La violencia contra las mujeres se manifiesta en comportamientos que en muchos casos pasan desapercibidos y hasta llegan a considerarse “normales” en una relación. Sin embargo, detectar las señales violentas a tiempo puede evitarles mucho dolor a las víctimas y hasta salvar sus vidas.
La Voz de Guanacaste consultó investigaciones, sicólogos y especialistas en violencia de género para evidenciar una pequeña lista de las señales más frecuentes que pueden lanzar signos de violencia. Si estás sufriendo uno o más de estos síntomas, no tardés en buscar ayuda.
Línea 911, juzgados, Inamu y oficinas de la mujer son algunos aliados para quienes sufren agresiones y sus seres queridos.
- Usa la fuerza o me presiona para tener relaciones sexuales.
- Me obliga a hacer cosas durante las relaciones que me hacen sentir incómoda.
- Me impide utilizar métodos anticonceptivos.
Me siento fuerte, empoderada, y me repito siempre que las mujeres podemos hacer todo lo que nos propongamos.
- Siempre dispone del dinero mutuo, propiedades u objetos que nos pertenecen.
- Controla a dónde voy, qué medicamentos debo usar, cómo debo vestir.
Guanacaste arma de a pocos un futuro sin violencia de género. No es fácil, pero sus protagonistas no se rinden
- Me hace sentir que soy la culpable de nuestras discusiones, problemas de dinero, problemas con los niños y las niñas.
- He deseado salirme de la relación, pero tengo miedo de que no pueda valerme por mí misma.
- Me encierra en la casa o impide que salga.
- Me humilla o me “baja el piso” cuando estoy en público.
- Se muestra como el hombre ideal con mi familia, pero conmigo es agresivo o violento.
- Critica a mis amigos para alejarme de ellos.
«Ahora soy empresaria, confecciono mis propias prendas para vender»
- Tira o rompe objetos, golpea paredes y puertas de la casa durante las discusiones.
- Destruye mis pertenencias personales o artículos sentimentales.
- Me empuja, abofetea, muerde, patea, o intenta estrangularme.
- Me amenaza o usa un arma contra mí o mis hijos.
«Yo le digo a las mujeres todo el tiempo que no callen, que el miedo se rompe hablando»
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