COVID-19, Economía

Desempleo y COVID-19: una herida abierta para el turismo en las costas guanacastecas

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La mañana del 21 de marzo de 2020, como tantas otras, Israel Carrera llegó a su trabajo como chofer de bus en una empresa de turismo liberiana. Sin mucho preámbulo, inició la rutina diaria antes de entrar a su autobús. La misma que hacía desde hace tres años. 

Su jefe lo detuvo y con una frase le cambió la vida: “No vamos a trabajar por unos días, esto del covid no nos deja hacer nada”. Carrera regresó a su casa en Nicoya, con miedo y desconcierto. Los días se hicieron y las semanas meses. Los salarios dejaron de llegar y las deudas comenzaron a crecer. 

Finalmente, en junio, le avisaron que la suspensión evolucionó a un despido.  Así, entró a la lista de los más de 13 mil trabajadores del sector turismo que perdieron su empleo en Guanacaste tras el inicio de la pandemia, según los datos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).  

La Voz de Guanacaste evaluó los datos de desempleo en la región chorotega, del segundo trimestre (abril, mayo y junio) de 2018 a 2020. Estos meses coinciden con el inicio de la crisis sanitaria en el país.

El COVID-19 trajo a las costas guanacastecas dos crisis; una sanitaria y otra económica. Como Israel, el estudio revela que durante los inicios de la pandemia Guanacaste perdió al menos un 56,8% de los empleos dedicados a turismo. Entre los empleos que genera el rubro corresponden los trabajadores de negocios de hospedaje y restaurantes.

16,8%del empleo en Guanacaste en 2019 era por actividades turísticas

El director de Gestión y Asesoría Turística del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), Gustavo Alvarado, afirma que la caída del empleo en la provincia  es aún más severa que otras zonas costeras, contemplando que desde 2018 las labores en turismo dentro de la provincia aumentaron significativamente. Así lo respaldan los datos analizados por La Voz de Guanacaste: entre el final de la temporada alta del 2018 y la del 2019, el empleo en esta actividad económica aumentó en un 16,5%. 

Tras el cierre de fronteras en marzo, el mundo entró en “temporada cero”. El término que los hoteleros apropiaron para describir la situación de la provincia: cero clientes, cero ingresos y cero ganancias. 

La Cámara de Turismo en Guanacaste (Caturgua), por ejemplo, reportó en abril el cierre temporal o permanente de sus más de 500 hoteles asociados.

Israel, de 35 años, afirma que la empresa donde trabajaba cerró temporalmente en abril.

No había turistas que hicieran tours o que fueran a hoteles en la playa, entonces no teníamos a nadie que transportar”, cuenta. 

Medio año después, su vida giró 180 grados. Antes de la crisis ganaba unos ₡400 mil, más las propinas de los turistas que transportaba. Con eso mantenía a su esposa y sus cuatro hijas. “No era mucho, pero le aseguro que llegábamos a fin de quincena, comíamos bien”, cuenta. Después de la suspensión, dejó de percibir cualquier tipo de ingresos. “Me sentía desesperado, no sabía qué hacer, porque tenía que ayudar a mi familia como sea”. 

Con una familia a cargo, el conductor debió reinventarse. Por obligación, no por gusto. 

En ese momento de la pandemia el Ministerio de Salud indicó el cierre de todos los bares y restaurantes del país. El servicio express, entonces, tomó protagonismo. Así fue como generó dinero por unos meses. 

“No era rentable”, lamenta. La empresa de comida a la que le hacía los pedidos le pagaba mil colones por cada viaje. Habían días buenos, con los que podía regresar a casa con más de ₡20 mil y días pésimos en los que solo recibía ₡3 mil.

Hoy cuenta su historia a través del teléfono, en casa y sin ninguna fuente de empleo. En julio, mientras hacía un pedido en el centro de Nicoya, Israel cayó de su moto, fracturando su pierna y desgarrando a profundidad su pie. Desde entonces pasa los días entre hospitales, pensando que su seguro terminará el 30 de octubre. “Vivimos de préstamos y de los pocos ahorros que nos quedan”, cuenta.

Trabajadores como él, jefes de familia entre 35 a 44 años, representan la mayor parte de la fuerza laboral del sector de turismo guanacasteco. Son también los que más perdieron empleos durante la pandemia.

Ayudas 

En abril de este año el Gobierno anunció que brindaría el bono “Proteger”, una ayuda económica para personas desempleadas durante la crisis. Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en Guanacaste lo solicitaron alrededor de 99 mil personas. Entre ellas, Israel. 

Dice que el bono Proteger sirvió de salvavidas los tres meses que lo recibió. Tras problemas presupuestarios, el bono dejó de llegar a la mayoría de hogares en agosto, pero la pandemia sigue

El presidente ejecutivo del Instituto mixto de ayuda social (IMAS), Juan Luis Bermúdez, anunció en octubre que este incentivo ahora se enfocará en el sector turismo. Es decir, el Gobierno ahora no lo dará a individuos en desempleo, sino a empresas turísticas que puedan generar puestos de trabajo. Este nuevo plan iniciaría en noviembre.

Apertura de medidas ¿y el desempleo?

Gustavo Alvarado, del ICT, afirma que la realidad para las costas sigue siendo parecida a los datos del segundo semestre.

Los resultados los veremos hasta después de diciembre, cuando comience la temporada alta y abran todas las fronteras”, enfatiza. 

Caturgua, por su parte, asegura que en este momento el 40% de sus centros de hospedajes están abiertos. De estos, solo logran llenar un 20% de capacidad. “(La crisis) no solo afecta los empleos directos, sino todos los procesos de encadenamientos que han sido afectados por la temporada cero”, afirmó el Departamento de Prensa de la institución. 

Guanacaste tiene particularidades como el aeropuerto Daniel Oduber Quirós, en Liberia, que recibe al menos un millón de pasajeros al año. Este elemento, según Alvarado, hará que la reactivación en los empleos de turismo en Guanacaste sea más temprana. “Será un proceso lento y probablemente lo veamos hasta el próximo año”, enfatiza. 

Israel, dice que hoy ve con lejanía una posible recontratación. Su meta es recuperar el tejido perdido de su pie y volver a servir de guía en el camino de los turistas por el país. 

Tanto Alvarado como el conductor, condicionan las proyecciones con un “depende”. ¿Qué pasará con el sector turístico de Guanacaste y del país, y qué será del desempleo en este segmento? Para el director, depende si hay nuevos brotes o si las fronteras cierran nuevamente. Para Israel, depende que pueda volver a caminar  y que pueda retomar la rutina diaria que llevaba años en cumplir. 

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