Santa Cruz

Tamarindo es el distrito que más dinero aporta a Santa Cruz, pero ¿qué recibe a cambio?

This post is also available in: English

La síndica de Tamarindo, Aderita Rosales, está segura de que el distrito al que pertenece es el que más plata le deja al cantón. “Yo creo que siempre ha sido así”, dice, pero hasta este año, no tenía cómo demostrarlo.

Por primera vez, este año la Municipalidad de Santa Cruz dijo con mayor detalle cuánto dinero le aportaron los distritos del cantón a las arcas municipales, con datos del primer semestre del 2019.  

Entre el 1° de enero y el 30 de junio del 2019, comercios y habitantes de Tamarindo contribuyeron con ¢1.096 millones en el pago de impuestos como bienes inmuebles, recolección de basura, patentes, impuestos a la construcción, entre otros. La cifra significó un 23% del total recaudado por la municipalidad.  Es el porcentaje más alto entre los nueve distritos del cantón. (Ver gráfico)

Aunque solo es el dato de un semestre, las autoridades estiman que este comportamiento ha sido así por lo menos en la última década. 

El monto que aportó el distrito costero ni siquiera es superado por el cantón central de Santa Cruz, aún cuando este triplica su población. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, mientras en  Santa Cruz viven 26.134 personas, en Tamarindo residen unas 7.442. 

 

Las inversiones que hace el sector turismo son la explicación más inmediata para entender por qué aporta más, pues entre otros efectos, impacta directamente la plusvalía [el valor] de las propiedades y eso  “termina reflejándose en el pago de más impuestos”, explicó el director financiero de la municipalidad, Mario Moreira. 

Un ejemplo para entenderlo mejor: un lote de unos 200 metros cuadrados ubicado en la zona de mayor valor en el distrito de Santa Cruz (la zona comercial) tiene un valor de ¢36 millones y paga un impuesto anual de bienes inmuebles de ¢90.000, según el departamento de Bienes Inmuebles y Valoración de la muni. 

Ese mismo lote, con iguales características pero en la zona de mayor valor de Tamarindo, asciende a los ¢57 millones, por lo que pagaría un impuesto de más de ¢143.000 al año. 

Sin embargo, que Tamarindo aporte (o haya aportado) más dinero a la municipalidad no se traduce necesariamente en más obras o servicios para el distrito, y eso incomoda a los representantes de la comunidad. 

“Históricamente la reinversión de recursos en el distrito no ha sido la adecuada y eso es visible en el rezago de obras de infraestructura de la comunidad”, señaló la ADI en una carta enviada a La Voz de Guanacaste.

Además, para la regidora María Eugenia Alfaro, siguen desatendidos otros problemas, a su criterio, prioritarios, como el de la inseguridad en la costa.

Desde la municipalidad podemos hacer más, hay muchas debilidades que no son nuevas. El tema de las drogas, por ejemplo, debemos activar la vigilancia y poner más mano dura. Nos falta mucho en eso”, comentó. 

No existe ninguna Ley o normativa que obligue a la muni a reinvertir en un cantón de acuerdo al porcentaje de ingresos que aporta. Entonces, si se invierte en Tamarindo o no, depende de la visión del gobierno local y del propio concejo municipal.

Por ejemplo, entre 2012 y 2016,  la municipalidad presupuestó para el distrito costero unos ¢333 millones en proyectos. Para el distrito central, el monto fue casi tres veces más grande: ¢860 millones, según estimaciones realizadas por este medio con base en los presupuestos municipales de esos años. El análisis consideró nada más los proyectos contemplados en el programa de inversiones de la municipalidad (denominado programa III dentro del presupuesto).

El vicealcalde del cantón, Iván Ramírez, reconoce que Tamarindo no ha recibido lo equivalente al aporte económico que históricamente ha dado, pero asegura que al menos en los últimos dos años sí hay una mayor inyección de recursos por parte del gobierno local.

Tal vez la gente no lo percibe así porque solo ve lo que sucede en el centro y no en todas las comunidades que componen el distrito”, dijo Ramírez.

De hecho, un análisis realizado por el director de desarrollo urbano y rural de la municipalidad, Diego Rodríguez, del cual La Voz de Guanacaste tiene copia, contabilizó al menos ¢198 millones invertidos en el distrito entre el 2017 y el 2018. 

Con ese dinero, la muni colocó asfalto en la ruta entre playa Tamarindo y playa Langosta (¢98 millones), construyó un sistema de evacuación de aguas pluviales en la misma ruta (¢95 millones) y una torre salvavidas en la zona pública de playa Tamarindo (¢5 millones).

Otro de los apoyos municipales enumerados es la donación de una propiedad para la construcción de la primera estación de policía del lugar.

Causas y excusas

La principal razón para explicar la “baja retribución” que alegan algunos entrevistados es la mala planificación. En eso coinciden funcionarios municipales como Moreira, el propio planificador de la institución William Huertas, síndicos y regidores del distrito.

El planificador económico de la municipalidad vecina de Carrillo, Mauricio Mejicano, opina que la municipalidad de Santa Cruz podría empezar por revisar su modelo de redistribución de recursos. 

Hablo de que las municipalidades deben buscar un modelo de distribución que vea varias variables como extensión territorial, cantidad de habitantes y Índice de Desarrollo Humano. Hablo de tener políticas más claras de asignación de recursos”, dijo Mejicano. 

Huertas, el planificador municipal, agrega que la deficiencia en la planificación inicia desde la mala elaboración de proyectos que suelen presentar los concejos de distrito. Algunos, por ejemplo, llegan al concejo sin financiamiento claro.

En 2017, una investigación de La Voz de Guanacaste evidenció que la muni de Santa Cruz arrastró ¢79 millones para proyectos durante al menos tres años pues venían mal diseñados desde el principio y no contaban con los requisitos mínimos para poder ejecutar el dinero.

“También muchas veces lo que sucede es que se trata de fortalecer con recursos a los que menos tienen para equilibrar un desarrollo equitativo en el cantón. Es un tema de aporte solidario. Pero no por eso puedo decir que no se le queda debiendo [a Tamarindo]”, agregó Huertas.

A criterio del director financiero Moreira, la municipalidad debería enfocarse en fortalecer a otros distritos para que también se conviertan en generadores de riqueza para Santa Cruz. 

El distrito de Bolsón, por ejemplo, sobresale como el que menos aportó dinero al municipio, con una contribución del 0,32% en el primer semestre del año.

“La misma municipalidad tampoco ha propiciado su desarrollo. Si la muni invierte va a tener más dinero de vuelta. Esa es la realidad de los negocios. Pero ahora en vez de tener un un círculo virtuoso, tenemos un círculo vicioso [lleno de trabas]”, concluyó.

 

Comentarios