El jueves en la noche las lluvias eran intermitentes, pero al ser la 2:30 a.m. de este viernes 5 de octubre, Rocío Navarrete se preocupó. Las lluvias azotaban con un fuerte viento.
Dos horas más tarde, a las 4:30, escuchó que unos vecinos gritaban su nombre. Debían abandonar la casa, pues la quebrada que pasa detrás, y que en verano ni existe, se había desbordado. Ella mide un metro con 76 centímetros, y ya el agua le llegaba por las rodillas.
“Fue en cuestión de minutos que el agua subió”, cuenta sorprendida mientras deja bien claro que lo que sucedió no fue en ningún pueblo alejado sino ahí, en el centro de Nosara, al puro frente del aeropuerto del distrito.
Hace un año, en octubre del 2017, la provincia se vió afectada por la tormenta tropical Nate. Ese fenómeno fue calificado por el Gobierno de Costa Rica como el peor desastre natural que ha impactado al país en décadas. Pero para Rocío, lo de este jueves y viernes, en Nosara, se vivió mucho peor.
“Con Nate el agua me llegó al borde de la acera de donde yo vivo. Yo no sé si así lo siente todo Guanacaste, pero para mí, aquí en Nosara nos fue peor”, sentenció la también voluntaria de la Asociación de Desarrollo Integral de Nosara.
En albergues
Rocío desconoce hasta dónde le llegó finalmente el agua del río a su casa. Ella se puso a colaborar como voluntaria en el albergue principal del distrito, que se ubica en el redondel del campo ferial.
Ahí, junto con otros voluntarios, han levantado una especie de censo para cuantificar cuántas personas necesitan de ayuda.
“Hemos recibido gran cantidad de donaciones: ropa, sábanas, paños, pañales. Vamos a necesitar más ayuda, porque hay gente que prácticamente lo perdió todo, pero la comunidad ha respondido tan bien que no tengo palabras”, dijo Rocío.
La CNE declaró ayer jueves 4 de octubre alerta amarilla en toda la provincia, lo que significa que todos los comités locales están activos y listos para atender emergencias.
Para atender a las personas afectadas, el comité municipal de emergencias habilitó otros dos albergues en el salón comunal de Santa Teresita y en el de Belén de Nosarita. En total, son más de 260 personas de Nosara albergadas, confirmó la alcaldesa de Nicoya, Adriana Rodríguez.
Según la jerarca, desde Nicoya centro y desde Cañas las instituciones que atienden la emergencia están enviando más colchonetas y cobijas a la comunidad costera.
Decenas de rescates
Rocío pudo salir por sus propios medios de su casa inundada pero otros vecinos requirieron de la ayuda de las autoridades para ponerse a salvo.
“A la gente yo ví que la sacaron en botes de remo la Cruz Roja y los bomberos”, contó la voluntaria.
Ryan Bombard, jefe de los Bomberos de Nosara, aseguró que el equipo hizo más de 80 rescates entre la noche de ayer y la tarde de hoy.
La funcionaria de la Cruz Roja de Nosara, Magdalena Avilés, dijo que los operativos de atención por lluvias iniciaron desde la noche del jueves, aproximadamente a las 7 p. m. y todavía continúan.
Las comunidades más afectadas, según Avilés, son Santa Marta, San Carlos, Barrio Hollywood y Santa Teresa.
Dique debilitado
Con las lluvias, el cauce del Río Nosara sobrepasó el dique en dos tramos: Santa Marta y a la altura del aeropuerto.
Según el ingeniero de la Municipalidad de Nicoya, Josué Ruiz, todavía no se ha podido hacer una valoración de las posibles afectaciones que causaron las lluvias a la infraestructura debido a que el agua continúa por encima de él.
Ruiz aseguró que los sectores del dique que parecen estar afectados, se dañaron con la tormenta de hace un año. Sin embargo, explicó que ya están contemplados en el plan de intervención de Nate de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamientos (Senara).
Para el funcionario, las afectaciones específicamente en el distrito de Nosara fueron mayores que hace un año con Nate.
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