Regional, Derechos Humanos

¿A dónde puedo acudir en caso de violencia?

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Decenas de instituciones ofrecen asistencia a las víctimas de violencia. Si usted, un familiar o una amiga entró o podría entrar en el círculo de la violencia dentro o fuera de casa, debe saber que hay gente capacitada para ayudarle: lo que no debe hacer es callar ni dejar pasar un episodio de agresión.

En este artículo usted podrá encontrar una guía completa para solicitar auxilio y orientación.

Comencemos por la línea 911. ¿Para qué sirve? En este servicio de emergencias, le brindan atención inmediata a mujeres (y hombres) que sufren agresiones físicas o sexuales de su pareja o cualquier otra persona.

En esos escenarios, un grupo de personas capacitadas redireccionará su consulta hacia la institución encargada. La institución promete atenderla en “solo minutos” después del reporte de violencia.  

“Se coordina con la Fuerza Pública para que llegue lo más pronto posible una patrulla al lugar”, dijo el encargado de prensa del 911, Gerardo García, quien agregó que la denuncia puede realizarse de manera anónima.

Además, si en algún momento usted está sufriendo violencia sicológica y está desesperada y no sabe que hacer, también puede llamar al 911. Vía telefónica, ellos se encargarán de tomarle los datos y darle recomendaciones para que pueda obtener ayuda. A ese número telefónico también podrá acudir quien se sienta sexualmente hostigada en el empleo o en su centro de estudios; así como las víctimas de trata de personas.

Si quiere continuar con el proceso y pedir medidas de protección contra el agresor puede acudir al juzgado de violencia doméstica o contravencional que está en todas las provincias (Vea infografía). Allí puede presentar la denuncia verbalmente y lo único que le van a pedir es su cédula. Puede ir a cualquier hora, cualquier día de la semana. 

Las víctimas que viven lejos del juzgado, pueden acercarse a una delegación policial cercana y solicitar que una patrulla las lleve.

“Tienen el deber de llevarla y esperarla mientras ella hace el trámite, en caso de que ella no tenga cómo devolverse a la casa”, explicó el coordinador del juzgado de violencia doméstica de Liberia, Luis Gerardo Marchena.

Una vez hecha la denuncia, un juez ordenará las medidas de protección que correspondan: desde exigirle la salida de la casa a la persona agresora e impedirle que se acerque a la víctima y su familia, hasta fijar al acusado una pensión alimenticia provisional.

Si la persona que atiende su caso nota que usted está sufriendo un patrón de violencia física grave, le remitirá al Programa de Atención a Víctimas del Ministerio Público. Esta oficina le brinda protección a personas vulnerables al femicidio o que han recibido amenazas contra la vida, la libertad, la seguridad o su integridad física. Incluso, podría llegar a reubicarla geográficamente cuando el peligro es inminente.

¿Y el Inamu?

El Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) tiene una oficina regional en Liberia. Su sede es una de las principales aliadas de las guanacastecas, pues no solo brinda ayuda sicológica y asesoría en temas legales, sino que también ofrece cursos de emprendimiento y terapias grupales.

La única sicóloga de esta oficina, Patricia Herrera, ofrece atención vía telefónica y presencial. Ella recomienda llamar antes para agendar una cita, si el caso puede esperar, pues no solo atienden casos de mujeres que se acercan directamente al Inamu, sino otros que llegan referidos de distintas instituciones públicas como el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) o las oficinas de la mujer municipales (OFIM).

De hecho, si usted no puede ir a Liberia y quiere recibir atención en persona, también puede acudir a las OFIM, que están ubicadas en casi todas las municipalidades de Guanacaste.

¿Cómo funcionan las OFIM? Aunque cada municipalidad tiene autonomía para operar, las especialistas de estas oficinas usualmente miden el riesgo al que se enfrenta la mujer y, si es necesario, activan un plan de emergencia que coordinan con una red interinstitucional creada por el Inamu para atender rápidamente casos de violencia. Superada esa valoración, deciden cuál es el tipo de atención que requiere la mujer.

“Aquí se le apoya, se le asesora y se le ayuda a generar conciencia de lo que está pasando. Todo esto lo hacemos con el único objetivo de que la mujer salga adelante”, explicó la líder de la oficina de la mujer en Goicoechea, Adriana Villalobos, la primera que se fundó en el país.

En Guanacaste, también hay oficinas de este tipo dentro de los municipios. De hecho, los únicos cantones que no cuentan con una similar son las de Tilarán y Bagaces.

En Santa Cruz, la planificadora social Griselda García lidera la OFIM desde hace 13 años. Su presupuesto anual es de unos ¢2 millones y eso alcanza apenas para pagar algunos viáticos y capacitaciones cortas. Sin embargo, aseguró que siempre que está en la oficina, ella atiende a las mujeres en el momento en que llegan.

“Las oriento y si hay que hacerles una referencia al juzgado de familia, se hace”, explicó García, y agregó que otras instituciones forman parte de una red interinstitucional para atender casos de violencia, entre ellos el Ministerio Público, el Inamu, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y otros.

La encargada de la oficina de la mujer de Liberia, la sicóloga Anayubel Reyes Villegas, explicó que la consulta que más recibe es sobre opciones de capacitación y emprendimiento.

También dijo que, para este año, cuentan con ¢4,3 millones adicionales al presupuesto anual, que usualmente es de ¢1,5 millones. Según Reyes, el dinero adicional lo utilizarán para atender y prevenir la violencia.

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