liberia. Fecha: 1904.Foto: Archivo Nacional de Costa Rica

La reducida población de 20% de indígenas que aparece en los documentos de la época colonial, es el resultado de la despoblación que sufrieron los pueblos indígenas al inicio de la conquista. 

El artículo Los indígenas de Nicoya bajo el dominio español, del historiador Luis Fernando Sibaja, señala que 10 años después de la primera incursión de los españoles al Golfo de Nicoya, en 1529, la población de indígenas se redujo en un 82%.

Al llegar al Golfo de Nicoya, los españoles encontraron sociedades con una economía muy desarrollada. No solo en tierra firme sino también en las islas. Chira fue la más importante de ellas porque tenía el principal puerto de la zona. Ahí, los conquistadores llevaron a los indígenas esclavizados, los vendieron y los enviaron en barcos hacia Panamá y Perú.

También murieron por hambrunas y enfermedades que les azotaron, y porque estaban en manos de redes de poder económico y político, como Pedrarias Dávida y sus descendientes. Ellos se encargaron de repartir indígenas a sus amigos y allegados.

Aún con la drástica reducción de chorotegas, durante los siglos posteriores, Nicoya continuó siendo un pueblo indígena. En estos pueblos no podían vivir ladinos (término general para cualquiera que no fuera indígena: mulato, mestizo o español). 

Es así como los afromestizos que no podían vivir en Nicoya empiezan a fundar otros pueblos como Santa Cruz o Liberia, donde establecen pequeñas haciendas ganaderas.

“Estos afromestizos se habían ido convirtiendo en ganaderos e iban creciendo. Resultó ser que para 1790 las haciendas de ellos a veces ya competían con la de Rivas en cantidades de ganado”, agrega el genealogista.

Estas familias de afrodescendientes empezaron a ser más poderosas y finalmente tuvieron un rol determinante en el rumbo que tomaría el Partido Nicoya al incorporarse a Costa Rica en 1824.

Somos herederos de civilizaciones que van más allá de 1821 y por eso es importante desinvisibilizar y romper los mitos que mancillan la memoria de nuestros pueblos”, resalta la investigadora Rina Cáceres.

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